‘No importa lo que digan las leyes... aquí cuando quieren cambiar las cosas, lo hacen’

‘No importa lo que digan las leyes... aquí cuando quieren cambiar las cosas, lo hacen’


Rafael Boli Bárcenas es un hombre que se hizo solo. Exitoso empresario, ha llegado a ser uno de los más reconocidos publicistas del país.

No solo es dueño de la publicitaria BB&M, sino de McCann y Punto y Aparte. También lo es de Grabados REB, de la empresa de comunicación Skycom, de la imprenta Zetta, de la productora de comerciales Voltage, de la promotora RMG, de la mueblería BBK y de la empresa de aviación MEB Enterprises. Además, es socio en Santa María Golf & Country Club, Metrobank, Eurovalores y Ocean Reef. “La agencia es mi tarjeta de presentación, mas no es lo más rentable. Tengo bancos, bienes raíces, aerolíneas, tierras. No apuesto ni juego. Gano siempre, no por temporadas”, dijo en 2009 en una entrevista a este diario.

Bárcenas siempre ha estado cerca del poder. Casi todos los presidentes, según ha dicho públicamente, le piden dinero para financiar sus campañas. Él aportó a la campaña de su amigo y hoy mandatario, Ricardo Martinelli, además de ser el publicista del Súper 99.

Su hijo Rafael es el director de Aeronáutica Civil.

Como si quedaran dudas de su cercanías al presidente Martinelli, cuando le tocó a la Asamblea Nacional designar a su representante en la junta directiva de la Autoridad del Canal de Panamá, el mandatario les impuso a Bárcenas a los diputados oficiales. “No, yo he decidido, y tiene que ser Bárcenas”, dijo Martinelli a José Luis Varela, presidente de la Asamblea Nacional en 2009, según confesó el propio diputado a la Embajada de Estados Unidos y quedó registrado en los cables diplomáticos revelados por WikiLeaks.

El año pasado, el Gobierno nacional le rescindió el contrato ganado por la publicitaria P4 Ogilvy por cinco años durante la administración Torrijos para la campaña de la promoción turística del país y se lo adjudicó directamente a BB&M.

Bárcenas pretende ahora desarrollar dos rellenos en forma de península en la calzada de Amador, el área de mayor potencial turístico de la ciudad de Panamá.

Consultado sobre el tema, contó que el proyecto fue concebido hace más de 20 años por el arquitecto Andrés López Piñeiro y que ahora él lo retomó con su hijo Miguel López Piñeiro.

“Es otro look de Panamá, totalmente diferente. Que si yo me quiero volver millonario con eso y no sé qué o no sé cuánto, yo soy un hombre de negocios y yo quiero hacer negocios. Estoy dispuesto a hacerlos con el Estado 50/50, a hacer lo mismo que se ha hecho con otras concesiones que luego se han podido titular y vender, o a pagar por el metro cuadrado que creo… Y no importa lo que digan las leyes del país, aquí cuando quieren cambiar las cosas para que funcionen para un tercero, lo hacen automáticamente. En mi caso yo ni siquiera pido eso, yo pido que razonen. Lo que no creo es que necesito tener al MEF y la ARI en contra de mi proyecto y aparte, que yo converse con la ARI y que ella [Liriola Pittí] no sea honesta conmigo y me cuente la historia como es. Objeto quedar bajo su paraguas, porque sé que no le va a dar chance a mi proyecto”.

¿Por qué?

Ella es una persona sin visión, que lo único que hace es crear problemas. No resuelve. En consecuencia, si hoy yo tengo que perder todo, estoy dispuesto a hacerlo.

¿Ya ha invertido bastante?

Sí. En planos, fondos marinos, estudios de factibilidad… Ya esto va por 300 y pico mil dólares. Pero yo no voy a luchar contra el mundo panameño de los egoístas, envidiosos y malas gentes. De eso está lleno Panamá y el Gobierno también.

¿Qué problema hay con Alberto Vallarino y su proyecto en Amador?

Él contestó una carta que le tomó como 10 días hacer, porque me imagino que se buscó a todos los abogados del mundo para oponerse al proyecto. Y así como para la torre financiera van a acudir a la empresa privada, pues yo invito al Gobierno a que participe conmigo.

¿Usted tiene socios?

No. A las personas allegadas a mí que están dispuestas a meter dinero, yo les dije que yo ponía el dinero hasta cuando tuviera el producto. Entonces los puedo invitar.

¿Allegados políticos?

No. Pura gente inversionista con plata en este país, y no son los que se repiten en los demás proyectos.

¿Pero qué ha pasado?

He hecho las solicitudes que tengo que hacer, pero estoy viendo cada vez más que en la ARI, ella [Liriola] de mala fe está tratando de oponerse de forma no sincera al proyecto. Sé que ella atiende direcciones del ministro del MEF.

¿Pero por qué querría él oponerse a su proyecto?

Existen cosas anteriores en donde él se vio afectado y como yo formaba parte de una directiva, el tipo la cogió conmigo. No me interesa entrar ahí, pero definitivamente no somos amigos ni vamos a serlo más nunca. No niego su talento, no envidio su maldad ni tampoco que sea íntimo amigo del Presidente.

Aparte de él, ¿quién se ha opuesto a su proyecto?

Todo el que ha venido a ver el proyecto dice que esta vaina es una belleza y cambiaría Panamá. El único que se ha opuesto ha sido él. Es algo que no le toca, es tomarse funciones que no le corresponden.

¿A quién le corresponden?

A la Anati le va a corresponder posteriormente. El MEF no maneja tierras en este país más nunca. Se lo quitaron. Con quien yo tengo que lidiar es con la AMP, que me ha brindado todo el apoyo del mundo. Todo lo que hemos tenido que corregir lo hemos corregido para llegar a la concesión. Luego viene el tema de que si esto se va a vender o no. Yo quiero que tú comprendas que gastar $60 millones en esto…

¿Esa es la inversión total?

No, eso es para hacer la tierra. Son $100 millones que incluyen tierras, agua, calles, electricidad. Y luego desarrollar hoteles, restaurantes, centrito de convenciones… porque de aquí a que ellos hagan su centro de convenciones, el mío va a estar hecho. Estos quieren hacer 3 mil cosas a la vez. Ojalá que tengan capacidad y vida para lograrlo.

La única manera que el proyecto se pueda hacer es vendiendo el área residencial. Eso es lógico.

¿Cuál es su mercado meta?

Todos los panameñitos; ahora hay muchos yates. ¿A quién no le gustaría tener una casa con su yate? Ese es mi dream y el de todos.

O sea que el mercado meta son los que tienen yate…

No, brother… aquí hay panameños que pueden comprar un terreno de mil 500 metros a $850 el metro para hacerse un town house. Esto no es que vamos a especular y que queremos ganarnos 400 millones de dólares, que se podría...

La cinta costera –si la hacen hasta por ahí– le favorecería…

Sería una belleza. El que viva ahí, en tres minutos llegaría a Panamá. ¿Y qué le daríamos al Estado? $12 millones para construir una carretera hasta la mitad de la calzada de Amador, partiendo de Figali. La idea es dejarle esa carretera al Gobierno para que la siga hasta Flamenco. Y eso lo vamos a usar para hacer el relleno sin usar las dos vías existentes y así no perjudicar a los panameños. Eso es consideración.

Aparte, crearemos mil 500 estacionamientos que compartiremos con el turismo que genere el Museo Gehry. Vamos a tener restaurantes de calidad para que sea más atractivo para los visitantes. Y aparte, si hacen el muelle de cruceros, nuestro hotel contribuiría.

O sea que la cinta es mejor que el túnel y los pilotes…

Los pilotes son horribles. Entiendo a todos los que quieren preservar el Casco Viejo y todo lo que tú quieras, pero estoy en desacuerdo en que este país no pueda progresar por falta de carreteras.

¿Ya le contó a Martinelli de lo de Liriola para que lo ayude?

No. No le voy a dar jamás el menor problema, ¿oíste?, porque esto se transforma en bochinche, y estoy harto de lidiar con gente incompetente. Ah, y aparte, por metro le estamos pagando al Estado. Al final el Gobierno sale resarcido con al menos $38 millones, más o menos $287 el metro por tierra creada. Eso es buenísimo. Este proyecto va a fortalecer… Todo el mundo criticaba la carretera de Tocumen a Panamá que hizo Ernesto Pérez Balladares, y ahora lo aplauden. Criticaron a Martín Torrijos por la cinta costera y funcionó. Aplaudo a Martinelli que la está continuando. No es fácil ponerse de acuerdo con todo el mundo en este país…

Con toda la oposición que ha recibido su proyecto, ¿piensa que al final se hará realidad o no?

Si se da, bien, y si no, créeme que no pasará nada. Fue un buen intento, pero no tuve suerte de que me apoyaran los que debían hacerlo.

¿Pero no era que al MEF no le tocaba aprobarle nada?

No le corresponde, pero se mete y hace mal ambiente. Son malos. Y te digo: si ese es el tipo de gente que me va a gobernar, que no vengan a pedir un dólar en esta oficina más nunca en su vida. No me interesa aportar a nadie que no quiera fortalecer el país. ¿Quién ha dicho que ahora el Gobierno va a ser el inversor, si toda la vida ha sido la empresa privada? Denle la oportunidad a los inversionistas de que hagan las cosas. Pero no como se hace, que son los mismos de siempre los que se quedan con todo.

Ricardo Martinelli le pidió dinero para su campaña, ¿no?

No. Yo fui donde él y me parecía que tenía una buena causa. Por eso lo apoyé. Te advierto, otros me han pedido. Torrijos, Pérez Balladares. Este último se portó excelente hasta que me mandó a los auditores un día que no estuvimos de acuerdo.

¿Con cuánto dinero apoyó a Martinelli?

No, para qué...

¿Pero ya recuperó su plata?

No, otros sí, yo no. Yo lo único que hago es tratar de hacer cosas. Pero eso es muy complicado. Qué va, es un pequeño grupo…

Se dice que usted forma parte de ese grupo de afortunados...

Yo no me reúno con Martinelli. Si le pido una cita, demora cuatro meses en dármela. Por eso no se la pido. Mira, se dice que él actúa sin consultar, pero esa es la única forma de hacer cosas en este país. El día que consultes todo, se acaba el país. Por eso ese cuento de la democracia, a mí me lo cambian. Hay que tener dosis de democracia y dosis de… lo más importante es el mandato. Para mandar hay que tener sesos. Y no tengo la menor duda de que eso le sobra a Ricardo.

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