Lo primero que se observa cuando se ingresa a la residencia del empresario Cristóbal Salerno en Costa del Este es el lujo. Una gran variedad de cuadros colgados en las paredes de pintores nacionales y extranjeros, incluyendo un póster con la foto del actor Marlon Brando en una escena de la película El Padrino; vitrinas con colecciones de cuchillos, bayonetas y espadas; muebles con acabados de finas maderas sobre alfombras de distintos colores y estampados que riman con el pomposo decorado. En la suite reina el silencio.
PRÓFUGO EN LA CAPITAL
Salerno, acusado de posesión ilegal de explosivos a sus 62 años, reposa solo en su espaciosa habitación, donde predominan las máquinas de aeróbicos y un botiquín cargado de medicamentos. El empresario se levanta con dificultad de su cama y muestra de inmediato las cuatro cicatrices que tiene en sus rodillas, huellas que le dejaron una serie de intervenciones quirúrgicas producto de una severa artritis que padece desde hace años.
Casi de manera orgullosa manifiesta que durante los 86 días en los que se mantuvo prófugo de la justicia nunca cruzó el Puente de las Américas y que solo gastó mil 500 dólares para subsistir, principalmente en comidas criollas. "No utilicé ni mis cuentas bancarias, ni mi chequera y menos mis tarjetas de crédito, solo tenía conmigo un maletín con unos 2 mil dólares en efectivo".
Asegura que, durante el tiempo que se mantuvo oculto, sus principales problemas fueron no poder recibir medicamentos y estar lejos de su familia, "pero me enteraba de todo por los periódicos y la televisión".
"Estuve en varios lugares escondido, pero nunca utilicé ni mi dinero ni mis amistades para evitar ser detenido, porque además las autoridades nunca estuvieron cerca". Dice que siguió los consejos de sus abogados, que le insistían en que no se entregara hasta que se dieran las garantías.
Algo que ocurrió el 4 de agosto, cuando tras presentar al Ministerio Público todos los informes médicos sobre la artritis crónica que sufre en las rodillas logró medida cautelar de país por cárcel.
LOS EXPLOSIVOS
Sobre el cargamento de explosivos por el cual se le acusa, reiteró que era propiedad del actual asesor del Consejo de Seguridad, Luis Varcacía, a quien asegura conocer desde la juventud. Salerno cuenta cómo en diciembre de 2003 Varcacía lo llamó para que lo ayudara a resguardar un cargamento de armas que se le estaba deteriorando en una finca en Cerro Azul.
El empresario pensó que las armas tenían que ver con uno de los pasatiempos de Varcacía: la caza. Así que, según explica, no dudó en ayudarlo.
Varcacía, junto con otra persona que Salerno dice desconocer, trasladó el cargamento hacia una residencia del ahora acusado en Calidonia, de la que una parte estaba alquilada a Norma González. Ese es el lugar donde casi tres años después fue descubierto el cargamento bélico.
El 12 de mayo, cuando se enteró del allanamiento a ese local, Salerno cuenta que lo primero que hizo fue llamar a Varcacía para que éste le rindiera una explicación. Sin embargo, siempre según su versión, la respuesta que recibió de su viejo amigo fue: "mejor búscate un buen abogado".
El golpe fue duro para Salerno, quien ahora cuenta cómo la amistad con Varcacía lo animó a entregarle en 2005 dos cheques por valor de 50 mil dólares, para que el asesor de seguridad presidencial se atendiera en Estados Unidos del cáncer que lo afecta.
TRAMPA
A juicio del empresario, tanto el allanamiento como las acusaciones en su contra sobre posesión ilegal fueron una "trampa" que le tendieron ex amigos, a los cuales no quiere identificar, pero dice desconocer si hay trasfondo político.
Salerno confirma que desde 1993 forma parte del Partido Revolucionario Democrático y que nunca ha renunciado a este partido.
"Apoyamos económicamente la candidatura de Ernesto Pérez Balladares en 1994 porque es mi amigo". Lo mismo hizo en 1999 con la campaña de Martín Torrijos, según cuenta.
En 2004, sus preferencias cambiaron y prefirió apoyar con su dinero al arnulfista José Miguel Alemán, por la amistada que existe entre ambos y porque, según destaca, Torrijos ya había perdido y prefería irse con los ganadores.
Sin embargo, Salerno aclara que no existe de su parte ninguna enemistad con Torrijos y dice esperar que el sentimiento sea recíproco por parte del actual mandatario.
CRONOLOGÍA DEL CASO SALERNO
12 DE MAYO: Descubren el cargamento bélico consistente en: 195 granadas, 29 propulsores de perdigones, 14 cartuchos de iluminación, una pistola lanzagranada, un lanzacohete RPG-07, siete barras de explosivos, cinco propulsores, municiones y cables detonantes para explosivos.
14 DE MAYO: Fiscalía Auxiliar ordena la detención de Salerno.
16 DE JULIO: Juzgado Primero Penal otorga fianza de excarcelación a las otras cuatro personas acusadas en este caso.
4 DE AGOSTO: Segundo Tribunal de Justicia confirma medidas cautelares a Salerno.
8 DE AGOSTO: Salerno rinde indagatoria en el Ministerio Público.
