Frustrado e impotente. Así dijo sentirse Miguel Ángel Sambrano –el hombre que en el año 2005 acusó al entonces fiscal de La Chorrera, Arquimedes Sáez, de pedirle una coima de 2 mil dólares– después de conocer que la procuradora de la Nación, Ana Matilde Gómez, fue expulsada de su cargo.
Gómez fue sacada porque, según el pleno de la Corte, “abusó de su autoridad” cuando autorizó interceptar los teléfonos de Sambrano, como parte de un operativo encubierto para probar que Sáez le pidió una coima.
Sambrano estuvo en la sala de audiencia el pasado miércoles, pero se retiró antes de escuchar el veredicto.
“Yo iba a decir toda la verdad y a reiterar lo que dije en la Fiscalía Auxiliar, en la Fiscalía Anticorrupción y en la Procuraduría de la Administración, de que el ex fiscal Arquimedes Sáez me pidió 2 mil dólares para no trasladar a mi hijastra al centro femenino”, señaló Sambrano.
Desde su casa en La Chorrera, Sambrano habló con este diario. Dijo que quería desahogarse, ya que en el juicio no lo dejaron hablar.
El 2 de agosto recibió la boleta de citación. En principio creyó que lo convocaba la defensa de Gómez, pero el 10 de agosto, mientras veía un reportaje de televisión, escuchó a la Procuradora decir –con cierta extrañeza– que su testimonio era requerido por Sáez.
Quedará la duda de por qué lo convocó el ex fiscal: el día de la audiencia, el abogado de Sáez desistió de su testimonio.
La ahora ex procuradora Gómez opina que convocar a Sambrano para luego descartarlo, fue una “argucia” del abogado de Sáez.
Sambrano aseguró que nunca ha tenido contacto con Sáez, sus abogados o la defensa de Gómez.
“Yo iba a aclarar que yo nunca hablé por teléfono con Sáez. Yo hablé con Carlos Smith Coba, quien era el intermediario del ex fiscal para cobrar el dinero”, contó.