DESEOS. Los diputados oficialistas Gabriel Méndez y Junior Herrera se deshicieron en halagos hacia Harry Díaz durante el proceso de su ratificación, en primer debate, en la Comisión de Credenciales de la Asamblea. Esas alabanzas pueden tener una –¿buena?– explicación: tanto Méndez como Herrera tienen procesos pendientes en la Corte. Solo les faltó acompañar sus odas con sendos recursos a su favor.
APOYOINCONSULTO. Ayer circuló un comunicado en el que la Asociación Panameña de Corredores y Promotores de Bienes Raíces (Acobir) proclamó públicamente su apoyo al proyecto de la torre financiera en avenida Balboa. El comunicado lleva únicamente la firma del presidente de ese gremio, Wilson Ruiz. El resto de la junta directiva no fue consultado sobre la redacción del boletín y no está conforme con el desarrollo de la obra. Si Ruiz sale a decir que fue elegido presidente para mandar y no para “cogobernar” con los demás, ya se sabe de quién lo aprendió.
EJEMPLO. El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, no acudió a la final de la Liga de Campeones –como originalmente tenía planeado, porque debía acudir al Comité Federal de su partido, el PSOE, donde se fijaría el calendario de las primarias de ese colectivo. Y eso que en la final jugaba un equipo de su país y que el vuelo de Madrid a Londres es de unas pocas horas de duración. Lástima que otros no igualen el ejemplo. Si fuera por compromisos partidarios y distancia, Martinelli y Varela no habrían podido ir ni a David.