El grupo de estudiantes que estaba presente en la mesa única de diálogo desde su instalación anunció ayer martes su retiro, ya que, a su juicio, este mecanismo “ha perdido representatividad y legitimidad”.
En un comunicado publicado la noche del pasado 25 de julio, al cuarto día de negociaciones entre el Ejecutivo y líderes de organizaciones sociales, los estudiantes plantearon que en la mesa se maneja “una agenda ideológica que no busca solucionar los problemas”.
Agregaron que su prioridad era el tema de la corrupción que, si bien es uno de los puntos a tratar, después de cinco días de negociaciones solo se ha avanzado en dos aspectos.
Los estudiantes no solo fueron críticos del gobierno, sobre el cual aseguraron ha “reafirmado su falta de credibilidad y liderazgo”, sino también de las organizaciones ahí representadas. “Consideramos que gran parte de las figuras sentadas en esta mesa no representan un liderazgo efectivo dentro de sus sectores, por lo tanto no representan los intereses reales del pueblo panameño”.
La salida de los estudiantes y la inminente entrada de los sectores empresariales es otro obstáculo que deberá superar la mesa, instalada para apaciguar la conflictividad social que vive el país desde hace cuatro semanas.
El Ejecutivo está representado en la mesa por un grupo de ministros, viceministros y personal técnico, mientras que las organizaciones sociales cuentan con participación de líderes gremiales y comunitarios.
Llegar a consensos en la mesa, que es moderada por la iglesia Católica, ha sido complicado. Sobre el primero de ocho puntos a discutir, inherente a la canasta básica familiar, se logró consenso en siete puntos y quedaron pendientes tres.
En la jornada de ayer, que estaba prevista para empezar a las 9:00 a.m., arrancaría la discusión del segundo punto, el alto costo del combustible y el congelamiento de este.
Al cierre de esta edición, existía una propuesta por parte de las organizaciones de rebajar el costo del galón a $3 en todo el país. Además, exigen que la rebaja se aplique sin requisitos, que el proceso sea fiscalizado y que se establezca una comisión para analizar los precios.
Los primeros indicios del descontento social por el alto costo de la vida se dieron el pasado mes de junio, cuando grupos de transportistas y productores pidieron respuesta al gobierno ante el alto costo del combustible.
Desde entonces, el gobierno ha respondido con el congelamiento del galón de gasolina a $3.25, un sistema de subsidio al costo para el consumidor. Se tiene previsto que en la mesa se discutan medidas a mediano plazo sobre este tema.