Como un mal recuerdo de la Edad Media, la bacteria Yersinia pestis reapareció esta semana en una localidad del norte de Perú.
El brote, confirmado por el propio ministro de Salud peruano, Oscar Ugarte, se cobró una vida y alcanzó a una treintena de personas y un número indeterminado de perros, gatos y conejillos de Indias.
Según el funcionario, la única víctima mortal de este brote tenía 14 años, y falleció el 26 de julio en el hospital de la localidad de Cartavio (región costeña de La Libertad).
La peste mata a entre 30% y 60% de las personas que no reciben tratamiento. El muchacho, explicó Ugarte, murió porque “no se le hizo el diagnóstico a tiempo. Ni la propia familia lo detectó”.
Aunque el anuncio se hizo la tarde el lunes, el alto funcionario peruano dijo que el brote que infectó a 31 personas (incluyendo el fallecido) se remonta al mes de abril.
El reporte especificó que 25 de los casos son de la variedad bubónica, 4 de la variedad neumónica y 2 de la septisémica. El último brote de peste en Perú se registró en 1994, con mil 104 casos y 35 fallecidos.
VEA Perú reporta brote de peste bubónica
