Martinelli es visitado por su hija, abogados y aliados políticos; mientras se queda con Bruno, su mascota

Martinelli es visitado por su hija, abogados y aliados políticos; mientras se queda con Bruno, su mascota
Carolina Martinelli junto a su esposo iba acompañada de su esposo, Michel Garuz Salaverry. Elyseé Fernández


En su segundo día en la Embajada de Nicaragua en Panamá, Ricardo Martinelli ha recibido la visita de sus abogados, familiares y aliados políticos, siendo Carolina Martinelli, la única de sus tres hijos que hasta ahora ha ido a la sede diplomática, ubicada en la urbanización de La Alameda, en el corregimiento de Betania.

Carolina llegó a eso de las 10:45 de la mañana, acompañada de su esposo, Michel Garuz Salaverry. Allí, estuvieron hasta las 2:15 de la tarde, cuando finalmente dejaron la embajada, evadiendo a los reporteros gráficos y periodistas que intentaban abordarlos.

También estuvieron con Martinelli la diputada Mayín Correa, de Cambio Democrático; y Zulay Rodríguez, del Partido Revolucionario Democrático, aspirante a la Presidencia de la República por la libre postulación.

Antes que ellos llegaran, ya habían estado en la embajada trabajadores, transportistas y despachadores de mercancía, que arribaron con comida, electrodomésticos, muebles, un colchón y ropa para equipar a Martinelli.

Así, la tranquilidad de la urbanización La Alameda quedó atrás. Desde que el expresidente Ricardo Martinelli se atrincheró en la Embajada de Nicaragua en Panamá, el miércoles 7 de febrero, no han dejado de llegar camionetas y furgones como símbolo de su mudanza y la transformación que le hará a la sede diplomática. Hasta su perro Bruno ha aparecido en la escena.

Martinelli es visitado por su hija, abogados y aliados políticos; mientras se queda con Bruno, su mascota
Bruno, la mascota del expresidente, también fue llevado a la sede diplomática. Isaac Ortega

Los alrededores de la Embajada de Nicaragua amanecieron este jueves custodiados.

A pocos metros de la casa, ubicada en una zona residencial, hay un control de la Policía Nacional que vigila el área. Además, una patrulla pasa con frecuencia.

Martinelli es visitado por su hija, abogados y aliados políticos; mientras se queda con Bruno, su mascota
Agentes de la Policía Nacional custodian la Embajada de Nicaragua. Isaac Ortega

Mientras tanto, los vecinos curiosos pasean sus mascotas y se detienen para ver el alboroto. Algunos a husmear y otros a conversar con los periodistas.

Justo cuando esto sucedía, en la mañana de este jueves, pasadas las 11:00 de la mañana llegó un camión parecido a los que usan los comercios para despachar mercancía. Había dos acondicionadores de aire marca Nisato, un televisor de 32 pulgadas y otro de 65 pulgadas marca RCA.

Un día antes, es decir el miércoles 7 de febrero, ya Martinelli y su círculo cercano anticiparon cómo sería la estancia del expresidente sobre quien pesa una condena de 10 años y ocho meses de prisión, y el pago de una multa de $19.2 millones por blanqueo de capitales en el caso New Business.

Habían llegado trabajadores con escaleras y cintas métricas. También empezaban con la instalación de una lona para evitar que las cámaras pudieran captar a Martinelli en lo que sería una especie de balcón en la casa que es la sede diplomática de Nicaragua, al tiempo de desembarcaban cajas de comida, electrodomésticos y muebles.

Hoy llegaron a visitar a Martinelli sus abogados Carlos Carrillo, Sidney Sittón y Alfredo Vallarino, además de su vocero Luis Eduardo Camacho.

Martinelli es visitado por su hija, abogados y aliados políticos; mientras se queda con Bruno, su mascota
Carolina Martinelli visitó a su padre. Llegó en una camioneta gris, marca Toyota Land Cruiser Prado. Isaac Ortega

El pasado viernes 2 de febrero, la Corte Suprema de Justicia anunció que no admitió el recurso de casación contra la condena de 10 años y ocho meses de prisión, así como el pago de una multa millonaria por blanqueo de capitales, impuesta a Martinelli por el caso New Business.

Martinelli, que se supone estará solo en la embajada, también tendrá un asador a gas tamaño familiar en sus nuevos aposentos.

Martinelli es visitado por su hija, abogados y aliados políticos; mientras se queda con Bruno, su mascota
Hasta un asador de gas fue ingresado a la embajada de Nicaragua en Panamá. Isaac Ortega.

En medio de la expectativa por el nuevo residente de la embajada, los nacionales nicaragüenses esperan tímidamente a un costado de la entrada para realizar sus trámites.

“Buenas; vengo por la renovación del pasaporte”, dice una dama muy elegante que se pone al final de la fila. Al mismo tiempo se escuchan otras voces: “¿Qué están bajando’”, pregunta una vecina que hace pocos minutos paseaba a su perro y que ahora en una camioneta se asoma para curiosear y grabar la escena. “Esto va a ser incómodo”, dijo desde el auto. Segundos después se unió como reportera curiosa de la comunidad con teléfono en mano para grabar videos.

Martinelli también recibió este jueves un colchón para cama doble.



LAS MÁS LEÍDAS