Jaime Salas habría creado y explotado su negocio particular desde el mismo despacho superior de la Dirección de Obras y Construcciones Municipales, justo cuando se producía un enorme boom inmobiliario.
Salas fue designado ingeniero municipal el 2 de septiembre de 2004, un día después de que se iniciara el segundo quinquenio de Juan Carlos Navarro en la Alcaldía de Panamá.
El 17 de febrero de 2005, cinco meses después de su designación como el funcionario más influyente en el desarrollo urbano de la ciudad, fue creada Edificaciones Portobelo, S.A. Al frente de la sociedad estaban Hugo Sánchez Reina (presidente), Esilda Edith Rodríguez (secretaria) y Rubén Darío Pérez (tesorero).
De Sánchez Reina se sabe que trabaja en el Ministerio de Economía y Finanzas, aunque actualmente está “de vacaciones”. Pérez es electricista en la Autoridad del Canal de Panamá, y Rodríguez, una docente jubilada.
Sánchez Reina “renunció” a la presidencia de la sociedad hace dos semanas, el 27 de noviembre de 2009. Desde entonces, el presidente y representante legal es Jaime Salas, quien dejó de ser ingeniero municipal el 30 de junio de 2009.
Ese mismo día, la Unidad de Análisis Financiero (UAF) envió al Ministerio Público su reporte sobre Salas y Edificaciones Portobelo, S.A.
Según ese documento, los propietarios de los millonarios proyectos habitacionales que requerían la aprobación del ingeniero municipal, terminaban subcontratando a Edificaciones Portobelo, S.A. Esto ponía a Salas no solo como rector del sector, sino también como colega.
La investigación da cuenta de que a la sociedad se le encontró un “estimado” de un millón 82 mil dólares en cuentas bancarias, bienes inmuebles, automóviles y equipos. Pese a ello, declaró pérdidas ante el fisco.
El informe de la UAF comprende de 2006 a julio de 2009, pero ya el fiscal especializado contra la Delincuencia Organizada, José Ayú Prado, pidió que se extendiera hasta 2004.
También fue remitido a la sección de investigación financiera de la Dirección de Investigación Judicial (DIJ), para que detecte y analice cualquier “actuación o anomalía dolosa”.
Ayú Prado explicó que también se analizan copias de unos 100 cheques –copias y originales–, localizados en un allanamiento a Edificaciones Portobelo, S.A. y a través de exhortos a los bancos.
