Los países que alcanzan el éxito escuchan la voz de sus ciudadanos, sentenció el presidente estadounidense Barack Obama en la ceremonia de clausura del Foro de la Sociedad Civil y Actores Sociales marcada por incidentes de intolerancia que amenazaron con llegar a la violencia.
El mandatario norteamericano usó su ejemplo personal para ilustrar el poder transformador de los ciudadanos organizados, o sociedad civil.
Recordó que gracias a los ciudadanos comunes, amas de casa, maestros, afanadores, etc, que se organizaron para reclamar equidad para los negros y estuvieron dispuestos a soportar violencia para que sus sueños se realizaran, él pudo eventualmente llegar la Casa Blanca. Los gobiernos no deben temer a la sociedad civil. Recalcó: ella es el catalizador del cambio.
Frente a los señalamientos de que EU sale a pontificar a sus vecinos teniendo sus propias situaciones de inequidad, Obama admitió que “EU no es perfecto”.
Precisamente, se necesita que los ciudadanos cuestionan a sus gobiernos para impulsarlos a enfrentar los problemas. Y llamó a rechazar el uso de la intimidación y la violencia para callar las voces disidentes, y por el contrario darle cabida a todas las voces.
El llamado de Obama recordó a los asistentes al Foro de la Sociedad Civil el sabor amargo que dejó imposibilidad de concretar el diálogo respetuoso en las mesas que más esperanzas despertaron entre los que claman por democracia y participación, Gobernabilidad y Participación ciudadana.
De hecho, un hora antes de que se iniciar la clausura, un grupo de delegados de Cuba anunció que se levantaba de la mesa denunciando supuestos esfuerzos para subvertir el sistema político y social de su país por la presencia de disidentes políticos a los tachó de “mercenarios pagados”.
Además, plantearon su rechazo a las conclusiones que emanadas de esas mesas. Los organizadores del foro, a su vez emitió una declaración en la que rechazaron los señalamientos de la facción cubana.
Explicaron que la delegación cubana, que tenía 40% de los asistentes, insistían en incluir más gente no acreditada, mientras exigían el retiro de participantes debidamente acreditados “violentando las reglas del uso de la palabra y en actitud agresiva” hacia moderadores y relatores.
En vista de la “agresión y la imposibilidad de continuar con el diálogo, la mayoría de la mesa, incluyendo los coordinadores, decidieron cambiar de sala e iniciar el diálogo con aquellos participantes que no ponían condiciones de exclusión para ningún miembro acreditado. De este ejercicio de diálogo y consenso surgió el documento oficial de la Mesa de Gobernabilidad Democrática.
INCIDENTES DEL DÍA
En tanto, la clausura del foro de la Sociedad Civil y sus Actores Sociales, que se celebró paralelo a la VII Cumbre de las Américas terminó como comenzó, la esperanza de un diálogo respetuoso se malogró.
En medio de marcadas diferencias, enfrentamientos verbales y empujones entre cubanos simpatizantes al régimen castrista y disidentes se llevaron a cabo los tres días de sesiones del foro.
Ayer, desde muy temprano un grupo que se identificó como Comité Internacional de Grupos de la Sociedad Civil dijo en conferencia de prensa que no existió democracia en el foro de sociedad civil.
Consideraron que se favoreció a grupos de izquierda. Al menos así lo planteó, Alfonso Aguilar, director Ejecutivo de American Principles Project’s, dijo que la “inclusión” de la cumbre es una farsa.
“No puede haber integridad en esta cumbre si no existe inclusión y equidad", remarcó. Opiniones que rápidamente fueron replicadas por miembros de la sociedad civil panameña. Carlos Gasnell que formó parte de la mesa de Participación Ciudadana indicó que en todo momento se trató de consensuar y sacra las mejores conclusiones.
Estas diferencias fueron llevadas hasta las ocho mesas de trabajo conformadas para debatir los temas de salud, educación, gobernabilidad, participación ciudadana, entre otras. Tanto así que, las pugna entre los cubanos disidentes y los simpatizantes castristas, llevaron a la desintegración de dos mesas que no lograban consensuar opiniones.
Media hora después, en el lobby del hotel y a horas para realizarse la clausura del evento simpatizantes castristas impedían entre gritos e insultos la entrada del líder opositor Guillermo Fariñas a la sede.
Esto provocó que las autoridades policial redoblaran la seguridad del hotel. Justo al inicio de la clausura donde participó Obama y el presidente de Colombia Juan Manuel Santos, los castrista que formaban parte de las diferentes mesas anunciaron que rechazaban cualquier conclusión que se entregara a los mandatarios.
