Lograr la integración de los sistemas eléctricos de Panamá y Colombia fue el mensaje que emitieron en conjunto el presidente de la República, José Raúl Mulino, y su homólogo colombiano, Gustavo Petro, tras una visita oficial en el Palacio de las Garzas este 28 de marzo.
Mulino señaló que la intención es lograr la interconexión eléctrica “lo antes posible”, debido a que “existe la necesidad”. Por su parte, Petro fue más allá y argumentó que el esfuerzo de integrar ambos sistemas puede contribuir “en buena parte a solucionar la crisis climática global”. Asimismo, señaló que la iniciativa constituye una nueva etapa para la integración de América Latina y el Caribe.
Pero este tema no es nuevo. Las intenciones de lograr la interconexión datan de hace más de 11 años. Precisamente, el actual secretario de energía, Juan Manuel Urriola, también dirigía la cartera energética por el año 2013, cuando el tema tomó relevancia nacional.

A pesar de la presencia de el propio Urriola y el ministro de minas y energía colombiano, Edwin Palma Egea, no se revelaron detalles técnicos de cómo podría llevarse a cabo la integración.
Sin embargo, en una conferencia de prensa del 16 de diciembre de 2024, llevada a cabo en la Cancillería panameña para abordar el tema, Urriola reveló que el costo del proyecto estaría rondando los $800 millones.
En aquella ocasión, también se mencionó que un eventual proyecto incluiría líneas de transmisión submarinas y terrestres.
Durante el gobierno de Laurentino Cortizo (2019-2024) también hubo acercamientos. Incluso se llegó a plantear un proyecto de cerca de $500 millones, para ser desarrollado entre la empresa colombiana Interconexión Eléctrica, S.A. (ISA) y la estatal Empresa de Transmisión Eléctrica, S.A. (Etesa).
Integración y el Canal
Durante su intervención, Petro también señaló que presentaría el Tratado de Neutralidad del Canal de Panamá en el Congreso de Colombia, aunque no detalló exactamente cómo sería jurídicamente adoptado.

Asimismo, manifestó su deseo de realizar proyectos que fortalezcan la integración regional y señaló que, cuando Colombia asuma la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) el próximo 9 de abril, dará prioridad a este objetivo.
Anticipó que una de sus propuestas será convocar a los países miembros de la Celac en Montería, Colombia, para discutir asuntos regionales, entre ellos la soberanía del Canal de Panamá.
“Montería vuelve a recibir al gobierno de Panamá y los gobiernos del Caribe y Centroamérica para, ojalá, iniciar otra nueva fase de respeto al Canal de Panamá, de neutralidad ante conflictos y vamos a presentar el Tratado del Congreso de la República y de respeto a la soberanía de Panamá y la soberanía de Latinoamérica y el Caribe”, señaló Petro.
Ferrocarril y migración
Otro tema que llamó la atención durante la declaración fue el nuevo ferrocarril panameño. Petro mencionó y ponderó la supuesta intención del gobierno panameño de llevar una nueva línea ferroviaria hasta Darién. No obstante, el presidente Mulino no anunció nada al respecto durante su intervención.
La entidad encargada de llevar a cabo el nuevo ferrocarril, planteado originalmente entre la provincia de Panamá y la provincia de Chiriquí, es la Secretaría Nacional del Ferrocarril.
Incluso, la Secretaría ha participado en espacios internacionales para presentar el proyecto como una vía para lograr la integración regional; sin embargo, el Gobierno no ha comentado oficialmente intenciones de llevarlo a Darién.
Por otro lado, Mulino anunció la cooperación entre Colombia y Panamá en materia de migración, haciendo énfasis en la importancia de un “trato humanitario” a los migrantes, con apego y respeto a los derechos humanos. Particularmente, se refirió a lo que respecta al flujo migratorio de norte a sur, que se ha incrementado por las políticas antinmigración del gobierno de Estados Unidos, encabezado por Donald Trump.
Luego del encuentro bilateral, Petro visitó la provincia de Bocas del Toro para avanzar con su intención de recuperar cuerpos de dirigentes liberales y revolucionarios que murieron en la Guerra de los Mil Días (1899-1902), cuando Panamá aún era parte de Colombia.
Para avanzar con la intención de recuperar los cuerpos, las carteras de cultura de ambos países trabajarán en conjunto, según informaron los mandatarios.