Una delegación internacional de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) visitó Costa Rica y constató un preocupante deterioro de las libertades de expresión y de prensa en el país.
La organización atribuye esta situación a la actitud del poder ejecutivo, que ha estigmatizado y presionado al periodismo crítico, generando un clima de tensión que fomenta la autocensura y obstaculiza la labor de los medios de comunicación.
Durante varios días de reuniones y encuentros con diversos actores, la comitiva de la SIP identificó una serie de patrones preocupantes, entre ellos los constantes ataques verbales del presidente Rodrigo Chaves. En sus conferencias de prensa semanales, el mandatario ha utilizado calificativos despectivos como “prensa canalla” y “sicarios políticos” para referirse a periodistas, lo que ha incentivado una narrativa hostil contra el sector mediático.
Redes sociales
El hostigamiento también se ha manifestado en redes sociales, donde periodistas críticos han sido blanco de amenazas provenientes de cuentas presuntamente vinculadas al Gobierno.
La delegación de la SIP advirtió que este tipo de intimidación digital puede derivar en agresiones físicas, aumentando los riesgos para quienes ejercen la profesión periodística en el país.
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Otro de los hallazgos fue la existencia de “granjas de troles” dedicadas a atacar a quienes cuestionan las políticas gubernamentales.
Además, la publicación de información privada de periodistas y activistas en redes sociales representa un peligro adicional, ya que los expone a riesgos de represalias y posibles agresiones.
La delegación también señaló el uso discrecional de la publicidad oficial como un mecanismo de presión.
Según el informe de la SIP, el Gobierno ha aplicado un sistema de premios y castigos, restringiendo la pauta publicitaria a los medios críticos mientras favorece a aquellos que respaldan sus políticas. Esta práctica ha contribuido a un ambiente de polarización inédito en la historia política costarricense.
Ante este panorama, el presidente de la SIP, José Roberto Dutriz, manifestó su preocupación por el impacto que estas acciones podrían tener en la democracia del país.
“La libertad de expresión es un pilar fundamental de la democracia y no podemos permitir que se deteriore de esta manera en un país con la tradición democrática de Costa Rica”, afirmó.
En la misma línea, Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, advirtió sobre los riesgos de la estigmatización y el uso de recursos estatales para deslegitimar la labor periodística.
Pese a la solicitud de una reunión con el presidente Rodrigo Chaves, el mandatario declinó el encuentro alegando cuestiones de agenda. La comitiva sostuvo conversaciones con diversas autoridades y representantes de la prensa local, así como con organismos de derechos humanos, incluyendo la Corte Interamericana de Derechos Humanos y expresidentes del país.