Hubo perdigones el día del fuego

Hubo perdigones el día del fuego


Jóvenes con quemaduras hasta en el 90% del cuerpo; un herido en la cara con perdigones, y lesiones en muñecas “compatibles con el uso de esposas”, son parte del balance inicial que hace el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (Imelcf) de las víctimas del incendio ocurrido el pasado domingo en el Centro de Cumplimiento de Menores, en Tocumen.

El suceso ha dejado un saldo de un muerto, seis quemados y siete heridos, cuatro de ellos con perdigones.

Durante dos días, los forenses han examinado a los hospitalizados en el Santo Tomás. Las lesiones ocasionadas son por quemaduras de tercer y segundo grado. El más grave tiene quemaduras en el 90% del cuerpo; el menos, en el 30%. Todos están sedados, intubados y conectados a un ventilador artificial.

Humberto Mas, director del Imelcf, informó además que uno de los jóvenes quemados tenía golpes “con objetos contundentes compatibles con el uso de la vara policial”.

Sobre los otros siete jóvenes que resultaron heridos –pero que no fueron hospitalizados–, destacó que cuatro tienen heridas de perdigones; uno de ellos recibió el disparo “en la cara”. Los otros tres tienen excoriaciones en las muñecas y antebrazos, “compatibles con el uso de zunchos o esposas”.

Los siete jóvenes heridos no fueron llevados al Hospital Santo Tomás, sino al Centro de Custodia de Arco Iris, también en Tocumen. Allá fueron llevados los 34 detenidos del pabellón 6 que sobrevivieron al incendio y son testigos de lo ocurrido.

Ayer, los familiares de Eric Alexis Batista Mosquera, quien falleció la noche del martes debido a las quemaduras, presentaron una querella penal contra la directora del Centro de Cumplimiento, Iris Cedeño; el jefe de la zona policial de Tocumen, Luis Ortega, y el jefe de la seguridad perimetral del Centro, Ernesto Blake.

La querella la presentó Carlos Herrera Morán, abogado de la familia Batista, ante la Fiscalía Auxiliar, que desde la noche del domingo empezó las investigaciones.

Eric, que el 2 de febrero celebraría los 18 años, cumplía una condena de 11 meses y 15 días de prisión por posesión de un arma. Su día de salida era el próximo 9 de mayo, pero como ya había cumplido dos terceras partes de su condena, iba a ser liberado 10 días después del incidente.

Los especialistas del Santo Tomás dan pocas esperanzas a los familiares de los seis sobrevivientes. Cinco días después de la tragedia, sus órganos vitales empiezan a fallar y hay síntomas de infección, dijo Luis Carlos Bravo, jefe de Cuidados Intensivos de la Sala de Quemados.

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