PACHANGA. La última locura del cambio era una fiesta multitudinaria, gratis, en plena cinta costera y con la bahía de Panamá de fondo, para recibir el año 2011. La rumba era orquestada por los ministros Guillermo Ferrufino, Jimmy Papadimitriu y Salo Shamah (por aquello de que supuestamente sería un atractivo turístico…), pero parece que la lluvia les aguó la fiesta, porque Martinelli dijo que con tantos damnificados no sería bien visto andar de parranda. Ojalá de verdad le hagan caso y cancelen el evento, y no simplemente pospongan su celebración como está haciendo la mayoría de los ministerios con sus agasajos de Navidad.
POLITIQUERÍA. Dicen que en Yaviza los damnificados quedaron asqueados no por las contaminadas aguas que invadían sus comunidades, sino porque algunos alimentos les fueron servidos en platos que llevaban impreso el nombre de políticos oficialistas. Algunos optaron por no comer.
COLMO. Ayer, dos ciudadanos mexicanos rompieron la cerca perimetral de los 3 millones de dólares y se fugaron de La Joyita. Casi, casi, en las narices de los custodios y del coordinador penitenciario del Ministerio Público, Diomedes Kaa, que en ese momento estaba de visita en el lugar. Solo faltaron los besitos de despedida.
RIFIRRAFE. Ayer hubo una acalorada discusión telefónica entre el presidente de la Asamblea, José Muñoz, y el administrador de la Anam, Javier Arias. ¿Qué diferencia pueden tener estos funcionarios? ¿Será que no se ponían de acuerdo en el precio de algo?
