TAL CUAL



PASADO. La comisión nombrada por el Ejecutivo para evaluar a los aspirantes a la Corte recibió, en total, 18 objeciones. El dudoso ranking lo encabeza Gerardo Solís, con cuatro (y eso que Mayín Correa nunca apareció). Le siguen José Abel Almengor (a quien le reclamaron hasta una pensión de alimentos) y Geneva de Ladrón de Guevara, cada uno con tres. Al juez marítimo Calixto Malcolm le sacaron en cara que ha sido denunciado por enriquecimiento injustificado, y a la magistrada de la Niñez y Adolescencia, Judith Cossú, que había manipulado un expediente para destituir a un juez. En tanto, de Víctor Méndez Fábrega alguien dijo que tenía dos denuncias en el Tribunal de Honor del Colegio Nacional de Abogados, pero Méndez pudo defenderse ya que, prudentemente, había entregado previamente copia autenticada de sus absoluciones. El resto de los objetados aguantó callado, porque la comisión no dio derecho a réplica.

PASTEL. Ayer, Bosco Vallarino se reunió con los diputados de CD. Nadie le preguntó por las villas navideñas, por el viático a nombre de la esposa o por sus pobres ejecutorias –razón por la que ya le reprendió hasta el Presidente de la República–, sino por las oportunidades de nombrar gente en el Municipio de Panamá. Los reclamos más airados los profirió Tito Afú, secundado por Aris De Ycaza. Marylín Vallarino preguntó por qué exigían puestos de trabajo en la Alcaldía de la capital, si los votantes del primero están en Las Tablas y los del segundo, en La Chorrera. El comentario no fue del agrado de Afú, que si hubiese tenido el fajo en la mano, le habría abofeteado con él. Cuidado, que el hobby de Marylín es el boxeo.

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