Tras varios días de suspensión debido a las condiciones climáticas adversas, este domingo se reanudaron los viajes con migrantes desde la comunidad de Miramar, en el distrito de Santa Isabel, provincia de Colón, hacia Colombia.
La interrupción, que comenzó el pasado jueves, había generado preocupación entre las autoridades y los viajeros, muchos de los cuales permanecían varados a la espera de continuar su trayecto tras su fallido intento de ingresar a Estados Unidos, en medio de las nuevas políticas migratorias del presidente estadounidense Donald Trump.
Con la mejora del clima, cuatro embarcaciones retomaron sus operaciones, permitiendo el desplazamiento de los migrantes que buscan regresar a sus países de origen. Entretanto, organismos de seguridad y asistencia humanitaria mantienen vigilancia en la zona para garantizar la seguridad de los traslados.
El alcalde de Santa Isabel, Amed Meza, subrayó que, al principio, había incertidumbre debido a que las inclemencias del tiempo impedían la salida de nuevos viajes hacia la frontera con Colombia, como parte de la denominada migración inversa.
No obstante, explicó que este domingo partieron cuatro embarcaciones con aproximadamente 30 migrantes cada una, en su mayoría de nacionalidad venezolana. Sin embargo, aún permanece en la comunidad costera de Colón un grupo de más de 100 migrantes a la espera de transporte.
Realidad actual
La decisión de utilizar Santa Isabel como punto de embarque surgió tras un accidente en la ruta anterior, lo que llevó a las autoridades a optar por este puerto.
A pesar del esfuerzo de las autoridades locales y de la comunidad, el distrito enfrenta serias dificultades para gestionar el flujo de migrantes.
Meza destacó que han acondicionado una casa de hospedaje con luz, agua y baños básicos para quienes deben pernoctar antes de continuar su trayecto. Sin embargo, los recursos son limitados, y la alcaldía ha solicitado apoyo del gobierno central para atender las necesidades más urgentes, como el manejo de residuos y la mejora del centro de salud local.
“Estamos haciendo todo lo posible con lo poco que tenemos, pero necesitamos más respaldo para garantizar condiciones dignas a quienes pasan por aquí”, expresó el alcalde.
En lo que va del año, se han registrado 4,091 migrantes en tránsito de retorno desde la frontera de México y Estados Unidos hacia el sur, con un incremento significativo en febrero y marzo en comparación con enero. Según datos oficiales, en enero retornaron 216 personas, mientras que en febrero la cifra aumentó a 1,910 y, en marzo, hasta la fecha, se han contabilizado 1,457.