¿Por qué el cuestionario de ‘La Prensa’ a Gaby Carrizo causó tanta cólera?

¿Por qué el cuestionario de ‘La Prensa’ a Gaby Carrizo causó tanta cólera?
El vicepresidente de la República, José Gabriel Carrizo, no respondió un cuestionario de 22 preguntas enviado la semana pasada por este medio, a través de uno de sus asistentes en la Presidencia. Cortesía Presidencia de la República


El pasado miércoles, a media mañana, La Prensa envió, a través de un funcionario de la Presidencia, un cuestionario dirigido al vicepresidente de la República, José Gabriel Gaby Carrizo, que incluía, además, preguntas a su esposa, Julieta Spiegel Fernández. Minutos después, un segundo cuestionario fue enviado por chat al socio de Carrizo, el también abogado Luis Acevedo Ureña.

Antes del anochecer de ese día, un video, conteniendo amenazas y burlas al cuestionario enviado al vicepresidente, comenzó a divulgarse a través de call center lo esparcieron masivamente vía chat. El asedio contra el medio continuó el pasado viernes, cuando a las 9:00 am, once fiscalizadores del Ministerio de Trabajo pidieron hacer una inspección en las instalaciones del medio.

Dos equipos periodísticos de televisión se presentaron con los funcionarios: uno, del canal estatal (SerTv) y el otro, de la televisora del expresidente Ricardo Martinelli (NexTv).

La iracunda reacción que generaron los cuestionarios de este medio al vicepresidente ha motivado muchas más preguntas. ¿Por qué, si todo tiene una explicación sobre sus bienes y residencias presentes y futuras –tal como alega un funcionario de su entorno–, Carrizo no responde el cuestionario? ¿Qué preguntas incomodaron tanto al vicepresidente? Las especulaciones saltaron a las redes. ¿Por qué atacar así?

Incluso, hubo funcionarios que, secretamente se preguntaban sorprendidos qué había pasado. ¿Por qué ese ataque? ¿Acaso Carrizo no se daba cuenta de las repercusiones?, se preguntaban. Hasta consejos querían darles: que responda el cuestionario, atacar es contraproducente, etc.

Las preguntas a Acevedo Ureña

Cada documento enviado por La Prensa pasado miércoles terminaba advirtiendo a los interpelados que su respectivo cuestionario se publicaría –con o sin sus respuestas– en las plataformas informáticas de esta casa editorial.

Las preguntas enviadas a Luis Acevedo Ureña fueron nueve. La Prensa tomó contacto telefónicamente con él ese mismo día, antes de enviarlas. Nervioso, tras conocer el motivo de la llamada, Acevedo Ureña pidió entrevistarse personalmente con La Prensa, pero jamás concretó una cita.

Acevedo Ureña es el socio del vicepresidente Carrizo en una firma llamada CYA Abogados, que crearon poco después de obtener sus respectivas idoneidades como profesionales del derecho, a mediados de la década de 2010.

Este abogado ha participado activamente en la creación de fundaciones de interés privado, pero no para su socio, sino para la esposa, Julieta Spiegel, así como para sus padres.

Las fundaciones fueron receptoras de lotes de terreno en Penonomé, donde actualmente se construyen costosas propiedades.

La Prensa preguntó a Acevedo Ureña si él y el vicepresidente hacían negocios fuera del ámbito del ejercicio de su profesión y por qué él siempre está presente en cada negocio de la familia Carrizo-Spiegel.

Igualmente, este medio lo cuestionó por los nombramientos en el Gobierno de su madre y otros familiares políticos. También sobre otras personas que este medio aún investiga –servidores públicos y particulares– con los que Acevedo Ureña tiene contacto.

Las denuncias contra Acevedo Ureña

Una de las preguntas dirigidas a Acevedo Ureña tiene que ver con testimonios de fuentes que solicitaron a La Prensa proteger su identidad. Se trata de denuncias sobre el hecho de que Acevedo Ureña es un supuesto emisario extraoficial del vicepresidente Carrizo, o al menos así se presenta ante funcionarios de jerarquía, a los que conmina –presuntamente a nombre de su socio– a la contratación de personal y la adquisición de bienes y servicios.

Este medio corroboró con varias otras fuentes la versión del denunciante y no disimularon su disgusto al abordar el tema, ya que Acevedo Ureña da órdenes sin ser parte del engranaje gubernamental, se quejaron.

Acevedo Ureña y Bagatrac

Otras preguntas a Acevedo Ureña tienen que ver con el rol que él jugó en el período que antecedió a las elecciones de 2019. ¿Qué papel jugó usted en la campaña del señor Laurentino Cortizo? ¿Recibió donaciones para la campaña de su precandidatura presidencial o para la campaña presidencial o para ambas? Si es así, ¿de quién o quiénes recibió dinero y dónde fue depositado? En caso de que haya recibido dinero de donaciones para alguna campaña a favor de su socio Carrizo Jaén o del hoy presidente Cortizo, ¿estas fueron declaradas al Tribunal Electoral?, preguntó La Prensa.

¿La empresa Bagatrac alguna vez ha sido su cliente o ha recibido usted donaciones de esta empresa para campañas políticas? Esta y las anteriores preguntas se relacionan al hecho de que este medio tiene documentación que acredita una relación entre Acevedo Ureña y una de las principales empresas contratistas del actual gobierno, Bagatrac, que hasta el año pasado había acumulado contratos con el Estado que sumaban alrededor de $270 millones (ver facsímil).

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Este es el facsímil de un cheque de Bagatrac a nombre de Luis Acevedo Ureña, socio del hoy vicepresidente José Gabriel Carrizo. Ni el alto cargo del Ejecutivo ni el abogado respondieron sobre el origen des esta relación.

El representante de esta empresa, Alberto Jurado Rosales, como es sabido, confesó delitos de corrupción durante la administración de Ricardo Martinelli, en el caso Blue Apple, proceso en el que confesó el pago de coimas de, al menos, $3 millones.

Sin embargo, en marzo pasado, este medio obtuvo pruebas de más pagos sospechosos, que sumaron otros $5 millones, pagados en bancos de paraísos fiscales del Caribe entre 2013 y 2014. Durante meses, este medio intentó localizar a Jurado Rosales para preguntarle sobre este y otros temas, pero no fue posible localizarlo.

Las preguntas a Carrizo

Fueron 22, y no 21 preguntas, como erradamente se informó en la parodia de cuestionario fabricado la semana pasada en respuesta a las preguntas de La Prensa. En este cuestionario también se abordó la relación de la familia Carrizo-Spiegel y Spiegel-Fernández con Acevedo Ureña, en especial en lo relacionado a los inmuebles adquiridos por ambas familias, tanto en Panamá como en Penonomé.

¿Las preguntas también fueron dirigidas a saber el origen de los nombramientos de la familia de Acevedo Ureña en el Gobierno y sobre el rol que jugó su socio durante la campaña electoral a favor del hoy presidente Cortizo y, específicamente, si él había recolectado dinero para esa campaña. Y, de ser así, ¿dónde era depositada?

Denuncias, ¿ciertas o no?

También este medio quiso saber de Carrizo —si son ciertas o falsas— las denuncias de las fuentes que aseguraron a este medio la intervención directa de su socio, quien, sin ser un servidor público, conminaba a funcionarios de jerarquía a hacer nombramientos y a contratar bienes y servicios, asegurando que actuaba en nombre del vicepresidente.

¿Desde cuándo usted es socio de Roy Cortizo Cohen? ¿Qué negocios han llevado o llevan juntos? Por favor, brinde detalles de esta relación, en especial, los negocios que tienen que ver con la sociedad –y una finca de su propiedad– llamada Contac Global Services, Corp. Tampoco se obtuvo una respuesta a esta pregunta.

Las propiedades de la familia

Luego La Prensa abordó el tema del apartamento que su esposa y él comparten en Costa del Este, tras vivir en un modesto barrio de Penonomé, así como las residencias que se construyen actualmente en Penonomé. Las preguntas igualmente abordaron el tema de los préstamos que solicitó a su banco, en especial una línea de crédito de hasta $800 mil que pidió tres semanas después de ser juramentado vicepresidente de la República.

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Facsímil de las escrituras en las que en 2007, el abogado Luis Acevedo Ureña se convierte en socio del hoy vicepresidente de la República en la firma CYA Abogados.

La Prensa le preguntó si durante el tiempo que lleva de ser vicepresidente, él o su esposa han adquirido propiedades no mencionadas en el cuestionario. De ser así, se le preguntó si podía dar detalles de estas adquisiciones, tomando en cuenta de que, si lo hicieron, estas deberán aparecer consignadas en su declaración jurada de bienes patrimoniales al abandonar el cargo en 2024.

El último párrafo indica que, “dado que en el transcurso de esta investigación constantemente se suman datos que debo corroborar, agradeceré me permita enviarle otras preguntas si surgen nuevos datos, a fin de darle la oportunidad de brindar su versión de los hechos”.

En efecto, La Prensa investiga varios hechos más, así como la supuesta participación de varios funcionarios, señalados como parte de una red que presuntamente trabaja de forma subrepticia para el vicepresidente desde los cargos que ocupan.

Las investigaciones periodísticas sobre estos últimos temas serán motivo de nuevas entregas en el futuro, las cuales serán anunciadas oportunamente.

Fueron estas las preguntas relacionadas con las actuales y futuras entregas periodísticas las que originaron las iracundas reacciones, y que motivaron un video de difamación así como probablemente lo fue la visita la semana pasada de inspectores de trabajo a las oficinas de La Prensa y Mi Diario aunque el vicepresidente, asegura que no tuvo participación alguna en ambos hechos.

A partir de mañana martes, la primera entrega.


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