BURLA. La Asamblea, como si fuera la junta directiva de las empresas del gobernante, debate un proyecto que golpea la integridad ambiental. Si se elimina el requisito de un estudio de impacto ambiental (EIA), nadie se va a enterar de la realidad de los proyectos “de interés social”, ya que esos EIA requieren de una consulta pública en la que participa todo el que tenga algo que preguntar. Los EIA son obligatorios en todos los proyectos financiados por las IFI y un capítulo importante en el pretendido TPC con Estados Unidos. ¿Para eso era que buscaban el famoso grado de inversión?
TEMOR. Anoche, en el pleno, Félix Wing, del Centro de Incidencia Ambiental, anunció que si el proyecto es aprobado, irían a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Ante tal posibilidad, Popi Varela lo interrumpió rápidamente para exigirle “respeto”. Parece que los gobernantes ya saben cuáles son las consecuencias de algo así.
JUGADA. El panameñista Osman Gómez ya exteriorizó sus intenciones de poner a votar a su suplente. Parece que no quiere dar la cara y cargar con semejante costo político. El electorado haría bien en tomar nota de estas jugarretas y pasar factura en el año 2014.
ARMADA. Y mientras la Asamblea está en llamas, Martinelli visitaba una feria de armadores en Grecia, junto al ministro Jimmy Papadimitriu; la hermana de este –embajadora en ese país–; el administrador de la AMP, Roberto Linares, y el director de Marina Mercante, Alfonso Castillero. “Esta es la mayor y más importante delegación que ha visitado a los armadores griegos en la historia del registro panameño, por lo que la industria naviera griega está complacida”, dice la Presidencia. Más parece la antesala antes de ir a un juego de fútbol.