Efe cumple 50 años de presencia en Centroamérica. ¿Como nació Efe en Panamá?
Efe empezó su expansión internacional en 1965 en Argentina, donde está la economía española más importante en el exterior. Y en 1972 llegó a Centroamérica, gracias a acuerdos con una docena de medios de comunicación. Panamá era el centro de operaciones de todo Centroamérica; la oficina más importante estaba aquí. Fue una aventura periodística muy importante y exitosa.
¿Acan Efe fue la agencia publicitaria del gobierno de Omar Torrijos o era una forma objetiva de información?
Esa es la típica polémica que persigue a las empresas públicas como Efe. En Centroamérica, Acan Efe se alió con empresas periodísticas, aunque es cierto que el apoyo institucional, no partidista, es muy importante para empezar.
En este aniversario de Efe usted no está visitando todos los países de esta región. ¿Por qué vino a Panamá?
Porque Panamá es el centro coordinador de toda la región, y porque es de los países más estables de la zona, junto con Costa Rica.
¿Por qué era importante reunirse con el presidente, y en su ausencia, con el vice?
Porque necesitamos apoyo institucional para poder ejercer el periodismo libre. No contamos solo los conflictos y problemas. No solo eso se puede exportar. Contamos logros, avances, lo que quieren hacer…
La noticia más importante de su viaje a Panamá... ¿Qué título le pondría?
Sinergia.
¿Por qué necesita un país tener un medio estatal, como es el caso de Efe en España?
Se necesita ahora más que nunca. Ser un medio estatal, financieramente te ayuda. Si no tuviéramos la compensación del Estado sería muy difícil estar en los cinco continentes. Nosotros tenemos la compensación del Estado y también la parte comercial: los clientes que nos pagan por la información. Eso último no sería suficiente para mantener ese nivel, ni para soportar las presiones que hay en ciertos países contra los periodistas. Tenemos apoyo estatal, no gubernamental, y eso nos permite todo eso.
Diferencia entre estatal y gubernamental.
Institucionalmente tenemos apoyo del Estado. Pero, ahora bien: no estamos obligados a seguir la línea editorial que nos quiera imponer un gobierno. Efe mantiene el mismo apoyo siendo un partido el que gobierne o sea otro.
¿Cómo se administra un medio estatal de manera independiente?
Yo he trabajado toda la vida en El País, un medio privado, y te diría que de la misma manera. Los poderes del Estado, no solo los gobiernos sino también las empresas, temen lo que publicamos. No les gusta que se publique la verdad. Y en ese sentido confiamos en que, en las democracias, hay que respetar lo que hacen los periodistas. Nuestro código deontológico es severo. Si nos equivocamos rectificamos, y eso es fundamental. Ahora bien: no comulgamos con los ideales de gobiernos ni empresas.
¿Pero el hecho de que cambie la dirección de Efe cada vez que el gobierno lo desee no repercute en la línea editorial?
No. El sistema de elección del cargo de presidente es a propuesta del gobierno. Eso es verdad. Y habitualmente, cuando cambia el color del gobierno proponen a otra persona. Pero en la comisión constitucional del Parlamento es donde ratifican tu cargo. Yo conté con todos los partidos menos Vox, la ultraderecha. Y se abstuvo el partido nacionalista vasco. Pero me apoyó el Partido Popular, el partido más importante de la oposición. Que te ratifique el Parlamento le da un valor importante.
Que no es vinculante…
No lo es, pero yo dije que si no tenía mayoría en el Parlamento no hubiera aceptado el cargo de ninguna manera. Y de ahí, funciona igual que en un medio privado: habrá quienes se molesten por lo que publicaste, pero al no tener opinión ni usar adjetivos, somos precisos y rigurosos con la información. Y entonces eso nos permite hacer un periodismo libre. Luego que cada cual opine, pero en los hechos no está el problema. Está en la opinión. Yo era editorialista en El País y me gusta mi cargo ahora porque no puedes hacer una buena reflexión de un tema si no tienes buena información en tus manos. Cuantos más datos tengas, mejor.
Al ser despedido del cargo, Fernando Garea, su antecesor, dijo: ‘Si al acabar mi mandato alguien se siente molesto, me gustaría que fuera antes el poder quien está molesto con mi gestión que la oposición. Creo que esa es la esencia de un medio público’. ¿Coincide?
Sí, como periodistas tenemos que ser el contrapeso de los poderes públicos. Pero yo creo que un partido de la oposición también es un poder público importante. Las presiones a los medios han existido, existen y existirán… y vienen de cualquier sitio. Ahí lo que tienes es que mantenerte sólida en tu posición.
Efe es la primera agencia de noticias en español y la cuarta del mundo. Está en 120 países de los cinco continentes, tiene 2 mil profesionales y distribuye casi tres millones de noticias al año. ¿Cómo hacen que sus noticias sean válidas para varios medios con líneas editoriales distintas y hasta opuestas?
Si ofrecemos una información veraz, contrastada y rigurosa, le va a servir a todos.
¿Cómo les ha ido con los corresponsales que cubren a dictadores como Bukele y Maduro?
Ese riesgo de deportación es una preocupación constante. Trabajan bajo presión fuerte y lo pasan mal. Hemos tenido problemas en Cuba, en Moscú con la guerra, estamos en Nicaragua… es un difícil equilibrio entre contar la verdad y no ser serviles con las tiranías.
¿Cuántas verdades hay?
Una.
¿Ese riesgo de deportación de corresponsales extranjeros no provoca autocensura?
Depende de cada cual. Tienen una cobertura nuestra clarísima. Nuestra y del estado español. La libertad de expresión es un bien preciado y hay que cuidarlo y exportarlo.
¿Cómo gestiona Efe el acoso judicial y persecución política a periodistas, tomando en cuenta que están presentes en países dictatoriales?
En Cuba nos quitaron las acreditaciones y no pudimos trabajar, pero últimamente no hemos tenido problemas graves al respecto. A esos gobiernos les decimos que no contamos nada más que la verdad. Que vamos a contar las manifestaciones, pero también lo que hacen bien. Y ese discurso se entiende.
La importancia de Latinoamérica para Efe, tomando en cuenta que un tercio de los abonados está en esta región.
Efe no es solo una agencia española sino americana. Si tenemos éxito en medios en Asia, lo tenemos porque les interesa la información que damos de España, pero sobre todo por la que damos de América. América interesa mucho en el resto del mundo. En América tenemos 250 profesionales trabajando, y el 80% son americanos.
Es un reto escribir algo de un país que interese a otro. ¿Qué temas interesan en todos los países?
Lamentablemente los conflictos. Se abren paso siempre y a veces ofrecen imágenes bastante distorsionadas de los países… También interesa mucho la economía, los cambios políticos, el avance de la extrema derecha que estamos sufriendo en Europa…
Y en América Latina justamente preocupa el avance de la izquierda…
Sí, pero al final los extremos se tocan.
¿Qué temas de Panamá interesan afuera?
El medio ambiente, la economía, el Canal, el comercio mundial… y yo creo que el tema de la institucionalidad es muy importante. Por eso te comentaba de la entrevista con el vicepresidente Carrizo… hablábamos de que esa es la única manera en la que los países pueden salir adelante. Y desgraciadamente, la imagen de Panamá en el mundo es muy negativa. Como paraíso fiscal hay mucho trabajo que hacer en Panamá… para nosotros poder contarlo.
Lo que no se contó o no se profundizó de Panama Papers.
Se explotó bastante, pero no se llegó en profundidad al tema porque se quedó en la superficie de unos cuantos nombres. Faltaba más gente.
Lo más preocupante de Latinoamérica.
Las derivas autoritarias, como en Nicaragua, y la falta de libertad de expresión. Ver colegas periodistas encarcelados, demandados, perseguidos y asesinados es dramático. Es un efecto contagio. El miedo es libre y un periodista puede tener miedo, pero esos ataques se potencian y se contagian. Con que persigas a uno, el otro también se sentirá perseguido.
Usted es la primera mujer que preside la agencia Efe. ¿Cuál ha sido la diferencia de enfoque en un cargo como ese?
Una de las cosas que intento es hacer una dirección colegiada. Fiarme de los que ya estaban en la agencia y escucharlos. Pensé que esa era una virtud femenina, aunque hay líderes masculinos que también lo hacen.
Usted viene de El País, ha sido corresponsal en Bruselas y París, y fue secretaria de comunicación de asuntos internacionales del gobierno Zapatero. ¿Cómo se regresa del gobierno al mundo del periodismo con buen nombre? ¿O queda, inevitablemente, una mancha?
Se puede regresar con buen nombre, pero tienes que tener una etapa de despresurización. En El País, de hecho, hay una regla no escrita por la cual durante un par de años, cuando regresas, se intenta que no escribas sobre los temas en los que has estado. Y fíjate, no es tanto porque a la vuelta vayas a hablar bien del gobierno que te contrató, sino porque puedes hablar mal.
¿Los gobiernos necesitan periodistas o relacionistas públicos?
Yo creo que para ciertas cosas, periodistas. Yo era directora general de información internacional. Una especie de asesora de prensa de política internacional para el presidente del gobierno. Entiendes mejor a los periodistas y lo que necesitan. Yo, si nos íbamos a reunir con Putin, por ejemplo, intentaba que supieran que íbamos a hablar y qué conflicto teníamos.
Usted es la vicepresidenta de Fundeu, que promueve el correcto uso del idioma español. ¿El idioma sobrevivirá al internet? ¿Qué cambios tendrá?
Sí sobrevivirá. El último informe del Instituto Cervantes explica cómo sigue creciendo la comunidad hispanohablante en todo el mundo. Hay menos gente que da clases de español, pero hay muchos más nativos e hispanohablantes. En Estados Unidos ya no es un desdoro ser hispano. El español es la segunda lengua nativa más hablada y tiene futuro. Estamos intentando, con los fondos europeos aplicar la inteligencia artificial al español para que en internet no todo tenga que ser en inglés.
Amigue, todxs… ¿El lenguaje inclusivo es el futuro del español o es una moda pasajera?
Creo que es una moda pasajera. Creo que el masculino genérico no tiene nada que ver con el género y que es perfectamente asumible y lo hemos asumido las mujeres. A mí me gusta más decir la juez que la jueza, y es correcto. Lo importante son las conquistas sociales, más allá de la palabra. No sé, yo no veo que eso vaya a hacer la diferencia. Hay quienes dicen que decir “vengan niños al recreo” hace que las niñas no se sientan incluidas. No lo creo.
El error más común que se comete usando el español en redes.
La tendencia a imitar al inglés y trasladar palabras que en el español ya existen porque nos parecen más interesantes. Si tenemos bulos, ¿por qué hablar de fake news?
Hablando de bulos, Efe tiene un departamento de verificación en el que los detecta contrastando los asuntos de la agenda política con sus fuentes. ¿En qué consiste ese proceso y por qué es importante tenerlo?
Es el departamento que queremos que crezca de manera más exponencial. Estamos sometidos a un bombardeo de bulos muy interesados. No solo de gobiernos, sino de empresas y personas con intereses. La desinformación es un enorme peligro para las democracias y para nuestra profesión. Con nuestra función social los medios estamos obligados a verificar la información y explicarle a la gente lo que es verdad y lo que es invento. Usamos medios tecnológicos complicados y estamos empeñados en la educación en la información mediante acuerdos con universidades y colegios, para enseñarles a los jóvenes que internet no es una fuente. La fuente es la que verifica.
Cada vez hay más información: ¿por qué eso no se traduce en que cada vez estamos más informados?
Porque estamos sometidos al fenómeno de la infodemia. Es bombardear con tanta información que no sabes al final lo que está bien o está mal, lo que es cierto o lo que no.
¿El ciudadano se deja engañar a conciencia o es fácilmente manipulable?
Ante tanta desinformación y falta de interés en la lectura de los periódicos, el ciudadano bien informado es más difícil de manipular.
¿Cuánta vida le da al periodismo escrito?
Yo creo que no va a morir nunca. Será sustituida por unas plataformas distintas. Yo llevo años de no comprar un diario impreso.
Y sobre la información gratuita en los portales de los medios… ¿es servicio público o pérdida de dinero?
Es un horror. El periodismo gratuito es regalar nuestro trabajo. Hacer periodismo es caro y de alguna manera envías el mensaje equivocado de que la información no vale nada y la regalas.
Periodismo y activismo. ¿Pueden ir de la mano?
No. Como periodista tienes que tener una visión neutra.
¿Y periodistas influencers?
Eso es un problema. En Efe los periodistas no firman. Lo importante es la noticia, no el periodista. Que sea protagonista suele ser un problema. El influencer es el que da su opinión y con ella influye.
¿Qué ha sido lo más difícil de adaptarse a las redes sociales?
El bombardeo, porque intoxica.
Estamos en una era multimedia. ¿Ahora venden más videos, o siguen vendiendo más textos?
Eso no lo ligaría tanto a las redes sociales sino a la transformación de los medios. Ahora hasta los medios escritos quieren videos para su página web. Información audiovisual. Unir audio, video y fotos es un reto.
¿El periodismo ciudadano existe? ¿Toda persona con un celular es un potencial periodista?
No. Yo no creo en el periodismo ciudadano. El periodismo ciudadano es como el periodismo gratuito. No es solvente. El periodismo es llamar, contrastar, verificar… y eso no lo hace un ciudadano normal.
¿Por qué la ciudadanía ya no cree en los medios?
Creo que ahí ha tenido mucho que ver las redes sociales. En las redes no hay un editor. Nadie se responsabiliza de la información. Y en los últimos años ya la gente no sabe a quién atender. “Lo he visto en Twitter”, te dicen. O en Facebook. ¿Saben si esa información es veraz? No. por eso es importante enseñarles a los jóvenes en qué medios pueden confiar.
¿Los jóvenes leen poco porque tienen cosas más interesantes que hacer o porque los medios no les ofrecemos los temas que a ellos les interesan?
Creo que leen más de lo que creemos. Otra cosa es ver lo que leen. Lo que hay que hacer es orientarlos. Pero leer, se lee mucho. Estamos criminalizando un poco el uso de las redes, cuando la realidad es que muchas veces hay cosas importantes y solventes que leer.
Leyes de acceso a la información. ¿Por qué son importantes para el buen periodismo?
Son fundamentales. La ley de transparencia que obliga a las entidades a proveerte la información que necesitas es clave.
¿Y el uso de la ley de protección de datos como excusa para no publicar información de interés público?
Igual que la ley de seguridad nacional… Excusas hay para todos los gustos y colores. Ahí muchas veces hay una censura clara. Hay muchos gobiernos con miedo a la prensa. Es tremendo. Consideran que contar la verdad es traicionar al propio país. Lejos de eso, es una cosa muy constructiva.
¿Cuándo la vida privada de un servidor público debe ser noticia?
Cuando afecta su función pública. O usa recursos públicos para su beneficio privado.
¿Cómo es el periodista del futuro?
Un periodista orquesta, multimedia. Y con rigor, que es la esencia de todo.