Concentrado y en silencio, Eugin Bósquez, un panameño de 35 años que tiene retraso mental, realiza su trabajo administrativo en la Asociación Panameña de Industrias de Buena Voluntad.
Eugin lleva bloques de hojas, realiza el inventario de los útiles de oficina y traslada documentos de escritorio a escritorio. Estas actividades son parte de su vida diaria.
Su discapacidad no le ha impedido entrar en el mundo laboral, luego de participar en el programa de capacitación que brinda la Asociación Panameña de Industrias de Buena Voluntad, organismo que se dedica a proveer formación integral y la plena inserción al mundo laboral de personas con discapacidad o necesidades especiales.
Uno de los cursos que brinda es el de informática y, gracias a un convenio con la Fundación Poeta Accesible, de la Organización de Estados Americanos, personas con o sin discapacidad pueden tomar esta capacitación.
Adolfo Tristán, coordinador del programa por parte de la asociación, explicó que la Fundación Poeta Accesible se encarga de facilitar los software y máquinas especiales para entrenar a la población discapacitada, mientras que la Asociación imparte las clases. Desde la firma del convenio, en 2004, hasta este año han capacitado a 600 personas.
La Asociación Panameña de Industrias de Buena Voluntad también abarca otros programas, como el de “capacitación para el empleo”, que consiste en formar a personas con o sin discapacidad para incluirlas en el mundo laboral, por medio de una práctica supervisada de cuatro meses. Desde 2007 hasta la fecha se ha capacitado a 2 mil 663 jóvenes.
Otro de los programas que ayudan a formar a personas con discapacidad es el curso vocacional, mediante el cual el año pasado lograron capacitar a 293 estudiantes en carreras industriales, mecánica, soldadura, belleza y cocina, entre otros.
Todos los jóvenes que se formaron en estas carreras ingresaron al campo laboral a través del programa Alianza con el Comercio y la Industria, del cual forman parte 25 empresas. Para participar de estas capacitaciones, solo hay que acudir a la sede de Industrias de Buena Voluntad, ubicada en Ojo de Agua, San Miguelito.