Isla Colón, la más poblada de las islas de Bocas de Toro (6 mil 708 habitantes de acuerdo con el Censo 2023), está sumida en el silencio. No hay turistas, no hay movimiento en las calles, los hoteles y restaurantes están vacíos. Hasta el mar luce tranquilo. El vaivén de las lanchas también desaparecieron del paisaje.
Bocas del Toro agoniza. El bloqueo de vías por parte de los grupos que están en contra de la Ley 406 que adopta el contrato con Minera Panamá, tiene a la provincia asfixiada. Sus habitantes se sienten aislados, olvidados e ignorados.
“Somos el último eslabón de la cadena”, asegura Luis Mou, desde Isla Colón. “El turismo está muerto y nosotros dependemos 100% de él. Tenemos un hostal y para noviembre, para las fiestas patrias, todo estaba lleno. Todo estaba reservado como siempre, pero con esto (la crisis por el contrato minero), nos cancelaron. Aquí no ha llegado casi nadie. Los que vienen, vienen en avión y se van a los hoteles de lujo”, narró a La Prensa.
El costo de los alimentos se ha elevado, y algunos como el huevo, el pollo, la leche y el arroz, empiezan a faltar. Tampoco tienen combustible ni gas para cocinar. Salir y entrar a Isla Colón, por la vía marítima es un lío. Los taxis acuáticos que cubren la ruta Almirante-Isla Colón, que regularmente prestan el servicio cada media hora, ahora lo hacen cada dos horas y con precios que también tienen el sello de la crisis: $20 ida y vuelta. Normalmente ese trayecto vale $6 ida y vuelta. El galón de gasolina en la zona se consigue entre $10 y $13.
“Esto es mortal. Entonces, si uno tiene una urgencia para salir a Panamá la única manera de irse es en avión, pero a un costo demasiado alto”, añadió Mou. Un tiquete de avión entre Ciudad de Panamá y Bocas del Toro cuesta alrededor de $250 ida y vuelta.
En Chiriquí Grande
La crisis por la falta de combustible impacta a cada rincón de la provincia. El contingente de combustible importado desde Costa Rica, se agotó en cuestión de horas. El Secretario Nacional de Energía, Jorge Rivera Staff, informó que dependiendo de la disponibilidad de combustible en el vecino país se evaluará otra importación, sin embargo, él confiaba que finalmente se permita el libre tránsito en Panamá para que el combustible con el que cuenta el país pueda llegar tanto a Chiriquí como a Bocas del Toro y otras comunidades, pero hasta ahora esto no ha sucedido. Las vías siguen cerradas en el oriente chiricano.
Chiriquí Grande, es uno de los distritos más afectados. Ninguna de las tres estaciones de combustible del municipio tiene combustible. Los hidrocarburos no han entrado a la zona desde hace más de tres semanas, es decir, desde que estalló la crisis. Resulta que solo en el área hay nueve vías bloqueadas. Tampoco se abastecieron con el contingente de Costa Rica porque el puente sobre el río Changuinola también está cerrado.
Jorge Castillo, docente y comunicador social, dijo a La Prensa que esta crisis “es el clavo que necesitaba el ataúd”. Con su frase intenta explicar que antes del estallido social por el contrato minero, ya la provincia estaba en ebullición y durante meses, eso llevó a los pobladores a cerrar las calles. Reclamaban mejores carreteras, hospitales, escuelas dignas, servicios básicos, oportunidades de empleo.
Bocas del Toro es la provincia con más pobres del país. Según el Índice de Pobreza Multidimensional (2017), el 44.6% de sus habitantes vive en pobreza. Paradójicamente es una de las que salió bien parada con los fondos de la descentralización paralela. Entre 2021 a 2023, juntas comunales y municipios bocatoreños, la mayoría controlados por el gobernante Partido Revolucionario Democrático (PRD), recibieron $28.9 millones en ese concepto.
El diputado Benicio Robinson, presidente del PRD, y el mandamás del área, tiene casa en Chiriquí Grande. Como líder del partido de gobierno fue uno de los que defendió y votó a favor del contrato minero, por eso fue uno de los primeros diputados repudiados por la población. Docentes del municipio protestaron frente a su casa en Rambala. Desde que las protestas en contra de la minería se consolidaron, no le han visto la cara en la provincia.
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Changuinola
Anabelsy Montenegro, vive en El Silencio, uno de los corregimientos de Changuinola. Al igual que Jorge Castillo, recuerda que los cierres de vías son el pan de cada día en la provincia. “Bocas no llevaba 21 días cerrado. Bocas del Toro lleva más de 45 días cerrado. Los grupos dicen protestar contra el gobierno pero perjudican a uno, no perjudican a más nadie”, contó.
Además de los nueve cierres alrededor de Chiriquí Grande, se suma el del puente sobre el río Changuinola, y otros que se dan del lado de la frontera con Costa Rica: en Guabito, Las Tablas, y otras poblaciones. Además de la gasolina, en Bocas del Toro tampoco hay gas para cocinar. El pasado 11 de noviembre una embarcación del Servicio Nacional Aeronaval (Senan), transportó más de 85 toneladas de carga. Allí se incluyó un camión con mil 700 cilindros de 25 libras de gas licuado. No fue suficiente.
Un video distribuido en redes sociales muestra a decenas de pobladores desesperados, corriendo con tanques de gas en mano. “La cantidad de personas que se tiraban. Esto fue algo que yo jamás pensé vivirlo, de verdad me dio tanta tristeza ver todo esto que está sucediendo en Bocas del Toro. Pero esto también deja un mensaje muy claro a las personas: piensan lo que van a hacer en las elecciones del 2024″, narró Anabelsy.
Poca comida y cara
Las estanterías vacías de los supermercados y otros comercios, también muestran otra cara de la crisis. El pasado domingo llegó una embarcación con tres camiones repletos de mercancía para tres supermercados: La Huaca, Romero y el Xtra. Las pequeñas tiendas y abarroterías, no pueden costear la logística del transporte de la mercancía vía marítima. Por eso hay productos que no consiguen, otros se acaban muy rápido, mientras que algunos ahora cuestan hasta tres veces más.
Ayer lunes 13 de noviembre no había pollo en Changuinola. Los huevos también son algo así como oro en polvo por estos días. Esto obligó a que los comercios racionaran la venta de estos alimentos. “Una docena de huevo cuesta $2.50. Venden una por persona. Y las de 30 huevos, las están vendiendo en $7.50, pero su precio era de $5.00″, contó Anabelsy.
Luis Nuques, ingeniero agrónomo y productor de plátano independiente, cuenta que varios comerciantes han optado por suspender los contratos a sus colaboradores. “Han tenido que decir bueno hermano, váyase para su casa”, narró. Algo que corrobora Luis Mou, quien contó que su hija, quien regenta el hostal en Isla Colón, se vio obligada a liquidar a dos trabajadores, pues “el turismo murió”.
“El turismo se fue totalmente a pique. Están perdiendo plata los dueños de hoteles, el negocio de la hostelería se cayó. Está en el piso, los restaurantes igual. Los productores, sobre todo los de banano y plátano, están perdiendo hasta la manera de andar. No hay manera de mandar la fruta”, aseguró Nuques.
En Bocas, los bloqueos de vías están liderados por distintos grupos: los que responden a líderes de los Mamatatas, los del Suntracs, los sin tierra, la mayoría de estos últimos, son indígenas de la comarca Ngabe Buglé.
Ayer 13 de noviembre, vía marítima, el Senan trasladó 224 mil 300 libras de plátanos de Bocas del Toro hasta el muelle de Sherman en Colón. La idea es abastecer a supermercados, tiendas y otros sitios de venta. Sin embargo, este mecanismo implica una compleja logística y tiene otro inconveniente. “¿Qué pasa?, que para llegar allá es un problema, (por vía marítima) se tarda mucho y el plátano llega todo maduro allá”, narra Nuques.
La huelga
A todos estos problemas se suma la huelga indefinida decretada ayer lunes por el Sindicato de Trabajadores de la Industria del Banano, Agropecuaria y Empresas Afines (Sitraibana). En un documento se consigna que el grupo resolvió “no laborar en finca y en empacadora a partir de la fecha (13 de noviembre)” y determinó que el paro se levantará una vez que se derogue la Ley 406.
Por el momento, Chiquita Brands, compañía que tiene más de 100 años de operaciones en la región, no se ha pronunciado. Pero, fuentes ligadas al sector, dijeron a este medio que la empresa habría comunicado al Ministerio de Trabajo que si no se reinician las labores, podría abandonar el país.