El presidente de la República, José Raúl Mulino, salió en defensa de Grettel Villalaz de Allen y, en particular, de Luis Carlos Manuel Gómez Rudy, a quienes propuso como procuradores de la Nación y de la Administración, respectivamente, a partir de enero de 2025.
En su conferencia de prensa semanal, el mandatario afirmó haber nombrado a dos profesionales del derecho “íntegros”, con “experiencia en su área”. Gómez Rudy fue su abogado personal y hasta hace poco laboró como asesor en la Presidencia de la República, donde devengó un salario de $6,500.
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En tono molesto, irritado y con rabia aseguró: “no voy a nombrar a un enemigo mío, es absurdo. Son personas que no pertenecieron, sobre todo el procurador de la Nación, ni a la taquilla ni fueron parte de la procuraduría paralela”.
La reacción del presidente de la República surgió el mismo día en que La Prensa publicó la noticia titulada De asesor de Palacio y abogado del Presidente, a Procurador de la Nación.
Esta nota relata, entre otras cosas, que Gómez Rudy defendió a Mulino cuando fue investigado por la presunta comisión del delito de peculado, por las irregularidades en la compra de 19 radares a la italiana Selex, una filial del conglomerado Finmeccanica.
Como parte de ese proceso, Mulino fue detenido el 28 de octubre de 2015, pero gracias a un fallo con la ponencia de la magistrada Ángela Russo, su caso fue anulado con el argumento de que la entonces fiscal anticorrupción Zuleyka Moore había practicado diligencias fuera de término, sin contar con la autorización judicial correspondiente. Nunca fue declarado ni culpable ni inocente.
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En la conferencia de prensa de este jueves, Mulino culpó al expresidente Juan Carlos Varela (2014-2019) “y a su procuradora títere”, Kenia Porcell, de armar la trama en su contra, junto a “ese periódico que me inculpó y me arrastró mi honra personal y profesional todos los días, por muchos años, con relación al cuento de los italianos”.
Aunque no dijo cuál era ese periódico, en otras ocasiones se ha referido a La Prensa como un “periodicucho” ligado, precisamente, a Varela. Mulino varias veces ha intentado vincular a este medio con los casos de alto perfil que presuntamente adelantó la aludida “procuraduría paralela”.
Sobre Varela también dijo que “nombró a su abogado para montar una procuraduría paralela y destruir vidas y honras, con el aplauso de muchos medios y de un periódico que se nutría de ella, hasta que los Varelaleaks descubrieron que eran cómplices de esa procuraduría paralela, dirigida por el abogado de Varela, hoy difunto”.
Mulino se estaría refiriendo a Rogelio Saltarín, quien falleció en diciembre de 2018, un jurista que asesoró al Ministerio de la Presidencia en el gobierno de Varela. Antes fue abogado en las empresas familiares del expresidente.
Mulino también se alegró por la filtración masiva de los mensajes por WhatsApp de Varela, en los denominados Varelaleaks. Todavía se desconoce quién fue el autor de esa filtración realizada sin autorización judicial.
“¡Gracias a Dios salieron los Varelaleaks!”, exclamó Mulino este jueves.
“Ahí está toda la película de semejante vagabundería auspiciada por ese enfermo que se llamó Juan Carlos Varela”, agregó.
El sitió varelaleaks.com salió a la luz pública en noviembre de 2019 con supuestas conversaciones que se habrían dado en periodos y momentos específicos, entre 2017 y 2018, cuando Varela era gobernante. Sobresalieron intercambios de mensajes entre el entonces presidente y Kenia Porcell, donde quedó al descubierto las supuestas interioridades de casos judiciales de alto perfil.
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Varela siempre culpó a Martinelli. “Mas allá del debate del contenido de las conversaciones, lo que queda claro es la intervención directa de las comunicaciones de un presidente y la manipulación de la información por parte de una organización liderada por el expresidente Martinelli, usando el equipo que se compró en su momento por parte de ellos, con fondos de la corrupción, llamado Pegasus”, dijo en aquella época.
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‘Su peor momento’: los radares
Mulino solo tuvo elogios para Gómez Rudy, quien estuvo a su lado en lo que recordó como su “peor momento personal, político y jurídico: cuando estaba preso”.
“Llegó a mí sin conocerme, junto con Ramsés Barrera, que era su socio, hace algunos años, y se ofrecieron a ayudarme por una sola razón. Ni siquiera fueron los honorarios, porque creían que ese proceso era injusto, cuando yo tenía en contra a ese periódico que me inculpó y arrastró mi honra personal y profesional por muchos años con el tema de los italianos”, añadió.
Mulino fue detenido el 28 de octubre de 2015. En algunas pruebas se encontró que los radares adquiridos a Selex no detectaban el paso de las lanchas rápidas.
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El presidente dijo que Gómez Rudy no fue designado como procurador “por ser mi amigo”, aunque está claro que “enemigo no es”.
“Este presidente [Mulino] y ese procurador [Gómez Rudy] tienen claro que él no llega ahí para servirme a mí, sino para servir a la justicia penal de este país, como corresponde, y cerrar de una vez por todas la era negra y nefasta que inició Juan Carlos Varela con su procuradora títere, a quien sacó del Consejo de Seguridad del Estado para ponerla en la Procuraduría, y el resto es historia”, remarcó.
Anunció que Gómez Rudy “limpiará” el Ministerio Público, una vez tome posesión en enero de 2025 (aunque antes tiene que ser ratificado por la Asamblea Nacional) y “botará a los que tenga que botar”.
“Yo no quiero que a ningún panameño le pase lo que a mí me pasó y a otros amigos también”, añadió.
El presidente también contó que le pidió a Gómez que “por aquí ni llame”. También le recomendó que “no le tiemble la mano para hacer lo que tiene que hacer”.
Gómez Rudy y Villalaz de Allen reemplazarán a Javier Caraballo y Rigoberto González, respectivamente, a quienes se les vence el periodo en diciembre próximo.
No se ha anunciado quiénes serán los procuradores suplentes.
