Antes de que finalice este año Panamá estaría entrando al selecto grupo de países latinoamericanos con grado de inversión. Esta es la previsión de analistas internacionales, el Gobierno y las calificadoras de riego.
Panamá “podría convertirse en un centro logístico para las Américas, y los efectos serían importantes”, dijo Alessandra Alecci, analista de Moody’s, quien agregó a Reuters que la revisión de la agencia para una mejora en la calificación de Panamá se daría hacia mayo.
El camino ha quedado despejado para lograr la nota tras la aprobación de la reforma tributaria, cambio que lleva implícito el mensaje de una mejora en la recaudación fiscal y la consolidación de las finanzas públicas.
De hecho, el ministro de Economía y Finanzas, Alberto Vallarino, viajará el próximo 19 de marzo a Nueva York para reunirse con representantes de la calificadora de riesgo, Fitch Ratings, y se prevé que luego del encuentro ésta le otorgue al país el grado de inversión.
Uno de los principales beneficios que generará al país el grado de inversión es la reducción en el costo del financiamiento tanto para el Estado como para las empresas. A mejor calificación crediticia, menor es el costo de fondeo. Esta nota es un parámetro que mide la capacidad financiera de un deudor y su disposición a pagar sus pasivos.
El director de Saam Investments, Guillermo Ameglio, dijo que lograr el grado de inversión permite acceder a mercados financieros internacionales con una postura más robusta a la hora de captar fondos en el mercado internacional.
En Panamá la calificación crediticia ha sido revisada al alza en cuatro ocasiones desde 2004. Actualmente el país tiene una clasificación de (BB+) con perspectiva positiva, lo que se traduce en un paso de lograr el grado de inversión.
VEA Cerca del grado de inversión