¿Estaba en sus cinco sentidos cuando dijo que todos robamos?
Totalmente. La narcomafia y la corrupción se están tomando el país. Roba el ingeniero, el arquitecto, el docente, el médico, el abogado… El funcionario roba bienes, plata, tiempo… Todos robamos.
¿Por qué no ha presentado denuncias?
Suficiente hago con soportar insultos en medios. Aunque muchos me felicitan. ¡Ah!, pero nadie se atreve a alzar la voz.
¿No hay panameños decentes?
Sí hay, pero la mayoría roba.
¿Quién roba más, los panameñistas, los PRD o los CD?
Gobierne quien gobierne, siempre hay una cúpula que termina comprando casas en las bellas costas de San Carlos y Coclé. Y nadie hace nada.
¿Qué roba usted?
Plata no. Los viernes me robo una hora para irme a las 4:00 p.m. a Los Santos, pero la pago almorzando en mi escritorio. No te voy a mentir: yo robo, pero pago.
¿Está seguro de que se va a esa hora?
Bueno, 3:00 p.m., huyendo del tranque.
Y se va con carro, chofer y combustible de la entidad. ¿Eso no es robar?
No, eso lo concede el Estado.
¿Qué más roba usted?
Nada. A mí me enseñaron valores. Si llegaba con una fruta, mi madre preguntaba de dónde salió y averiguaba si era cierto. Si era falso, me daban dos limpias.
O sea, que sí robaba. ¿Dónde veo su declaración de bienes, a ver si siguió?
Está en Contraloría. Pero no es pública.
Usted dijo que los jueces se compran. ¿Usted los compra o usted se vendía?
Jamás. A mí solo me compra Dios.
¿Usted tiene un motel en Los Santos?
Se dice eso porque la iglesia quiso atacarme diciendo eso. Pero ese push es de mi tío Augusto. Yo tengo ganadería.
Los más grandes ladrones son...
De tiempo, los funcionarios. De plata, los empresarios y los representantes, que reparten el dinero del país como quien reparte mangos. Hay más de 60 juntas comunales con faltantes de 3, 4 y 5 millones de dólares que no saben explicar.
¿Qué otros casitos hay por ahí?
Entidades que pagan alquiler por años sin mudarse. Y en Conades, unas empresas se llevaron la plata sin reemplazar los huecos y los funcionarios dejaron vencer las pólizas de cumplimiento.
Su opinión del trabajo del contralor.
Las veces que le pido investigar lo hace. Pero necesita que los panameños denunciemos más y no callemos, porque nos importa más el salario que la patria.
Usted ha trabajado con dos fiscales de Cuentas: Guido Rodríguez y Waleska Hormechea. ¿La mayor diferencia?
Ellos han hecho su trabajo… La que no hace su trabajo es la DGI. Hay un montón de carros por rematar y no lo hacen.
Mientras, los usan los diputados…
Esa es la DGI, que lo permite.
¿Qué opina de la aspiración para la Corte de Hormechea estando en un cargo de mando y jurisdicción, lo que prohíben la ley y un fallo de la Corte?
La Constitución va por encima de todo y dice que la prohibición es del Ejecutivo.
¿Y su opinión de la candidatura de Armando Fuentes, director de la Asep?
Él es un gran jurista, buen litigante.
Él era abogado de Hidalgo & Hidalgo en el caso Riegos de Tonosí, empresa con la que usted aceptó un arreglo por $3 millones cuando la lesión, según Contraloría, era de $29 millones.
La Contraloría andaba perdida y el Mida también. Nadie sabía nada.
La Corte les paró la decisión por ilegal.
No sé. Sería un grave error y tendríamos que devolverle el dinero a la empresa.
Sus aspiraciones después de que salga del Tribunal de Cuentas.
Ser feliz. Y seguir amando a mi patria.
¿Desde qué cargo?
No aspiro a ninguno. Aunque tampoco aspiraba a ser magistrado de Cuentas...
Su nombramiento ahí provino de la Corte, donde usted estuvo por 10 años. ¿No fue eso un conflicto de interés?
Me entrevistaron, me conocían, sí…
Y fue en el gobierno por el que usted corrió para diputado. ¿Otro conflicto?
¿Por qué, si el día que salí de la Corte hasta los magistrados me lloraron?
Varela lo apoyó en esa candidatura...
No, pero no se opuso. Yo le dije que iba a correr y me dijo que le parecía muy bien.
Usted ha dicho que él se lo propuso.
Tienes razón. Me lo propuso tres veces.
¿Él le pidió favores… o usted a él?
Yo intenté pedírselos, pero como Nito ahora, no me contestaba. No sé por qué.
¿Qué les quiere pedir?
Apoyo para una ley que nos permita ejecutar las sentencias que dictamos.
¿Se considera independiente y probo?
Totalmente. Y no he tenido escándalos.
¿No? Su nombramiento en la Corte fue acordado entre Mireya Moscoso, su comadre, y los legisladores...
Sí, pero no a cambio de plata. Diputados del PRD le dijeron a Mireya que querían a alguien potable para ellos. Como yo. Y ella les dijo que perfecto.
¿Ser ‘potable’ para la Asamblea habla bien o mal de una persona?
No sé. Pero saben de mi carácter.
Su designación coincidió con el Cemis.
Lo han querido confundir. Lo uno no tuvo que ver con lo otro.
Si los tiempos solo fueron casualidad, ¿por qué José Antonio Sosa, entonces procurador, acumuló los dos casos?
Yo se lo reclamé y me dijo que era para tratar los dos casos a la vez. No entendí.
El 9 de enero de 2002, Balbina Herrera denunció que los legisladores que apoyaron su ratificación y la de Winston Spadafora, sucumbieron a ‘maletines, becas y billetes de lotería’.
Mentira, cuento. Eso fue una pelea interna de ellos y yo quedé en el medio.
Pero siete días después apareció Afú, con $6 mil de un adelanto por su voto…
Para el Cemis, no para la ratificación. Ahí lo que pasó fue que le dieron $2 millones al PRD y $3 millones a miembros del gobierno de Mireya. Yo les dije que no se metieran en eso, que eso iba a explotar. Los panameñistas me hicieron caso, pero los PRD no. Y como unos recibieron $250 mil y otros $14 mil, empezó la pelea.
Leandro Ávila también contó que él, como mensajero de una ‘instancia’, le pidió a Martín Torrijos, exsecretario del PRD, convencer a los PRD de votar por usted. Que si no, los diputados no se reelegirían porque el panameñismo le pondría más plata a sus candidatos.
No sabía. Pero no es pecado tampoco.
Y según él, por no acceder, paralizaron los pagos de planilla en la Asamblea.
No sabía, pero ellos estaban felices de que yo iba a la Corte. Eran mis amigos.
Y luego, de madrugada, lo ratificaron.
Estaban peleando y no abrían la sesión. Por eso fue de madrugada.
Usted ha dicho que si un diputado no quiere seguir líneas, que renuncie. Su ratificación para la Corte la apoyaron varios PRD. ¿O ahí se valía porque le convenía?
Sí, sí... Eran mis amigos.
¿Qué favor le pidió Mireya en la Corte?
Ninguno. Martinelli sí y no acepté.
¿Cuáles favores?
Pregúntale si él me pidió inmiscuirme en sus asuntos políticos…
¿Él le pidió privar de libertad a Pérez Balladares y a Juan Carlos Navarro?
Lo dejamos ahí, mejor. Pero por decirle que no, me pasó una factura política.
¿Por qué él quería, según usted, dejarlo 10 años más en la Corte, si no le hacía los favores que le pedía?
Como no los hice, rompió la promesa.
Entonces usted corrió para diputado por el Panameñista. Y perdió.
Me echaron mucha plata. Y le dieron $3 millones del erario a mi adversaria.
Era Mariela Vega. Usted apoyó la destitución de Ana M. Gómez del MP. ¿Eso no fue un favor para Martinelli?
Ella pinchó teléfonos. Le advertimos que eso lo debía autorizar la Corte. Nos dio vueltas y esa fue la consecuencia.
¿Y cómo se lleva hoy con Martinelli?
Bien. Por ahí vino una vez con una compañera que tuvo que devolver una plata.
¿Y sus casos en el Tribunal de Cuentas?
No ha llegado nada aquí. Y los dineros del Estado, bien gracias yusted.
Dice usted que no tiene escándalos. ¿Y su vinculación con una supuesta coima para agilizar un litigio de tierras?
¿Qué caso es ese?
Fue en 2007. ¿Y el video en que agredía a un extranjero con el que se chocó?
El caso lo fallaron a favor mío. Él me irrespetó y yo eso no se lo permito a nadie.
Usted fue legislador de 1989 a 2002. ¿Qué porquerías hay desde entonces?
Después de Endara, el manejo de las partidas circuitales. Con él no veías plata: pedías obras. Ahora es una fiesta. Depositan la plata en las juntas comunales.
Usted, ¿qué se robó en la Asamblea?
Tiempo, cuando llegaba tarde.
Dice Heriberto Araúz que sin plata es mejor no entrar en política. ¿Es así?
Sí, claro. Si no, pierde.
Volvamos al Tribunal de Cuentas. ¿Le llegó la carta del gobierno pidiéndole reducir el 10% de su planilla?
Sí, la archivé. Despediremos funcionarios cuando ellos despidan a las botellas.
¿Qué parientes tiene nombrados?
La hija de una prima mía. Pero ahora pidió una licencia y está en la Defensoría.
¿Y su ahijada, su hijastra, la prima de su hijastra y el esposo de su sobrina?
Todo eso es mentira.
¿A quién le rinden cuentas ustedes?
A Dios, a la ley y a la patria. Yo no puedo seguir ganando $10 mil en una entidad donde no podemos ser eficientes por la desidia de no aprobarnos una ley.
Siendo así, ¿no renunciar es igual a robar?
Seguiré luchando, aunque ya quiero irme. No veo resultados, no estoy para eso.
¿Por qué la web del Tribunal no está actualizada y no publican el registro judicial como se los ordena la ley?
El miércoles lo supe y llamé la atención duro. El martes los reúno. Injustificable.
Eso lleva rato. ¿Apenas ahora lo supo?
Yo me meto es en los expedientes.
¿Por qué a Toto Velásquez, ‘décimo magistrado’ de la Corte en su tiempo, le dicen ‘el cuarto magistrado’ ahora?
Aquí se sienta a cada rato. Es mi hermano: se lo heredé a Hugo y a Winston Spadafora. Ese también es mi hermano.
¿Se justifica que los magistrados tengan beneficios, aparte del salario?
Yo creo que hay que revisar eso.
¿Incluyendo sus viáticos y carros?
Pero yo necesito un carro…
¿Qué se siente ganar más que Cortizo?
Hay que revisar eso. Un presidente no puede ganar $7 mil. Debe ganar mínimo $25 mil. Y los diputados, $10 mil.
Usted dijo que ganaba $40 y pico mil al mes. Hoy gana $10 mil. ¿Amor al país?
Servir al país. No todo es plata. Pero por esos salarios es que la gente roba.