La Ley 365 del 6 de febrero de 2023, “que modifica y adiciona artículos a la Ley 13 de 2005″, representa un importante salto en la gestión de los espacios marinos panameños, y de las especies que allí conviven.
En el año 2005, por medio de la Ley 13, se decidió convertir a todas las aguas oceánicas bajo jurisdicción panameña en un gigantesco corredor marino, para promover el uso sostenible de los recursos y especies bajo esta jurisdicción. Sin embargo, con respecto a los mamíferos marinos (ballenas, orcas, delfines, leones de mar, manatíes y otros), la regulación favorecía la captura para fines “educativos y científicos”, así como para propósitos de la salud del animal, todos fuera de su hábitat.
La tragedia de los mamíferos marinos
De acuerdo con la Humane Society International, la captura y el traslado de los mamíferos marinos, en especial de las orcas y delfines, es sumamente traumático para el animal y tiene una alta probabilidad de mortalidad por el proceso. Esta organización afirma que la exhibición de mamíferos marinos en centros especializados tiene muy pocos beneficios para el animal, ya que al separarse de su hábitat natural no puede cazar, aparearse, desarrollar sus actividades grupales e interactuar con el ecosistema, porque están encerrados en una gran piscina.
Por otra parte, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) destaca que en la región del Gran Caribe, de la que forma parte la costa atlántica de Panamá, existen al menos 35 especies de mamíferos marinos que están sumamente afectados por la pesca incidental, los accidentes con barcos, la destrucción de manglares, la contaminación de las zonas marino costeras y el acoso por parte de operadores turísticos inescrupulosos, así como por la sobrepesca de las especies que forman parte de su alimentación.
Con la muy breve Ley 365 de 2023, de apenas cuatro artículos, Panamá cierra la puerta a la captura de mamíferos marinos para fines lesivos al animal.
Así el primer párrafo del artículo 1, que modifica el artículo 14 de la Ley 13 de 2005 dice así: “Queda prohibida dentro del corredor marino de Panamá, la caza o captura de mamíferos marinos. Solo se permite la captura no letal de mamíferos marinos para el cautiverio cuando es necesaria su rehabilitación médica supervisada por las autoridades competentes”.
En este caso, y en los estudios científicos que requieran la captura de un mamífero marino en Panamá, siempre será devuelto a su hábitat natural. Con esta actualización normativa, Panamá reconoce que los mamíferos marinos, al tratarse de especies muy importantes para los ecosistemas y altamente sensibles al sufrimiento, merecen la especial protección que el Estado puede ofrecerles y la garantía de que su hogar debe ser su hábitat natural.