El presidente del Tribunal Electoral (TE), Alfredo Juncá, admitió que las pruebas de penetración que solicitó han tenido resultados que no esperaba, lo cual es un problema, ya que “en 2014, tuvimos 1.5 millones de ataques y en 2019, 92 millones. Eso es una progresión exponencial... Y puedo esperar que la cantidad de ataques que vamos a recibir para este proceso electoral va a ser muchísimo mayor”.
Solucionar ese problema no es fácil. Además de estar cortos de fondos, el proceso para moverlos se ha vuelto más burocrático y extendido, ya que la Ley de Presupuesto General del Estado para el año 2024 exige ir a la Asamblea Nacional, lo que “nos dificulta la agilidad que debería tener el TE en un proceso electoral”.
Dos pruebas realizadas (en enero y marzo pasado) por la empresa española Mnemo Evolution & Integration Services, S.A., a los sistemas informáticos del TE corroboraron que la red de funcionamiento puede ser vulnerada y que el proceso electoral puede ser manipulado.
Juncá indicó que con estas pruebas lograron ver dónde están las fallas de un sistema que data, al menos, de dos elecciones atrás.
“Este es un sistema que es de vieja data, que requiere de actualizaciones. El resto es tecnología que es de punta, pero con muchos parches”, admitió el magistrado.
De estas pruebas, Junca esperaba algunas fallas, por el paso del tiempo, “pero no esperaba ver las cosas que hemos encontrado”.
La primera alarma provino –dijo Juncá– de la Unión Interamericana de Organismos Electorales, cuyos técnicos vinieron a Panamá en las primarias de los partidos políticos, el año pasado. Las advertencias de las fallas en sus sistemas fueron consignadas en un informe que dejaron al TE.
“Allí es donde se dan las primeras alarmas, al menos para mí, porque el área del Plagel [el Plan General de Elecciones] la maneja el señor Eduardo Valdés Escoffery y la tecnología siempre la ha manejado él. Cuando yo entré [al TE], fue al área digital y ahora es que me he estado involucrando un poco más en la otra parte de la tecnología”, explicó Juncá.
“Y cuando estoy viendo que hay cosas que no me cuadran, entonces solicito las pruebas de penetración”, agregó.
Solo con la cantidad de ataques que esperan para este proceso, “yo necesitaba hacer cambios, no solo en el sistema de seguridad, sino en los protocolos de preparación para emergencias”.
Con este panorama, el equipo técnico creó una comisión para atender estas deficiencias, “pero han estado trabajando con las uñas”.
Según Juncá, este sistema “es tan complejo, que administra, no solo las elecciones, sino también una base de datos que tiene que ver con la ciudadanía, [y por eso] se requiere una reingeniería y un sistema de primer mundo. Y eso cuesta mucho dinero”, subrayó.
Por ahora, en caso de ataques que no se puedan enfrentar al momento, el TE cuenta con una solución de voz, que, según Juncá, “no falla”.
Con todo, la presidenta de la Junta Nacional de Escrutinio (JNE), Nivia Roxana Castrellón, espera que tanto el TE como la JNE “tomemos todas las medidas para que realmente se custodie la intención de voto del ciudadano”.
La JNE hace el conteo de votos de forma “manual, transparente y público”, indicó Castrellón. Para ello se vale de 39 actas circuitales y las del voto adelantado y el voto en el extranjero.
Enfatizó que el conteo de la JNE “es absolutamente manual”; con lo cual pueden hacer corroboraciones físicas “y si hubiese una diferencia entre la transmisión extraoficial de resultados y nuestro conteo, prevalece lo que dictamina la JNE”, afirmó.