TRAPOS. Mauro Zúñiga está que echa humo. Ayer no solo le escribió a Ricardo Martinelli reprochándole que Coclé no es un “vertedero” y que estaba mandando un “camión de basura con su primo” Fernando Núñez Fábrega a la Gobernación. También citó hoy a todo el que quiera, para prohibirle la entrada a la entidad a “capitán Nalgas”. La hora de la convocatoria le queda de tarea, no sea que el Gobierno diga que tenemos una campaña en su contra.
TAREA. José Raúl Mulino vuelve hoy de su gira, en la que conversó con autoridades mexicanas sobre narcotráfico y lavado de dinero. Lo mínimo que podría hacer ahora sería informar a la ciudadanía cómo van las investigaciones contra Ramón Martinelli, primo del excelentísimo, y sus nexos en Panamá.
ÓPTICA. Ayer almorzaban en Casa Tua Carlos Wittgreen –uña y mugre de Noriega– y su hija Yolanda. Su presencia le revolvió el estómago a más de cuatro… aunque Ricardo Bermúdez –ministro durante el noriegato– no se dio por aludido. Lo saludó como si se tratara de Shakira. Ellos son perredistas y se entienden… Mejor dicho, Dios los crea y Noriega los une.
PASIEROS. Y hablando de efusividades, ayer Giuseppe Bonissi vislumbró desde la calle a Tito Afú en Stizzoli comiéndose un calzone –que fácilmente hubiera podido contener el fajo de billetes del Cemis– y entró a darle un abrazo fraternal. Está de más decir que con tanto carbohidrato, Afú no quedó con fuerzas ni para asomarse por la Asamblea.