Jhonathan Vega, diputado del circuito 4-5 (Chiriquí), saltó del anonimato en agosto pasado cuando interrogó duramente a Etelvina Medianero de Bonagas, rectora de la Universidad Autónoma de Chiriquí (Unachi). “¿Ha contratado a algún familiar suyo? ¿Cuántas parejas están nombradas en la universidad?” fueron algunas de las preguntas que le hizo la tarde del 14 de agosto, el día en que la Comisión de Presupuesto se le rebeló a Etelvina.
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Desde entonces, Vega permanece en el radar público: se enfrentó al diputado suplente Gabriel Solís, hijo del contralor Gerardo Solís, por una propuesta que establecía la obligatoriedad de instalar detectores de gas en cada vivienda. También fue noticia el día que la Comisión de Credenciales ratificaba al exdiputado José María Junior Herrera como directivo de la Caja de Ahorros (CA). Vega le recordó que Herrera es el padre de la actual ministra de Cultura, María Eugenia Herrera, y que uno de sus negocios generaba un conflicto de interés con la CA. Herrera lo llamó “atrevido” y advirtió que si fuera más joven “lo esperaba afuera”. En otras palabras, lo invitó a pelear.
Vega se ratifica en todo. “Tenemos una persona que tiene una empresa con productos similares a los que ofrece la Caja de Ahorros. Ponemos al ratón a cuidar el queso. Entonces, claro que es real”, aseguró el diputado en entrevista con La Prensa.
Lo que sí admite es que le pidió disculpas a su colega Néstor Tin Guardia, del Partido Revolucionario Democrático (PRD), por un incidente que ocurrió en la Comisión de Presupuesto el lunes 28 de octubre, cuando se aprobó en primer debate el proyecto de ley 143 que dicta el presupuesto general del Estado omitiendo las vistas presupuestarias.
“Ven xu…”, le gritó.
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“Le pedí disculpas porque tampoco era la forma. Al pan, pan, y al vino, vino. No era la forma, no era el lugar ni el momento tampoco. Lo que hice no fue al 100% correcto. Y tengo que aceptarlo”, contó.
En la PTJ
El primer trabajo de este diputado chiricano, miembro de la bancada independiente Vamos, fue en la extinta Policía Técnica Judicial (PTJ). No recuerda muy bien si en ese momento tenía 18 o 19 años, pero fue en la época en que comenzó a estudiar ingeniería de sistemas. “Yo había metido papeles en mil lugares (hojas de vida) y nada. Cero empleo, cero trabajo. Y esa fue una oportunidad que se dio. En aquel momento creo que el salario era de $400 al mes”, narra.
Lo asignaron a la sección de narcóticos. “Netamente investigación”, afirma. Allí estuvo cinco años. La primera vez que participó en política fue en la campaña para las elecciones del 5 de mayo. Estaba cansado del “juega vivo” y del “qué hay pa’ mí”.
“La política no es mala. La política como tal crea las condiciones necesarias para que los pueblos sean prósperos. Se necesitan más personas con esa convicción de querer cambiar el país para bien y no hacerlo por dinero. No venir aquí por un salario. Yo he escuchado a algunos decir que esto no es rentable. Que ser diputado no es rentable, me dicen”, afirma.
Hijo de Puerto Armuelles
Vega nació en Puerto Armuelles, corregimiento del distrito de Barú, Chiriquí, pero creció en Gualaca. Se describe como un ciudadano común, que no tiene chofer ni escoltas, y que maneja el mismo carro que tenía en la campaña.
Es ingeniero de sistemas, arquitecto, y técnico en investigación criminal y ciencia forense. Tiene dos empresas. Una se dedica a la construcción y desarrollo de proyectos y se llama Intelcom Business and Solution. La otra es para el procesamiento de frutas deshidratadas y su nombre es Vegas Healthy Food.
El contrato con la Unachi
¿Qué tan cierto es que una de esas empresas fue contratista de la Unachi? El diputado afirma que en efecto ocurrió en 2016. “Fue algo muy sencillo. El proyecto no fue complejo. Fue un proyecto bastante simple y fue licitado de forma pública, donde todas las empresas pudieron participar”, explicó.
El proyecto, añadió, fue para cambiar un techo. “Lo hice de forma honrada y transparente”, y cuenta que los detalles del contrato están en su cuenta de Instagram.
También añadió que debido a su condición de diputado, las empresas están en pausa.
Las preguntas en la Comisión de Presupuesto
Sobre la dinámica de las preguntas a los funcionarios en la Comisión de Presupuesto, dice que cuentan con pocos minutos para ver los documentos con las cifras de las partidas y créditos extraordinarios, por lo que dice que “todo es en caliente”. “Tienes una computadora al frente que te permite estar en las plataformas como redes sociales, páginas web, Google. Y comienzas a indagar junto con tu equipo de trabajo. A medida que se avanza en el tiempo, te mandan información al celular, al WhatsApp. Existe una comunicación continua con el equipo que está en la oficina, con el asesor”, añade.
La planilla de Vega está compuesta por ocho personas. Cuatro laboran en el Palacio Legislativo y cuatro en Chiriquí. Algunos cuestionan la manera en que él y otros de sus compañeros de bancada interrogan y cuestionan a los funcionarios. “Los regañan”, alegan varios. Pero este diputado opina que, si las preguntas son acertadas y están dentro del marco del respeto, no ve lo malo.
‘Han jugado con el pueblo’
“La gente quiere saber cómo se utilizan los fondos del Estado. Hemos tenido demasiada malversación de fondos en este país. Un país que es rico, un país que tiene la oportunidad de hacer grandes cambios. Han jugado con el pueblo. El pueblo está despertando y lo va a seguir haciendo”, sostiene.
En los últimos días, su voz se ha escuchado recriminando la omisión de las vistas presupuestarias, pues el proyecto de ley que dicta el presupuesto general del Estado para 2025 se aprobó saltándose ese paso. “Las vistas son cruciales para que los ciudadanos comprendan cómo se están utilizando los fondos provenientes del esfuerzo de todos los panameños”, afirmó.
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El ministro de Economía y Finanzas, Felipe Chapman, se quejó de que en el maratónico segundo debate los diputados le hicieron al menos 20 preguntas repetitivas. Vega sostiene que los diputados están ahí para cuestionar. “Si el ministro no quiso contestar en su momento porque eran repetitivas, él está ahí para eso. Esa es su función. Nuestra función es cuestionar. Y la del ministro es responder”.
Respecto a los $98 millones con los que contará la Asamblea el próximo año, dice: “$98 millones es mucho dinero, mucho recurso económico. Considero que es suficiente”.
De estos primeros meses en la Asamblea, afirma que han sido una curva de aprendizaje. El consejo que más le ha servido: la resiliencia.