Con la presencia del vicepresidente de la República y ministro de la Presidencia, José Gabriel Carrizo, en la biblioteca de la escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena, el Gobierno retomó las conversaciones con la Alianza Nacional por los Derechos del Pueblo Organizado (Anadepo).
El pasado 7 de julio, el Ejecutivo invitó a una mesa de diálogo a los educadores y a Anadepo, la cual se instaló en el centro de convenciones Coopeve de Santiago, pero al no lograr acuerdos y ante la exigencia de los educadores de que se presentara el propio presidente Laurentino Cortizo (que hasta el 10 de julio estaba en Estados Unidos), el proceso se paralizó.
Pero este viernes 15 de julio las conversaciones fueron retomadas en medio de las constantes protestas y un día después de la instalación de otra mesa de diálogo, pero en la capital, en la Ciudad del Saber, que involucra a otros sectores.
Carrizo presentó a los educadores algunas propuestas, las cuales recibieron, a su vez, contrapropuestas. Al cierre de esta edición, las conversaciones se mantenían entre los grupos de educadores y el Gobierno mientras en la capital sonaban las pailas y algunos locales comerciales con paredes de vidrio reforzaban su seguridad con madera.
Santiago, la ruta clave para hallar salida a la crisis
Un día después de anunciar el proceso de “diálogo por Panamá” y en el decimotercer día de protestas en las diferentes provincias del país, el Gobierno hizo contacto nuevamente este viernes 15 de julio con los grupos que impulsan las manifestaciones.
A tempranas horas, dirigentes de la Iglesia católica, que será la facilitadora de la mesa del diálogo que instaló el jueves 14 de julio el presidente de la República, Laurentino Cortizo, en la Ciudad del Saber, se trasladaron a Santiago, provincia de Veraguas, específicamente a la sede de la Asociación de Educadores Veragüenses, para lograr acercamientos con los educadores y miembros de la Alianza Nacional por los Derechos del Pueblo Organizado (Anadepo).
El arzobispo José Domingo Ulloa lideraba la comitiva de la Iglesia. Ulloa pidió que las vías fueran abiertas intermitentemente. Mientras, los educadores y Anadepo plantearon la necesidad de una mesa de diálogo en la que estén presentes los interlocutores que están en las calles. Así lo expresó Juan Ramón Herrera, dirigente de Anadepo. Este encuentro duró una hora.
Mientras la iglesia pedía un voto de confianza como facilitadora ante Anadepo y los educadores para avanzar en un diálogo, las protestas en todo el país continuaron. Desde tempranas horas de ayer, miembros del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs) hicieron piquetes en las principales avenidas. Se mantuvieron los cierres en varios puntos de la vía Interamericana. Hubo bloqueos en Chiriquí, en la península de Azuero, Panamá Oeste, Bocas del Toro y áreas de la capital del país.
Por ejemplo, un grupo de educadores marchó hasta la Contraloría General de la República, que dirige Gerardo Solís, funcionario al que se le reclaman mayores controles de los gastos del Ejecutivo y el Legislativo. Los manifestantes pidieron agilizar los trámites administrativos del programa de la leche y la galleta nutricional que se reparten en las escuelas.
Solís, mediante un comunicado, indicó que accedió a que una delegación representativa de educadores fuera atendida en su despacho, pero esto, según dijo, fue rechazado por los grupos de docentes. “En la Contraloría creemos en el diálogo y las puertas seguirán abiertas”, declaró.
Al terminar el día, un grupo de estudiantes se reunía en la plaza Catedral, Casco Antiguo, a pasos de la Presidencia de la República, para expresar su descontento por el alto costo de la vida. Además, advirtieron que las medidas de contención del gasto anunciadas por el Ejecutivo y el Legislativo son insuficientes.
En horas de la tarde, a eso de las 4:20 p.m., llegó a la biblioteca de la escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena, en Santiago, el vicepresidente de la República y ministro de la Presidencia, José Gabriel Carrizo, acompañado del ministro consejero José Alejandro Rojas y su equipo de trabajo. Carrizo, que llevaba una propuesta del Gobierno -cuyos destalles no han trascendido-, entró a la reunión. Al cierre de esta edición se mantenía en un salón contiguo analizando las distintas propuestas.
Santiago y la Normal son la cuna histórica de la formación de los maestros. Se convirtió en el punto de partida de las protestas, que se han generalizado por todo el país, con la decisión de los educadores de irse a paro por el alto costo de la vida, el combustible y la canasta básica, y el despilfarro del Gobierno.
El pasado 7 de julio, el Gobierno llamó a una mesa de trabajo a los educadores, la cual se instaló en el centro de convenciones Coopeve. Luego de no llegar a un acuerdo y ante la exigencia de los educadores de que se presentara Cortizo, las conversaciones se pausaron. En esta mesa, desde un inicio se encuentra la Defensoría del Pueblo.
En medio de las protestas y la escasez de alimentos debido a los prolongados cierres de calles, se incrementaron los llamados al diálogo. Un comunicado de un grupo de exministros de Salud, entre ellos, José Manuel Terán, Francisco Sánchez Cárdenas, Javier Díaz, Rosario Turner, Javier Terrientes y Miguel Mayo, planteó lo siguiente: “Hacemos un llamado vehemente a conciliar posturas. En una invitación a trabajar juntos, con ahínco y honestidad, para resolver la problemática actual y establecer acuerdos nacionales para enfrentar los retos que traerá recesión económica mundial anunciada”, expusieron en el comunicado.
Este llamado se suma al de los expresidente Ernesto Pérez Balladares y Mireya Moscoso. Ambos dijeron estar “conscientes de las dificultades que inquietan a los distintos sectores de la vida nacional, hacemos un llamado al entendimiento, a la empatía y a la sensatez de todas las partes”.
Ayer, en tanto, el expresidente Martín Torrijos escribió en su cuenta de Twitter “que para superar esta crisis se requiere de mucha capacidad, tolerancia y desprendimiento por parte del gobierno, la fuerza pública, de los que protestan e incluso de los que miran desde afuera los acontecimientos. Es una de esas confrontaciones en las que nadie va a salir triunfador, pero todos podemos terminar perdiendo”.
Al cierre de esta edición, el diálogo continuaba en Santiago. Mientras que en los predios de la Normal se desarrollaban protestas y en la capital sonaban las pailas. Cortizo no se dejó ver durante todo el día de ayer.