La controversia en torno al presupuesto otorgado a la Universidad Autónoma de Chiriquí (Unachi) sigue generando tensiones, luego de que autoridades y docentes de la institución protagonizaran una manifestación este lunes 21 de octubre en su sede principal.
La movilización, que reflejó la creciente preocupación por el futuro de la universidad, coincidió con una reunión entre estudiantes de derecho y diputados, quienes escucharon las inquietudes de la comunidad académica.
El pasado 16 de octubre, la rectora de la Unachi, Etelvina Medianero de Bonagas, envió una nota al ministro de Economía y Finanzas, Felipe Chapman, expresando su inquietud debido a que el presupuesto aprobado es considerablemente menor al solicitado.
Según la rectora, la cifra aprobada asciende a 50 millones de balboas, un 64% menor a los 138 millones solicitados por la universidad, y representa un recorte del 53% en comparación con el presupuesto del año 2024. El impacto de esta reducción, según expone la carta, es devastador. Las autoridades subrayan que el presupuesto asignado para 2025 cubre únicamente los gastos operativos y de funcionamiento, sin permitir partidas para inversiones en infraestructura, investigación o desarrollo.
Un grupo de diputados independientes escucha inquietudes de estudiantes de derecho de la Unachi sobre el presupuesto de esa casa de estudios. “La rectora debe estar presa” aseguró el diputado Betserai Richards. @Betseraitvhttps://t.co/rLx5Yn2AoO pic.twitter.com/1MR6hgPThI
— La Prensa Panamá (@prensacom) October 21, 2024
“Con este presupuesto no es viable que la Unachi pueda seguir funcionando”, afirman en el documento. Medianero de Bonagas también argumentó que la universidad ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, con un aumento en la matrícula que en 2024 alcanzó los 24,533 estudiantes, incluyendo 13,796 nuevos ingresos desde 2022. Este aumento en la demanda requiere recursos que el recorte presupuestario no podrá cubrir.
El presupuesto aprobado para 2024 ya había sido considerado insuficiente por las autoridades universitarias, quienes explicaron que los 106 millones de balboas asignados no lograron cubrir todas las necesidades de la institución. Ahora, con la reducción propuesta para 2025, la universidad advierte que se vería obligada a cerrar sus puertas, ya que, de acuerdo con Medianero de Bonagas, no tendría la capacidad para cubrir las obligaciones salariales de su personal ni cumplir con los compromisos contractuales y académicos que ya tiene establecidos. El riesgo de paralización afectaría no solo a sus siete facultades, sino también a sus 13 centros regionales universitarios y sub-sedes.
El encuentro
Mientras la protesta se llevaba a cabo en Chiriquí, estudiantes de la Facultad de Derecho de la Unachi se reunieron con diputados de la Asamblea Nacional. Algunos de ellos fueron Betserai Richards y Jhonathan Vega, ambos de la coalición Vamos.
Los universitarios expresaron su preocupación sobre el presupuesto de esa casa de estudios, mientras que Richards planteó que hay temas dentro de la Unachi que deben corregirse, como una planilla abultada y el nepotismo.
“La rectora debe estar presa”, aseguró el diputado Betserai Richards.
La planilla de la Universidad Autónoma de Chiriquí (Unachi) revela una situación insólita: varios de sus colaboradores, en su mayoría profesores, perciben salarios que superan los $7,000 mensuales, la misma cantidad que gana el presidente de la República.
La planilla global de esta casa de estudios superiores incluye a 2,000 colaboradores, entre personal administrativo y docente. De este total, 219 empleados reciben salarios de $7,000 o más al mes, lo que representa un gasto significativo para la institución.
Estos altos sueldos cuestan a la universidad aproximadamente $1.5 millones mensuales, lo que se traduce en $18 millones al año solo para este grupo de profesionales.
De este grupo de 219, seis personas ganan $9,000 o más y 16 devengan $8,000 o más, mientras que otros 197 empleados también superan los $7,000. La mayoría de estos sueldos pertenecen a profesores, lo que ha generado debate sobre la distribución de recursos en la institución.