El cantautor y activista panameño Rubén Blades opinó este domingo 11 de febrero sobre el asilo que concedió el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua a el expresidente Ricardo Martinelli, condenado a más de 10 años de prisión y a pagar una multa millonaria en el caso New Business.
“Al solicitar asilo en Nicaragua el condenado Martinelli se convierte en prófugo de la justicia panameña”, aseguró en su escrito publicado su blog digital.
Blades indicó que decidió escribir esas líneas para tratar de brindar perspectivas acerca de la nueva movida del exmandatario y ayudar a que “no se vean engañados por narrativas falsas”, provenientes de los que apoyan u oponen al asilado.
“El que Nicaragua le haya concedido refugio a un prófugo de la justicia hace a ese gobierno cómplice de albergar a un convicto que huye de la ley”, destacó.
Según Blades, el derecho internacional al asilo no fue concebido con ese tipo de protección en mente y se pregunta lo siguiente: ¿Por qué el declarado corrupto Martinelli prefirió la embajada de Nicaragua en lugar de asilarse en la de Italia, considerando que él también es ciudadano italiano?
“Quizás sea porque Italia respeta las consecuencias legales que implica aceptar a un escapado como Martinelli. En cambio, bajo una autocracia como la de Daniel Ortega todo es posible, incluyendo el que una dictadura dizque de izquierda brinde protección irrestricta a un condenado capitalista. ¿Cuánto habrá costado el favor? Tengan la seguridad de que no fue gratis, ni que ocurrió porque el gobierno de Nicaragua respeta los derechos humanos”, reseñó.
También opinó que “el condenado” alega como una de sus principales razones para refugiarse en la sede diplomática el que el presidente Cortizo “lo quiere matar”, pero -agregó Blades- lo primero que hace como “prófugo”, ya dentro de la embajada nicaragüense, es pararse en frente de una ventana abierta, como muestra la fotografía que circula en las redes sociales.
“Si en vez de un fotógrafo hubiese sido un francotirador hubiera dejado huérfano a Camacho”, añadió.
Martinelli se asiló en la embajada nicaragüense el pasado 8 de febrero tras alegar que es un perseguido político y desde entonces no han parado de llegar a la sede toda clase de insumos domésticos tales como: unidades de acondicionadores de aire, televisiones, colchones, asadores de barbacoa tamaño familiar, tanques de agua y gran cantidad de comida y bebidas.
De igual forma no le han faltado las visitas diarias de sus abogados, familiares y simpatizantes políticos.
Por el nominado caso New Business, Martinelli fue condenado por blanquear fondos públicos para adquirir las acciones de Editora Panamá América, S.A. (Epasa), en diciembre de 2010. Esta condena, de 128 meses de prisión y el pago de una multa de $19.2 millones, fue dictada en julio pasado por la juez penal Baloísa Marquínez y ratificada por el Tribunal Superior de Liquidación de Causas Penales.