El mandatario José Raúl Mulino encabezó este jueves los actos conmemorativos del 9 de enero de 1964 en el Centro de Capacitación Ascanio Arosemena, sede del monumento a los mártires, la “Llama Eterna”.
El evento no duró más de una hora, y el presidente se limitó a colocar una ofrenda floral, sostenida por dos agentes del Servicio de Protección Institucional, frente al monumento. Mulino, quien asistió en camisilla blanca, permaneció en silencio mientras se desarrollaba el protocolo.
Muy cerca de él estaban sus ministros y el administrador del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez. También estuvieron presentes miembros del Movimiento 9 de Enero, así como familiares de los mártires.
Omar Jaén Suárez, historiador y diplomático, fue designado como orador principal del evento.
“Me toca hoy rendir homenaje a una gesta que marca el movimiento histórico”, expresó.
Recordó a los estudiantes que lucharon por la soberanía del país “solo con las banderas” frente a una “turba de militares” de la Zona del Canal.
“Aquí, en este lugar, estudiantes del Instituto Nacional incendiaron la chispa de eventos heroicos de la historia entre dos países, con la participación también de miles de panameños.
Fueron acontecimientos de gran impacto”, sostuvo. Trece años más tarde, añadió, se registró la firma de los Tratados Torrijos-Carter, que garantizaron la paz entre dos naciones, la tranquilidad en el continente americano y la seguridad de la navegación internacional.