En medio de dimes y diretes, el pleno de la Asamblea Nacional aprobó en segundo debate el proyecto de ley 59, que crea dos notarías en la provincia de Panamá Oeste.
La discusión regresó al pleno tras una alteración del orden del día propuesta por varios diputados, entre ellos, el perredista Leandro Ávila.
El pasado 14 de enero, el pleno suspendió la discusión de este proyecto, luego de que los perredistas Roberto Ábrego y Roberto Ayala, del circuito 8-5 (La Chorrera) y la diputada Marylín Vallarino y su suplente Agustín Shellron , del circuito 8-1 Arraiján de la provincia de Panamá Oeste, no se pusieran de acuerdo en la distribución de las dos notarías.
Ábrego y Ayala aseguran que las dos notarías deben crearse en La Chorrera, ya que es la cabecera de la provincia y así lo determina la ley, mientras que Vallarino y Shellron, señalan que eso es falso y que Arraiján tiene más habitantes, por lo que, una de las notarías debía estar en ese distrito.
En la propuesta presentada por el Ministerio de Gobierno (Mingob) se señalaba que las dos notarías se establecerían en La Chorrera. Sin embargo, el proyecto sufrió modificaciones en la Comisión de Gobierno y se propuso que una instancia estuviera en La Chorrera y la otra en Arraiján.
Sin embargo Ábrego, del circuito 8-5, refutó estos cambios hechos por la Comisión de Gobierno y presentó una propuesta para que las dos notarías se ubicarán en La Chorrera.
Ayer, el diputado independiente Juan Diego Vásquez cuestionó el hecho de que se retomara el debate que había estado suspendido por cerca de dos semanas y pidió que en la votación estuviesen presente el presidente de notarios y representantes del Mingob.
Planteó que se requiere una ley general de notarías para que estás no sean utilizadas como negociado político.
Acto seguido su colega, el perredista Leandro Ávila, refutó las críticas de Vásquez y dijo que la Asamblea es un ente donde hay consensos y el debate se retoma porque así lo decidió la mayoría.
Aseguró que no entiende de qué supuesto negociado habla Vásquez y le indicó que se “monta un discurso” para que los notarios sean funcionarios públicos pagados por el Estado, para que el Estado siga ampliando su mano en otras jurisdicciones, cuando las notarías son entes semiprivados.
Ávila también trajo a colación que un diputado independiente, que estuvo en una sesión de la Comisión de Relaciones Exteriores, “habla mucho y dice nada” se retiró antes de culminar la reunión.
Estas declaraciones encendió el debate. Durante la sesión, varios diputados intervinieron y presentaron iniciativas legislativas y otros se refirieron al proyecto de las notarías.
En ese periodo, Edison Broce, diputado independiente, le respondió a Ávila que fue él quien llegó tarde y que el problema de que “usted no entienda mi lenguaje ese no es problema mío, usted es un atrevido al estar refiriéndose a mi persona a mis espaldas. Usted que lleva casi 20 años en esta Asamblea ¿qué ha hecho usted por San Miguelito?”.
Ávila tomó la palabra y entre sonrisas manifestó “con mis disculpas. el diputado que acaba de hablar: el que se excusa se acusa porque jamás mencioné su nombre”.
El presidente de la Asamblea, Marcos Castillero, que dirigía la sesión, llamó a la votación mientras que el independiente Vásquez pedía que se verificara la votación y mantenía cruces de palabra con Ávila.
Pese a todo, con 37 votos se aprobó el proyecto que ubica las dos notarías en el distrito de La Chorrera.