Un ministerio de compinches

Un ministerio de compinches


El 26 de julio de 2010, IBT Group, con su filial Carimex –representado por el empresario cubano estadounidense Rogelio Oruña– recibió de manos del exministro de Salud Franklin Vergara un contrato por 237 millones de dólares para construir cuatro hospitales en el país durante un plazo de 36 meses.Cinco años después, los hospitales no han sido terminados y –curiosamente– IBT ha recibido adendas por unos 100 millones de dólares. 

El exministro Vergara se desvinculó de cualquier anomalía en esta jugosa contratación. Ello, a pesar de que por entonces la Cámara Panameña de la Construcción se quejó porque los pliegos de condiciones de esa licitación impedían la participación de compañías locales.



Durante una entrevista con La Prensa, a finales del año pasado, en la que habló de los bienes que declaró al salir del cargo, Vergara dijo que antes de contratar a IBT Group pidió a su personal investigar los antecedentes de la compañía, que tenía una filial en República Dominicana.



Incluso, reveló que se comunicó con su homólogo de la isla caribeña, quien le confirmó que la empresa “no les había cumplido”.

Por entonces, este medio publicó que Islas Vírgenes Británicas rescindió un contrato otorgado a Carimex para construir un hospital, porque no se adhirió a las normas de seguridad necesarias y no había garantía de cumplimiento del proyecto.

A pesar de todos estos detalles, ¿por qué fue contratada IBT en Panamá? El exministro Vergara arguyó que los hospitales fueron prometidos en campaña por el expresidente Ricardo Martinelli. En pocas palabras, tenían que construirse.



Pero allí no terminaron las confesiones del exministro. Reconoció que Oruña tenía “entrada” con el expresidente Martinelli. “Fui la piedra en el zapato de IBT Group”, insistió Vergara, quien se sumó a la creciente lista de funcionarios del gobierno de Martinelli que salieron del servicio público con millones en el bolsillo.



Según Vergara, Oruña siempre se quejaba de las inspecciones que hacía el Minsa a los hospitales y agregó que cuando se reunían siempre habían técnicos del Minsa. “En el Minsa veía muy pocos empresarios”, dijo Vergara, aunque reconoció que otorgó jugosos contratos a un copartidario suyo, a quien ahora la fortuna le sonríe (ver recuadro).



CONEXIONES

Más allá de las confesiones extemporáneas del extitular de Salud, hay hechos que evidencian todas las conexiones que logró Oruña en el Gobierno de Martinelli, incluso, de manera indirecta con su propio hijo: Víctor Vergara Muñoz, que entre 2009 y 2013 adquirió dos inmuebles de playa, un apartamento frente al mar en Costa del Este, fincas y ganado en la provincia de Los Santos.

Oruña entabló amistad con Napoléon De Bernard, amigo de escuela de Vergara Muñoz, quien influyó para que su padre lo nombrara en la Dirección de Proyectos Especiales del Minsa. Justamente, esta dirección manejó una multimillonaria licitación de hospitales, cuyo contrato terminó en manos de IBT Group. De Bernard –cocinero de profesión– es parte del círculo de amigos de los hijos del expresidente Martinelli, incluyendo al exsecretario privado de este, Adolfo 'Chichi' De Obarrio, cuya boda fue organizada y decorada en 2013 por De Bernard.Meses después de la licitación de los hospitales, De Bernard compró un apartamento en el P.H. Náutica Tower, ubicado en San Francisco. El apartamento tiene un valor de 260 mil dólares, de los cuales De Bernard –quien devengaba un salario de 4 mil 300 dólares– abonó 85 mil dólares.Este joven también figura en la Fundación Comendador Napoléon De Bernard Soto & Hijos, que adquirió a principios del año 2013 dos apartamentos en el P.H. The Forum, ubicado en el corregimiento de Bella Vista, valorados en 666 mil dólares.

De acuerdo con información del Registro Público, “...el vendedor declaró haber recibido a su entera satisfacción el dinero”.

Este diario realizó ingentes esfuerzos para contactar a De Bernard, a través de conocidos, pero fue infructuoso.



VIEJAS AMISTADES

Tal fue la amistad que logró Oruña con De Bernard, que ambos participaron de lo que parece haber sido un divertido viaje a Orlando, Estados Unidos, y República Dominicana, en el que también asistieron otros exfuncionarios del Minsa, como Helmut de Puy y Javier Vincensini, ambos recomendados por el hijo del entonces ministro Vergara para el proyecto de Agua y Saneamiento de Panamá (ver fotos).



Además, la hermana de Helmunt –Getzabel De Puy– fue contratada como administradora en el Minsa.

Entrañable miembro del grupo de amigos del hijo del exministro Vergara fue la hermana de Chichi de Obarrio, Isabel De Obarrio, nombrada en el Minsa como asesora, devengando un salario de 4 mil dólares mensuales.



En el viaje a República Dominicana, también estuvieron Leonel Zapata y los abogados Miguel Mihalitsiano, Jesús Veleiro y Roberto De La Espriella, estos últimos miembros de una firma de abogados que creó sociedades para Oruña e IBT Group.

Vergara Muñoz, De La Espriella, Leonel Zapata y Luis Enrique Martinelli, son socios en varios negocios.

Proveedor y miembro de CD, con lujosa casa

El exministro de Salud (Minsa) Franklin Vergara tiene cosas en común con el empresario Carlos Bryan Torres, quien durante su gestión fue beneficiado con millonarios contratos para distribuir agua en camiones cisterna y recolección de basura. Ambos fueron miembros del consejo de honor y disciplina de Cambio Democrático (CD) y adquirieron casas de playa en el Pacífico en el quinquenio pasado.

En mayo de 2012, Bryan Torres compró una casa de playa en el P.H. Río Mar Residencias, en el distrito de San Carlos, valorada en un millón de dólares, de los cuales abonó 500 mil dólares.

Un año antes de esa adquisición, otro proveedor del Minsa –Torres, S.A.– le traspasó de “forma exclusiva, absoluta y libre de gravámenes” un millón 27 mil 588 dólares a Bryan Torres, mediante un contrato privado al que tuvo acceso La Prensa.

El dinero era parte de un contrato de casi dos millones de dólares que dio Vergara a Torres, S.A. por la limpieza de 115 tanques sépticos de centros de salud a nivel nacional. Rafael Torres, dueño de la compañía Torres, S.A., dijo que subcontrató a Bryan Torres porque el proyecto “era muy grande”, pero en el contrato firmado por ambos se lee: “Torres, S.A. se compromete a ejecutar en su totalidad y por su cuenta el proyecto...”. Desde entonces, este diario buscó la versión de Bryan Torres, quien dijo que probaría, documentos en mano, que jamás cobró ese dinero, pero nunca lo hizo.

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