Eran casi las 5:00 p.m. del miércoles 26 de agosto de este año. Las labores en el Municipio de Panamá estaban por culminar, cuando intempestivamente un mensajero entró al despacho de Carlos Levy, gerente administrativo de la comuna, llevando un recado “urgente”.
Se trataba del memorando No. 114, firmado por Arsenio Fernández, secretario general y superior jerárquico de Levy, en el que le informaba a este que “al término de la distancia” debía tramitar los viáticos para que la vicealcaldesa Roxana Méndez y la esposa del alcalde Bosco Vallarino, Annabel, viajaran siete días después a Taiwan.
Levy leyó detenidamente el memorando. Y empezó a darle curso de manera expedita, sin saber que 24 horas más tarde sería la causa de su destitución y provocaría un escándalo que llevaría al alcalde a una fiscalía.
Finalmente, solo viajó Méndez. La señora Vallarino se quedó, porque sus viáticos no fueron aprobados. Levy fue destituido y todo el país se enteró de ello el 4 se septiembre. Ese día, el Ministerio Público abrió una investigación de oficio, que actualmente tiene al alcalde como único acusado. El delito: peculado contra el Municipio de Panamá.