'A un muchacho le rompieron la pierna a toletazos', un relato desde el corazón de la protesta contra las reformas

'A un muchacho le rompieron la pierna a toletazos', un relato desde el corazón de la protesta contra las reformas


"Me dijeron que pusiera mis cámaras en la maleta. Me metieron en la chota y, justo después de que me meten a mí, traen a un muchacho y le rompieron la pierna a toletazos. Él no estaba haciendo nada. No se estaba resistiendo. Desde que yo lo vi, le venían dando con el tolete. Y una vez lo tuvieron sentado, le dieron como dos o tres veces en la pierna, y una vez en la cabeza". 

El testimonio es del cineasta Lucho Araújo, uno de los más de 50 arrestados la noche del pasado miércoles 30 de octubre en medio de las protestas contra las reformas a la Constitución

Araújo, al igual que estudiantes de varias universidades, activistas de derechos humanos, de colectivos populares, y miembros de la comunidad LGTBI, se congregaron frente a la Asamblea Nacional a partir de las 4:00 p.m. para manifestar su rechazo a los cambios a la principal norma del país.

El cineasta documentaba todo. Tomaba fotos y videos. Cuando la policía antidisturbios empezó a replegarlos de los alrededores del palacio Justo Arosemena, sede del Órgano Legislativo, con gas pimienta, bombas lacrimógenas, y balas de de goma, la manifestación tomó un rumbo distinto.

Se dividió en varios grupos. Unos se fueron a las esquinas de la 5 de Mayo, otros cerca del viaducto de la 3 de Noviembre, y algunos se fueron a la cinta costera. Cerraron la vía. La mayoría se sentó en el suelo para cantar el himno nacional. Otros lanzaron piedras a la sede principal del oficialista Partido Revolucionario Democrático. Entonces aparecen las patrullas de la Policía Nacional. Eran muchos. De acuerdo a Juan Williams, otro reportero gráfico que le siguió la pista la protesta, eran entre 75 y 80 uniformados. 

Cuando se vieron rodeados, Lucho Araújo corrió por la avenida Balboa en dirección a Multicentro, pero se acordó que uno de sus amigos había quedado atrás. Volvió al tumulto, y en ese momento se dijo que él no estaba haciendo nada malo, y que era poco probable que le hicieran algo. Pero un policía lo vio, y le gritó a los demás. Lo arrestaron. Fue en este momento cuando le ordenaron guardar las cámaras, cuando lo subieron a la chota, y cuando presenció la escena del terror: a un chico de unos 20 años, artista, le estaban desbaratando las piernas. 

Ya encerrado en la sede de la policía en Ancón vio a otros detenidos que tenían brechas en la cabeza, lloraban, tenían miedo. "Había una muchacha venezolana que dice que venía en un bus de Albrook y se bajó por la cinco de mayo y la agarraron. Había un muchacho que ni siquiera estaba en la universidad, estaba en la escuela. Era un ambiente de miedo", narra el cineasta.

Les pidieron las cédulas a todos y él sintió que estaba siendo procesado, pero no les explicaban nada. Estuvo encerrado desde las 8:00 p.m. hasta las 12:30 a.m. Sin poder llamar a un familiar, sin poder tomar agua, sin poder ir al baño. "Ahí nunca nadie nos dijo qué era lo que estábamos haciendo, ni nada. Nadie te decía: "mira: 'tú estás aquí por desorden público'". 

Cuenta que le pidieron que firmara una hoja en la que se decía que no había sido maltratado ni física, ni psicológica, ni moralmente. Araújo se negaba a firmar. Le dijo a uno de los oficiales: "yo no quiero firmar la hoja, porque tú no me has maltratado físicamente a mí. Pero psicológicamente o moralmente no sé. ¿Tú no me vas a llevar a donde un psicólogo?". Al final, cuando solo quedaba él y otro chico herido, firmó, y recobró su libertad. 

Hoy a las 11:00 a.m. acudió a la Casa de Justicia Comunitaria de Paz de Calidonia, a donde fueron remitidos por la Policía Nacional después de ser liberados. Allí los entrevistaban uno a uno. Más adelante deberán enfrentar una audiencia. 

¿Por que protestan? se oponen a la modificación al artículo 56 de la Constitución que prohíbe el matrimonio igualitario, se oponen a que los diputados puedan aumentar el presupuesto general del Estado, y a todas las facultades que el Legislativo ganó con las reformas.

La escena de la barbería

Juan Williams cuenta que cuando empezó el arresto, él vio como a todos les pegaban en la espalda con el tolete. Luego, narra, ocurre el hecho más confuso que presenció: “Vemos que a un muchacho de amarillo lo sacan de una barbería. No había forma alguna de decir que él estaba o no en las manifestaciones. Simplemente lo sacan, lo tiran al suelo, y él decía: ‘yo no estoy participando, yo no estoy participando’. Y uno de los policías lo agarra y le pone la bota sobre la cabeza. Yo veo esto, corro hacía allí, corro a sacar la foto, otro fotoperiodista iba a grabar, y uno de los policías que estaba en el área le avisa a otro, y dice: ‘estos quieren grabar’, y agarra la escopeta 12 y nos apunta a los dos. Le dice que por orden de él no se podía grabar (...)". 

El abogado Richard Morales, del desaparecido partido Frente Amplio por la Democracia, asegura que pudo ver a mujeres y jóvenes que se retorcían del dolor ante las lesiones. “Eso es una injusticia”, afirma. 

Morales, al igual que Araújo, quedó impactado con el “muchacho de la pierna rota”. Otros, asegura, tenían golpes en la cara. 

El artista plástico Ricardo Linero, es "el muchacho de la rota". 

 

Según Morales, hay cinco heridos de gravedad. También dice que es falso que 11 de los arrestados son extranjeros, Afirma que eran cuatro, y dos de ellos ni siquiera estaban en la protesta. Narra que la venezolana que apresaron (la que se bajó del bus en la 5 de mayo) lloraba todo el tiempo.

Por el momento, el tema legal sigue. ¿Asumirá alguna responsabilidad la Policía Nacional por los heridos? Es la gran pregunta. 

Otra de las escenas que llamó la atención fue el momento en que un policía sacó una pistola en medio de la protesta. Algo que de acuerdo al reglamento de esa institución no lo permite. 

La Prensa habló con Alexis Muñoz, subdirector de la Policía Nacional, quien explica que ya  le llamaron la atención al agente. Reitera que el reglamento de la Policía Nacional dice que solo se puede usar el arma de reglamento si la vida del policía o de terceros se encuentra en peligro”.

Estima que la reacción del agente pudo deberse al estrés, al verse presionado por los manifestantes.

Afirma que no tienen reportes de personas heridas, y que todos los retenidos la noche del miércoles fueron puestos en libertad, y quedaron a órdenes de la Casa Comunitaria de Paz.

(Con información de Juan Manuel Díaz)

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