En la línea del frente

En la línea del frente


Los policías celebran hoy su día con un ajuste salarial prometido por el presidente, Ricardo Martinelli, y una creciente criminalidad en las calles.

Al sargento Carlos Luis, la efeméride le sorprenderá en la estación de San Francisco. Desde ahí hace un repaso de sus 17 años vistiendo el uniforme: ha trabajado en las unidades antipandillas, en la extinta Dirección de Investigación e Información Policial (DIIP) y en la frontera con Colombia, donde incluso ha sido testigo de varios ataques de insurgentes en Darién.

“Me ha tocado de todo un poco, porque en los años 90 la estructura no era como la de hoy. En este tiempo nos tocaba hacer de todo”, dijo.

Ahora que está en la estación de San Francisco, Carlos Luis cumple jornadas de, por lo menos, 48 horas ininterrumpidas. Ahí mismo toma sus alimentos y descansa. Su día libre es el jueves y parte del lunes, cuando sale a descansar en la mañana y debe regresar temprano en la noche.

Pero Carlos Luis no se queja. “Hay estabilidad laboral. El salario no está bueno, pero si se sabe administrar, puede ir bien”, señaló. Además, se jubilará a los 51 años de edad (y no a los 62, como el resto de la población masculina), cuando cumpla 30 años de servicio continuo. Los que ingresaron antes de 1990 se jubilan luego de 25 años de labor.

Actualmente, la Policía Nacional tiene unos 12 mil 300 miembros. En la región centroamericana, Panamá es el primer país con más policías, con 5.12 agentes por cada 100 mil habitantes, según un informe de Goethals Consulting Corp. En El Salvador hay apenas tres por cada 100 mil habitantes, y en Honduras, 1.2.

No se sabe si la lucha contra el crimen se gana aumentando el pie de fuerza. “La relación entre el número de policías y el número de homicidios es inconcluyente”, señala el estudio de Goethals Consulting Corp. En Panamá, las cifras que maneja el Ministerio Público dan cuenta de que el crimen va en aumento: en el año 2006 se registraron 363 homicidios y en el año 2009, 773, es decir, 64 por mes.

El mismo informe destaca que los policías son casi siempre reclutados entre los grupos sociales de clase baja, y tienden a vivir en los mismos barrios donde habitan los delincuentes que deben perseguir, “lo que los expone a la corrupción y a las represalias”. En el país operan ya 249 pandillas.

Sus salarios también son de clase baja.

En los tres primeros años del gobierno de Guillermo Endara se hizo un aumento de 25 dólares anuales. Después hubo un período largo, en el que los salarios estuvieron estancados, pese a la inflación del dólar y el aumento de la canasta básica familiar y los servicios públicos.

Hasta el año pasado, un policía empezaba ganando 400 dólares al mes, algo menos que en Costa Rica, donde el salario inicial es de 450 dólares, según el informe de Goethals Consulting Corp.

Eso cambió con la llegada de Ricardo Martinelli. En su segundo día como Presidente, cumplió una promesa de campaña y anunció un aumento general de salarios, con fondos procedentes del presupuesto recortado a la Asamblea Nacional.

A los comisionados se les aumentó mil dólares al mes; a los subcomisionados, 650; a los mayores, 450, a los capitanes, 350, y a los agentes y tenientes, 100. En total, los incrementos salariales costaron 32 millones de dólares al presupuesto anual del Ejecutivo.

En noviembre pasado, Martinelli anunció un segundo ajuste, pero no especificó de cuánto ni a partir de cuándo.

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