Sus cafetales guardan una historia poco conocida que se remonta al inicio de la República de Panamá.
En Boquete, provincia de Chiriquí, a mil 250 metros de altura sobre el nivel del mar, se encuentra la finca Don Neno, que perteneció al general colombiano Juan B. Tovar, líder del Batallón Tiradores que participó de la gesta de separación de Colombia.
Esta finca fue adquirida en 1912 por el Dr. Belisario Porras y posteriormente vendida a cómodos plazos al general colombiano, quien no cumplió con las órdenes de su país de atacar al istmo.
Como Tovar no podía regresar a Colombia, por razones obvias, se radica en las tierras altas de Boquete. Allí se dedica a la siembra de caña y café, este último considerado un cultivo tradicional por los colombianos.
Con el pasar de los años, la finca pasa a manos de su heredero, Jorge Tovar, Don Neno, como solían llamarle los lugareños.
Como la descendencia de Don Neno era numerosa, estos le recomendaron vender la finca, pues no habría tierra para repartirle a todos.
El heredero del general Tovar finalmente decide vender las tierras a Plinio Ruiz González, fundador de Café Ruiz, con la condición de que este continuara con la tradición cafetalera.
Desde entonces han pasado 33 años de esta transacción que se cerró por 185 mil dólares, recuerda Plinio Ruiz, hijo.
La finca Don Neno, al igual que cinco fincas agroturísticas, se ha convertido en punto de referencia para los nacionales y extranjeros que llegan a tierras boqueteñas en búsqueda de una de las mejores tierras productoras del café de altura de Panamá. Su historia ha hecho de estas tierras un lugar casi obligatorio para los que quieren conocer la ruta del café panameño.
Hace cinco años el propietario de la finca, Plinio Ruiz, vio la posibilidad de darle un valor agregado a la producción cafetalera y decidió diversificarse hacia el agroturismo.
En la finca, ubicada en el corregimiento de Palmira, distrito de Boquete, sus visitantes disfrutan de un completo recorrido que involucra la cadena de producción del famoso Geisha. La libra de este café gourmet se cotiza en el mercado internacional en 170.20 dólares.
El paseo, que dura tres horas aproximadamente, incluye un recorrido por las plantaciones, el beneficio Don Plinio (donde se procesa el grano hasta que está listo para empacar) y concluye en la planta procesadora.
En Boquete, provincia de Chiriquí, operan unas seis fincas agroturísticas, entre las que destacan Lérida en Alto Boquete, Don Neno, Hacienda Kotowa, Dos Jefes y Bajareque.
Lérida es una de las fincas cafetaleras de mayor tradición en Boquete, que ofrece un recorrido interactivo para los interesados en conocer el proceso de producción del grano.
Café Geisha, Typica, Borbón y Caturra son algunas de las ocho variedades de café de altura que se cultivan en finca Lérida en Boquete.
La historia presentada al probar un sorbo de café es misteriosa y permanece cuando se conoce el camino que ha recorrido el producto: de la semilla al árbol, del árbol al fruto, del fruto a la taza, asegura Plinio Ruiz, propietario de la finca Don Neno.
En Boquete, se trabaja en la creación de la ruta del café, cadena que involucra a restaurantes, hoteles, fincas de producción y el proceso del grano, lo que impulsaría al café panameño que se posiciona a nivel mundial como uno de los mejores por su sabor y aroma.