Un nuevo giro podrían tomar las investigaciones sobre los siete adolescentes que resultaron quemados (cinco de ellos ya fallecidos) en el incendio ocurrido en el Centro de Cumplimiento de Menores en Tocumen, hace dos meses.
Originalmente estas pesquisas se encaminaban a encontrar a los responsables de haber lanzado bombas lacrimógenas dentro de la celda incendiada, pero ahora también se investiga la posibilidad de que las víctimas hayan recibido disparos de perdigones mientras estuvieron encerrados y entre llamas.
El pasado jueves fue dado de alta el único sobreviviente que continuaba en el hospital Santo Tomás. El joven, de 16 años, mostraba una cicatriz que, según él, le produjo una herida con perdigón, en una mano.
Del mismo modo, los médicos forenses del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (Imelcf) realizaron exámenes físicos a, por lo menos, tres internos del Centro de Cumplimiento, que si bien no resultaron con quemaduras, mostraban heridas con objetos contundentes circulares, “tipo perdigón”. A dos se les certificó incapacidad médica por cinco días, y a otro, por siete.
El joven recién dado de alta estuvo 61 días en el Santo Tomás, inconsciente, acoplado a un ventilador mecánico y recibiendo medicamentos por vía intravenosa. Sufrió quemaduras en la cara, en ambos brazos y en el muslo derecho, lesiones que, según una evaluación del Imelcf, pusieron su vida en peligro.
Pablo Quintero, parte del equipo del Colegio Nacional de Abogados que asumió la representación de las víctimas, dijo que espera aclarar lo de los disparos con la reconstrucción del caso, que debe realizarse por tres días, a partir del próximo lunes.
Quintero agregó que las investigaciones han determinado que dos de los nueve agentes policiales acusados de homicidio y tentativa de homicidio, aceptaron que portaban escopetas de perdigones y que dispararon contra los menores que estaban en el centro el pasado 9 de enero, día del incendio.
El abogado identificó a estos policías como el cabo Eduardo Barreno y el agente Eduardo Valdés.
Sostuvo que en la diligencia de reconstrucción se deberá determinar si estos agentes dispararon a través de la ventana de la celda 6, donde estaban recluidos los siete menores que resultaron quemados.
En la diligencia de reconstrucción de los hechos participarán los dos jóvenes que sobrevivieron a la tragedia. Quintero adelantó que ambos declararán que los agentes dispararon a las celdas.
Además de los dos sobrevivientes, en la reconstrucción participarán otros 14 menores que estaban recluidos en el centro el día de los hechos. Ocho de ellos ya han recobrado su libertad.
También estarán los nueve agentes de la Policía acusados por este caso: Barreno, Valdés, Luis Ortega, Ernesto Blake, Luz Padilla, Darío Caballero, Joel Rodríguez y Maikol González. Los dos últimos supuestamente lanzaron las bombas lacrimógenas que causaron el fuego.
A ellos se suman Iris Cedeño, ex directora del Centro de Cumplimiento, y los custodios Guillermo Ábrego y Alexander De Gracia. Los tres están detenidos preventivamente en la Dirección de Investigación Judicial.
Los policías implicados no están detenidos: gozan de medidas cautelares de “cuartel por cárcel”, en la sede de la Policía Nacional, en Ancón.