La empresa estadounidense de noticias Fox News, cuyos principales accionistas son la familia del magnate Rupert Murdoch, está enfrentando dos demandas civiles por difamación cuyo resultado hará historia en materia de libertad de expresión.
La primera demanda es por mil 600 millones de dólares y fue interpuesta por la empresa de servicios electorales Dominion Voting Systems. La segunda es por 2 mil 700 millones de dólares y fue presentada por la empresa Smartmatic. Ambas demandas se originan en el proceso electoral estadounidense de noviembre de 2020 y el esfuerzo de la ultraderecha de crear una narrativa de un gigantesco fraude electoral en contra del entonces presidente y aspirante a la reelección Donald Trump.
En términos generales, las dos demandas afirman que la empresa de medios actuó con dolo divulgando noticias falsas sobre la integridad de la elección presidencial, que tuvo como ganador al demócrata Joe Biden.
Cada demandante argumentó inicialmente que Fox News les había causado un daño inmenso a su reputación, lo que había afectado su potencial de hacer negocios y hasta había inspirado amenazas de muerte a altos ejecutivos de estas empresas.
La doctrina de la real malicia
El 9 de marzo de 1964, la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos decidió el caso New York Times vs Sullivan, en el cual se estableció que para condenar a una parte por el ejercicio de su libertad de expresión había que demostrar que esa parte conocía que los hechos eran falsos y que tenía la intención de hacer daño. A esa doctrina se le denomina como “real malicia” y es el criterio dominante en los países democráticos en materia de calumnia e injuria.
Para condenar a Fox News en un proceso civil por difamación, las empresas demandantes deben demostrar que la cadena televisiva actuó con conocimiento de que la información que divulgaba era errónea, y que lo hizo para dañar la reputación de las demandantes.
El primero de estos procesos, el de la empresa Dominion, tuvo un hallazgo significativo a principios del mes de marzo cuando se conoció públicamente que las pruebas practicadas, que incluían declaraciones juradas, peritajes informáticos, y el acceso a las comunicaciones internas de la cadena, demostraban que el propio Rupert Murdoch sabía que no habían ocurrido irregularidades con los sistemas de votación, pero que estaba interesado en mantener el rating de su audiencia conservadora.
Igualmente, presentadores como Tucker Carlson y Sean Hannity reconocían en privado la realidad del resultado del proceso electoral, pero en público divulgaban una versión muy distinta.
En el caso de la demanda de Smartmatic, se afirma que presentadores como María Bartiromo y Lou Dobbs, ambos de Fox News, habían permitido repetidas veces que voceros del entonces presidente Trump afirmaran que la tecnología de Smartmatic había sido desarrollada por instrucciones del dictador venezolano Hugo Chávez, con la finalidad de que cambiara electrónicamente los votos emitidos. Chavez murió en el 2013 y Smartmatic solo dio sus servicios en la ciudad de Los Ángeles, California, una comunidad predominantemente demócrata, por lo que incluso si se hubiese dado la supuesta alteración de votos republicanos para convertirlos en demócratas, el impacto habría sido poco significativo para el resultado electoral de uno de los estados más afines al partido Demócrata.
Perspectivas de los procesos
El próximo 17 de abril, un juez estatal de Delaware, Eric Davis, ha programado el juicio por jurado de la demanda por difamación de Dominion contra Fox News. La importancia de que el juicio sea por jurado es que le permite a la empresa demandante convencer a los miembros del jurado con sus argumentos, de forma tal que sea el sentido común de los ciudadanos que integran el jurado el determinante de la responsabilidad civil de Fox News.
Por otra parte, el proceso de Smartmatic avanza en el estado de Nueva York, dado que los presentadores de la cadena transmitían presencialmente desde ese estado. Fox News apeló la admisión de la demanda, pero el pasado 14 de febrero, un tribunal estatal de apelaciones negó la impugnación, por lo que el caso está pendiente de su fecha de juicio en ese estado.
Aunque en los juicios por jurado condenen a la cadena de noticias por difamación, la decisión final tardará algunos años, entre apelaciones y recursos constitucionales que posiblemente lleven los casos ante la muy conservadora Corte Suprema de Justicia, la cual no ha sido muy amistosa con las causas emblemáticas del liberalismo estadounidense, entre estas la libertad de expresión.
Una condena en cualquiera de los dos casos contra Fox News cambiaría el panorama de los medios de la derecha estadounidense y le cerraría la puerta a las exageraciones y distorsiones de demagogos como Trump.