15 de marzo de 1973, se inició en el Palacio Justo Arosemena, la reunión de los 15 miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en Panamá. El evento concluyó el 21 de marzo con la Resolución 330 favorable a Panamá, pero vetada por Estados Unidos.
La celebración de estas sesiones del Consejo de Seguridad en Panamá, representaron un parteaguas en los esfuerzos diplomáticos que Panamá había emprendido desde 1904, para recuperar su soberanía. La visita del Consejo de Seguridad cambió la naturaleza de la reclamación panameña y llevó a que la élite política de Estados Unidos entendiera la necesidad de pactar un nuevo acuerdo canalero.
El nacimiento de una estrategia
El 10 de enero de 1964, el diplomático panameño Aquilino Boyd, embajador ante la Organización de Naciones Unidas, planteó ante el Consejo de Seguridad una formal protesta por la agresión de las fuerzas militares de Estados Unidos a civiles panameños con motivo de los eventos del 9 de enero. El gobierno del presidente Roberto Chiari rompió relaciones diplomáticas con el gobierno de Estados Unidos como reacción a estos hechos. Luego de tres meses, los dos países restablecen relaciones diplomáticas bajo la premisa de que se negociaría un nuevo acuerdo sobre el Canal, incluyendo la presencia militar de Estados Unidos en el Istmo.
En 1967, la administración del presidente de Estados Unidos Lyndon B. Johnson y el mandatario panameño Marco A. Robles concluyeron las negociaciones de los acuerdos Robles-Johnson, conocidos como los “acuerdos tres en uno”, que eliminaban el Tratado Hay-Bunau Varilla de 1903, entregaba el Canal a Panamá el 31 de diciembre de 1999, pactaba la construcción de un canal a nivel por Darién (que se entregaría a Panamá en el año 2067) y acordaba la continuidad de bases militares de Estados Unidos en territorio panameño. Ante los duros cuestionamientos que recibieron los tratados, Robles se abstuvo de enviarlos al Órgano Legislativo para su ratificación, temiendo que se repitiera el rechazo al acuerdo Filós-Hines de 1947.
El 11 de octubre de 1968, los comandantes de la Guardia Nacional dan un golpe de estado a Arnulfo Arias, sucesor constitucional de Robles, lo que resultó en un alargamiento de la indefinición del destino de los tratados tres en uno.
El 5 de agosto de 1970, el gobierno militar del general Omar Torrijos le informó al de Estados Unidos que Panamá rechazaba oficialmente el proyecto de tratado de 1967. Esto llevó a que el 25 de octubre de ese mismo año se reanudaran las negociaciones para un nuevo tratado. Se esperaba que de forma bilateral, el secretario de Estado William Rogers y el canciller panameño Juan Antonio Tack lideraran los esfuerzos para producir el acuerdo. Al equipo de negociadores panameños se le hizo evidente que Estados Unidos no estaba dispuesto a efectuar concesiones significativas, más allá de lo establecido en los tratados de 1967, por lo que esta situación ponía a Panamá en un aparente callejón sin salida.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas es en realidad el cuerpo deliberativo más importante del sistema de Naciones Unidas y del derecho internacional público. Su sede permanente es Nueva York. Con motivo de la importante trascendencia del proceso de descolonización de África y los conflictos emergentes en esa región, el Consejo de Seguridad celebró su primera reunión fuera de la sede el 28 de enero de 1972, en Addis Abeba en Etiopía. Fue esa reunión la que inspiró otra audacia.
La solidaridad internacional
El equipo diplomático panameño, conformado por Juan Antonio Tack, Aquilino Boyd, Jorge Illueca y Carlos López Guevara, impulsó la iniciativa de que el Consejo de Seguridad se reuniera en Panamá en 1973. Para esto contaron con el extraordinario apoyo peruano, en especial de los diplomáticos Javier Pérez de Cuellar y Miguel Ángel de La Flor. Con ese respaldo, Panamá obtuvo el apoyo unánime de América Latina para la celebración de la reunión.
El cambio estratégico fue fundamental, ya que Panamá, al sacar el tema del reclamo canalero de la vía bilateral para llevarlo a un foro multilateral, creaba una “causa célebre” que presionaba a Estados Unidos, que se encontraba en medio de la impopular guerra de Vietnam. Esta coyuntura internacional favoreció a la agenda panameña y así Aquilino Boyd, embajador ante la ONU, quedó presidiendo el Consejo de Seguridad.
Las sesiones se celebraron del 15 al 21 de marzo de 1973, en el Palacio Justo Arosemena, a unos 300 metros de la cerca que dividía a la Zona del Canal del resto del territorio panameño. Aunque la reunión fue convocada bajo el pomposo lema “La paz y la seguridad internacional en América Latina”, en realidad el plato fuerte era la situación de Panamá.
Torrijos inauguró el evento con un fogoso discurso nacionalista y a lo largo de las sesiones, el ministro Tack y el embajador Boyd, junto con el resto del equipo panameño y otros diplomáticos latinoamericanos, fueron conduciendo las sesiones como una sinfonía que solo podía tener un resultado.
El embajador de Estados Unidos ante Naciones Unidas, George H. Bush, se vio rebasado por lo que sucedía dentro y fuera del Palacio Justo Arosemena. Este evento fue considerado como una vergüenza pública para Estados Unidos y una mancha en la carrera política de Bush. El resultado final de la votación fue que 13 de los 15 países miembros del Consejo de Seguridad (Australia, Austria, China, Francia, Guinea, India, Indonesia, Kenia, Panamá, Perú, Sudán, Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y Yugoslavia) votaron a favor de la Resolución 330 que reconocía las aspiraciones de Panamá y exhortaba a Estados Unidos a llegar a un acuerdo negociado con el istmo. Por su parte, el Reino Unido se abstuvo y Estados Unidos usó su derecho a veto para derrotar la resolución. Al concluir la reunión, Tack pronunció su muy célebre frase: “Estados Unidos vetó a Panamá, pero el mundo vetó a Estados Unidos”.
Menos de 11 meses después, el secretario de Estado Henry Kissinger y el canciller Tack firmarían un acuerdo de ocho puntos, que era en realidad el guión de los nuevos Tratados del Canal de Panamá, que se firmarían el 7 de septiembre de 1977.
La posdata
Tack dejó de ser canciller en 1976 y fue reemplazado por Boyd. Illueca fue canciller de Panamá, presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas y presidente de la República. López Guevara fue negociador de los Tratados Torrijos-Carter, embajador y canciller. Pérez de Cuellar se convirtió en el primer latinoamericano en ser secretario general de Naciones Unidas.
A su vez, George H. Bush se convirtió en presidente de Estados Unidos y el 19 de diciembre de 1989 ordenó la invasión de Panamá. Aún así, el 31 de diciembre de 1999 Panamá recibió la transferencia del Canal y adquirió la soberanía sobre todo su territorio.
El Consejo de Seguridad tuvo que esperar hasta 1990 para volver a reunirse fuera de Nueva York cuando en Ginebra, Suiza, atendió la temática del pueblo palestino y el conflicto del Medio Oriente. En 2004 se reunió en Nairobi, Kenia, para ventilar la cuestión de la paz y el desarrollo en África. Solo la reunión de Panamá produjo la solución del conflicto que fue discutido.