En una reciente entrevista con CNN, el presidente electo José Raúl Mulino abordó temas cruciales para la Nación, antes de su toma de posesión el próximo 1 de julio.
Durante la conversación, Mulino habló sobre la situación del exmandatario Ricardo Martinelli, expresando sus opiniones respecto a los desafíos legales y políticos que enfrenta. Además, tocó el tema de Venezuela, analizando la crisis que atraviesa el país y su impacto en la región.
Uno de los puntos más destacados fue su enfoque en el control de la migración a través de la frontera entre Panamá y Darién, subrayando la importancia de implementar medidas efectivas para gestionar el flujo migratorio y garantizar la seguridad nacional.
El mandatario electo subrayó que no niega su amistad con Martinelli, pero enfatizó que es muy respetuoso en lo relacionado al cumplimiento de la ley.
“Yo no niego mi amistad con Martinelli, pero esa amistad llega donde empieza el cumplimiento de la ley. Que quede muy claro: yo no toleraría eso porque sería irrespetar un estado de derecho”, dijo Mulino cuando se le preguntó si el expresidente estaría en su toma de posesión.
Venezuela y Darién
Sobre la posibilidad de que las elecciones en Venezuela no sean transparentes, el presidente electo señaló que tendrían que valorar las relaciones bilaterales con ese país, ya que la postura de Panamá es reconocer a los gobiernos legítimos.
“Yo le deseo a Venezuela el mayor de los éxitos civilizados y democráticos del mundo. Ojalá el gobierno actual prevea esa realidad y tome en cuenta los efectos que puede tener una decisión adversa a lo que es el respeto a la democracia y a la voluntad popular del pueblo en las elecciones del próximo 28 de julio”, aportó.
En cuanto al cierre de la frontera en Darién, como lo prometió en campaña, Mulino dijo que no hará una muralla o cerca, pero plantea la posibilidad de un acuerdo con Estados Unidos en el proceso de repatriación con la veeduría de organismos defensores de derechos humanos.
Por Darién llegan, en promedio, 1,200 migrantes diarios.