Un grupo de trabajadores llegó la tarde de este sábado a la embajada de Nicaragua en Panamá, lugar donde se asila Ricardo Martinelli, con una puerta de metal y equipo especializado para su instalación.
Cuatro obreros levantaron la pesada puerta ante las cámaras de televisión e ingresaron de inmediato a la sede diplomática, que en la última semana ha sufrido remodelaciones tras la llegada del expresidente, condenado a 128 meses de prisión por el caso New Business.
La nueva puerta se colocó detrás de la puerta principal de madera de la entrada de la embajada. De acuerdo a Luis Eduardo Camacho, vocero de Martinelli, todo cambio en la embajada lo decide la embajadora Consuelo Sandoval Meza. “Recuerda que la seguridad de Ricardo [Martinelli] es responsabilidad del gobierno de Nicaragua”, dijo.
El arribo de esta puerta de seguridad se produce horas después de que abogados de Martinelli se quejaran de la presencia de agentes de la Policía Nacional.
Martinelli se atrincheró en esa embajada de Nicaragua desde el pasado 7 de febrero, después de proclamarse como “perseguido político” y luego de que el régimen de Daniel Ortega le concediera el asilo.
Desde entonces, en la embajada han colocado algunas vallas para bloquear la visibilidad hacia dentro de la sede, instalado alambres de púas y establecido algunas otras medidas para quienes lleguen a hacer trámites.
También han llevado a ese sitio toda clase de insumos domésticos tales como: unidades de acondicionadores de aire, televisores, colchones, asadores de barbacoa tamaño familiar, tanques de agua y gran cantidad de comida y bebidas.
El pasado 9 de febrero, el Ministerio de Relaciones Exteriores le negó el salvoconducto para salir del país.
El expresidente de la República fue postulado como candidato presidencial de los partidos Realizando Metas y Alianza, pero la condena del caso New Business lo deja fuera de la carrera.
(Con información de Agustín Herrera).