‘Esto sacó lo mejor y lo peor de nosotros’, Itzel Alvarado

‘Esto sacó lo mejor y lo peor de nosotros’, Itzel Alvarado
Itzel Alvarado.


¿Por qué el contrato minero generó tanta polarización y radicalización en la población?

Los panameños somos tolerantes, confiados y hasta muy pacíficos, pero nos trataron como ignorantes y estúpidos, y la forma y el manejo que le dio el gobierno al contrato fue muy de imposición, de hacerlo porque sí. Esa gota derramó el vaso y nos fracturó.

Y nos dividió…

Sí, como si estuviéramos en una guerra entre los que estaban a favor y los que estaban en contra. Era blanco o negro, y eso no puede ser. Pero eso es responsabilidad del gobierno y la falta de gobernanza.

¿El gobierno supo medir lo que podía ocasionar que la gente se uniera?

No. Pensaron que nos íbamos a quedar como siempre. Y qué bueno que despertamos como sociedad, pero el daño económico y mental ha sido enorme. Era y seguirá siendo necesario cuidar nuestros recursos, pero ha habido un sufrimiento injusto e injustificable. No es verdad que quien se oponía a los cierres apoyaba el contrato y así lo quisieron hacer ver. En Chiriquí, seguimos viendo casos de estrés postraumático. Esto no se sana tan rápidamente.

¿Cómo afectó la ausencia de un líder que cohesionara o un mediador que bajara las aguas?

Aumentó la sensación de desesperanza e incertidumbre. Por suerte las personas no tomaron la justicia por sus manos. Pero aquí no sabíamos ni quién mandaba. Esto se volvió un pueblo fantasma.

¿La gente se convenció de que la suya era la única verdad?

Sí, por frustración. Personas defendiendo lo que no sabían cómo defender, de ambos lados. Y mucha gente ciega, solo siguiendo una línea. Y el que pensaba distinto se volvía el enemigo. Nos aislamos de lo que nos une como país.

Esta crisis, ¿sacó lo peor o lo mejor de nosotros?

Ambas cosas. Demostramos resiliencia y paciencia, y lo que podemos hacer si hablamos alto y protestamos. Pero por el otro lado, la radicalización... Por eso vimos tantos insultos y descalificaciones.

¿Cómo se lee, desde la psicología, la actitud de Cortizo en esta crisis?

Su ausentismo y su desconexión con la realidad son inexplicables.

Su lectura del gobierno en esta crisis.

Totalmente disociados de la realidad. Se refugiaron en una realidad alterna.

¿Elegiremos mejor en 2024 o de aquí a allá se nos olvida?

La historia no es muy alentadora en ese sentido, pero quiero pensar que la gente joven aprendió algo y esta vez elegirá mejor. Este parece haber sido el punto de inflexión, pero por otro lado hemos llegado a un punto de desesperanza aprendida.

¿Desde ahora habrá una protesta masiva cada vez que haya un acto de corrupción fuera de lo habitual?

Sí. Estamos funcionando como una persona engañada, que se vuelve hiper vigilante y desconfía de todo. Van a pasar muchos gobiernos antes de que volvamos a confiar en el gobierno de turno.

¿Perdimos la confianza en el gobierno o en todo el mundo?

En el gobierno y en la institucionalidad, que es peor. En los pilares de todo lo que nos protege como ciudadanos. Eso es grave. Y no solo se perdió la confianza, sino el respeto. Ya cualquiera postea un meme de cualquier político.

Su lectura de Ricardo Martinelli.

Sociopatía de libro, con un alto nivel de perversión y maldad sutil. Nada es grave y no hay límites. Es el padre del yo no fui.

¿Por qué hay personas como él, a las que los fracasos no le enseñan que no lo puede todo?

Porque hasta ahora lo ha podido todo. Y como no ha tenido arrepentimiento, todo lo que le sucede es por la maldad de otro.

Su lectura de Rómulo Roux.

No tengo. No me queda claro cuál es su motivación, fuera de llegar al poder.

¿Qué le impide a Gaby Carrizo darse cuenta del rechazo que genera?

Inmadurez e inexperiencia.

Su lectura de Martín Torrijos.

No se proyecta con la fuerza con que debería hacerlo. Es como más de lo mismo.

Haber sido presidente, ¿le juega más a favor o en contra?

Creo que a favor, pero no creo que eso sea suficiente.

Su lectura de Ricardo Lombana.

Joven, con buena intención, pero sin pulir. Le falta trabajar en manejo de conflictos, estrés y manejo de críticas… Se queda en el conflicto pequeñito, olvidando lo macro y que no hay perfección.

Su lectura de Gerardo Solís.

Ha sido mudo y sordo. Parece que todo le parece bien. Nos ha hecho perder la confianza en su institución.

De Benicio Robinson.

Es la barrera del progreso de Bocas.

¿Por qué personajes como él y Chello siempre se reeligen? ¿Sufrimos de síndrome de Estocolmo?

Sí. Nos acostumbramos a vivir en la pobreza y a pedir para subsistir, y pensamos que lo que viene puede ser peor.

¿Qué les gusta a los votantes de ellos?

Que los ayuda a resolver sus necesidades inmediatas, sin entender que lo que deben es hacer valer sus derechos y exigir el desarrollo de su comunidad.

En la política panameña, ¿hay más narcisistas, maleantes, sociópatas o mentirosos patológicos?

Una mezcla. Sobre todo, lo último.

¿Saben que están mintiendo o se creen su mentira?

Tengo que pensar que se creen su mentira y la convierten en su verdad. Y lo peor es que logran convencer a unos y a otros los ponen a dudar. Es como un trastorno de personalidad política.

El personaje con más sed de poder.

Gaby.

¿El poder corrompe o desenmascara?

Lo último. Desinhibe la personalidad.

Un político con labia convincente.

Martinelli. Es el discurso que pinta el panorama más soñado… y más irreal.

¿La gente cree en Martinelli por lo que dice o no importa qué diga?

Lo apoyan no importa qué diga. Es exaltación, como si fuera el mesías.

Su lectura de Marta Linares.

Emocionalmente dependiente. En un círculo de violencia emocional.

Sabonge y otros no renuncian pese a las críticas. ¿Eso es estar enfocado sin dejarse distraer o es cinismo?

No tienen la madurez de reconocer su responsabilidad. Y en un cargo ejercido con madurez, lo primero que entiendes es que es tu responsabilidad. Para ellos todo está bien. No hay aceptación.

¿Están disociados de la realidad?

O eso o están desconectados de la realidad. En absoluta negación.

¿Qué político nos sabe diagnosticar y medicar a nosotros como sociedad?

Todos. Ellos son la enfermedad, pero se venden como el médico y la medicina.

Nos quejamos del clientelismo, pero no hay clientelismo sin cliente… ¿O sí?

No. Las personas para sobrevivir se adaptan. Y cuando te adaptas, te acostumbras y es difícil salir de eso.

Ética y política. ¿Agua y aceite?

Hasta ahora, sí. Cuando debería ser la base de la política.

¿Es más fácil resocializar a una persona que se robó un molde de pan o una que robó millones?

El que se robó un molde de pan, porque lo hizo por necesidad y entiende que está mal. El que roba millones lo hace por ambición y cree que no hizo nada malo. Crea una historia que acomoda su realidad y la justifica. Eso no se puede cambiar.

Y un corrupto, ¿puede dejar de serlo?

La gente puede cambiar, pero solo después de entender y aceptar sus errores.

Un elemento psicológico en común entre los políticos.

Las promesas vacías. Y abrazar niños y viejitos.

¿Se debería aplicar una prueba psicológica a los funcionarios antes de entrar a sus cargos?

Debería ser obligatorio. Empezando por el presidente.

¿Cuáles son nuestros tres mayores problemas como sociedad?

La apatía, la incapacidad de poder coincidir en lo importante y la crítica reflexiva versus la difamación. Ahora dices una cosa y todo el mundo te destruye.

¿Somos una sociedad coherente?

No. Somos una sociedad adolescente. Siempre estamos reaccionando. Estamos ofendidos sistemáticamente, pero no nos defendemos. Salvo en el tema minero, nos quedamos siendo víctimas.

¿Nuestro discurso no va acompañado de nuestro comportamiento?

No. Pedimos no a la corrupción, pero la corrupción está enquistada cada vez más en nosotros mismos.

¿Tenemos fe o creemos que nada va a cambiar?

Tenemos fe, pero no terminamos de entender que eso depende de nosotros.

Aquí protestamos cantando, brincando… ¿Eso cómo se explica?

Es idiosincrasia. Es la forma en que nos indignamos: riéndonos y burlándonos.

¿El panameño es feliz porque lo es o porque niega su realidad?

Porque ha desarrollado herramientas adaptativas para poder sobrevivir. Una gran parte de la población está simplemente sobreviviendo. Y piensa, con fe, que las cosas van a mejorar.

¿Por qué somos tolerantes con la corrupción, pero no con nosotros?

Estamos sometidos sistemáticamente a la corrupción. Y, como con la violencia, cada vez te vuelves más tolerante a ella. Ya no te sientes tan amenazado. Nos hemos ido acostumbrando a situaciones graves y, cuando viene otra, se nos va olvidando la anterior. Y como con la corrupción no puedes quejarte porque es un bloque de hielo, la agarramos con los más débiles, los que no pueden tener represalias contra nosotros. En el fondo, tenemos miedo

¿Qué hay detrás de la ‘taquilla’?

La nueva soledad.

Con las redes sociales, ¿estamos más solos o acompañados?

Más ansiosos, hiper vigilantes y abrumados. Las redes están enfermándonos.

Las principales enfermedades mentales que afligen al panameño.

Depresión, ansiedad, ideas suicidas y adicción al alcohol, que es lícito, fácil de conseguir y hasta exaltado.

¿Y la adicción a los ansiolíticos? ¿Por qué ha aumentado tanto su consumo?

Es perturbador el aumento de esa adicción. Automedicados... porque vivir en ansiedad es vivir encerrado en una cárcel en tu propio cuerpo. Y es la búsqueda desesperada por tener paz.

¿Qué hacer para criar a un niño que no tenga que vivir yendo al psicólogo?

Crecer de la mano de especialistas es bueno, pero para que no crezcan teniendo crisis, lo principal es tener ambientes estables, con comunicación y seguridad.

El mensaje que más le preocupa que estén recibiendo los niños.

Que sin dinero o conexiones es difícil salir adelante.

PERFIL

Psicóloga clínica con 25 años de experiencia. Especialista en terapia de reprocesamiento de movimientos oculares.


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