En los últimos cinco años el boxeo panameño ha vuelto a tener el protagonismo mundial, tras décadas de fugaces figuras, haciendo honor al reconocimiento de tierra de campeones.
Celestino Pelenchín Caballero, Roberto La Araña Vásquez, Anselmo Chemito Moreno, Ricardo El Maestrito Córdoba y más reciente Luis El Nica Concepción, son los personajes que han vuelto a hacer que los corazones de muchos panameños se agiten con cada golpe.
Sin embargo, esa llama de emoción se ha ido apagando. A excepción de Chemito y El Nica, al resto no le fue bien en 2010, se mostraron como frágiles monarcas. Lo que hace difícil pensar en volver a tener una época prolongada de gloria, como la brindaron los grandes de la historia del boxeo istmeño.
Son 29 campeones mundiales los que ha tenido el país desde que Teófilo Panamá Al Brown conquistara el título gallo en 1929.
Pero de toda esa excelencia boxística, las estadísticas apuntan a cuatro grandes del boxeo criollo.
Boxeadores que no solo ganaron una corona, sino que mostraron su solidez como campeones, defendiendo sus fajas con éxito en múltiples ocasiones.
Panamá Al Brown, Roberto Mano de Piedra Durán, Hilario Zapata y Eusebio Pedroza son, sin lugar a dudas, las insignias del boxeo panameño.
Al Brown conquistó el cetro mundial gallo en 1929 tras vencer por decisión a Domenico Bernasconi.
Tras alcanzar el título, lo defendió en 10 ocasiones, dejando un precedente en la historia del boxeo.
Para el historiador del boxeo panameño Daniel Alonso, Al Brown le abrió las puertas al boxeo latino, ya que en ese entonces era casi desconocido.
“A finales de la década de 1920 el boxeo latino no era tan reconocido como lo es actualmente y fue en esa época en la que Panamá Al Brown dio a conocer la clase de boxeadores que existían en Latinoamérica”, dijo Alonso.
En la historia del boxeo panameño, Panamá Al Brown queda registrado como el primer campeón mundial nacido en este país.
Otro que dejó escritas en letras doradas este deporte fue Eusebio Pedroza, un verdadero estilista.
Pedroza entra a la lista como el púgil istmeño con más defensas de su campeonato mundial.
En 1978, el Alacrán ganó el título pluma de la Asociación Mundial de Boxeo, al vencer por nocaut técnico en 13 asaltos a Cecilio Lastra.
Después de esa victoria, Pedroza hizo 20 defensas exitosas de su corona del mundo. Esa marca en la actualidad es casi imposible de igualar, tanto en Panamá como en el resto del mundo.
“Pienso que la disciplina que demostró Eusebio Pedroza a lo largo de sus siete años de reinado fue algo digno de admirar”, comentó Alonso”.