COLECTA. Diversos grupos se están organizando para recaudar, “real a real”, los 4 mil dólares necesarios para pagar la condena de la destituida procuradora Ana Matilde Gómez. Muchos panameños tienen preparada su carga de monedas para entregarlas a los activistas. Ojalá que no se les cuelen un par de locos a recaudar plata para su chief.
AMNESIA. Hablando de la procuradora, ella advirtió que hubo una reunión en casa de un alto funcionario en la que se decidió favorecer a su denunciante, el ex fiscal Arquimedes Sáez. La estrategia parece ser darle largas al caso contra Sáez –que está libre bajo fianza y llamado a juicio desde 2008– hasta que prescriba y entonces el brazo de la justicia se quede corto para ajustarle las cuentas por las sumas que le exigía a Miguel Sambrano, a cambio de una medida cautelar. Hasta Sambrano ha dicho que tiene ese temor. Parece que a los únicos que no les preocupa que el caso prescriba, es al Ministerio Público y mucho menos al Presidente.
VENENO. Varios funcionarios de la Contraloría se intoxicaron por la utilización de un desinfectante de limpieza. El personal afectado labora en el centro de tabulación de los datos obtenidos en el pasado censo de población y vivienda. ¿Los habrá intoxicado el desinfectante o el olor a descomposición que tiene todo lo relacionado con el censo?
HEDONISTAS. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, le aconsejó a sus jóvenes copartidarias que no lean los periódicos y se casen con un millonario. El nuestro, mientras tanto, parece muy contento arrancándose públicamente en sitios como Libar, como volvió a suceder este fin de semana. Al menos, pronto acondicionarán el túnel de Quarry Heights, para protegerlo de las rumbas... Digo, de las bombas.
