‘Estoy procurando poner las cosas como deben ser’

‘Estoy procurando poner las cosas como deben ser’


Dice José Ayú Prado que nunca se imaginó como procurador de la Nación. Por eso cuando su esposa e hijas le pidieron el año pasado que se afeitara el bigote, aceptó, pero avisó que lo haría cuando fuera procurador.

“Lo vi como algo tan improbable... Nunca me quise quitar el bigote y lo prometí como algo imposible. Mis hijas nunca me vieron sin bigote”, recordó.

El 27 de diciembre pasado, el presidente, Ricardo Martinelli, anunció la designación del hasta entonces fiscal especializado contra la Delincuencia Organizada, en reemplazo de Giuseppe Bonissi, quien cuatro días antes había puesto su cargo “a disposición”.

Finalmente tomó posesión del cargo el 6 de enero.

Lo primero que hay que aclarar es que el nombramiento de Bonissi como procurador suplente continúa vigente. “Ello de acuerdo con la interpretación constitucional que hizo el Órgano Ejecutivo, al momento de nombrarlo”, dijo.

Eso no significa que será convocado por Ayú Prado, para que cubra sus ausencias temporales.

“Cuando tenga que asistir a cónclaves de alto nivel, no creo que sea conveniente que Bonissi renuncie a los poderes que está ejerciendo privadamente por tres días, para retomarlos al cuarto día. Creo que es más fácil nombrar a una persona dentro del Ministerio Público para que supla esas ausencias”, indicó.

En esos casos, su reemplazo sería gente de su equipo más cercano: el secretario general Ramsés Barrera o el fiscal auxiliar Dimas Guevara.

¿El Ministerio Público se ve igual desde la silla de fiscal que desde la de procurador?

Definitivamente que no. Este es mi quinto día formal de trabajo, y lo que más estoy extrañando es la labor de investigación. El procurador no investiga, no hace la labor que hacen los fiscales de estar investigando, buscando pruebas.

De los pocos señalamientos adversos que ha habido a su designación, el más sonoro ha sido su posible relación con el Presidente de la República. ¿De qué manera eso puede condicionar su actuación?

Voy a explicar lo de la relación... Es cierto que yo me reuní con el Presidente, tres veces. La primera vez fue como al mes o dos de que él llegó a la Presidencia, y no fue una reunión con él. La procuradora titular nos encargó a los fiscales de Drogas y a mí como fiscal de la Delincuencia Organizada, reunirnos en la Presidencia para lograr una especie de apoyo y coordinación para unos operativos que íbamos a hacer en calle Uruguay. Fuimos a la Presidencia, estaban el ministro Papadimitriu, los fiscales Javier Caraballo y Franklin Amaya, el director de la DIJ, Javier Carrillo, y otros. En el despacho del ministro se presentó el Presidente y se hicieron las presentaciones de rigor, y ahí es donde yo lo vengo a conocer. No fue una reunión privada.

La segunda reunión, la señora procuradora me pidió que hablara con el Presidente para ver cómo agilizaba un crédito extraordinario para dotar de recursos a la Fiscalía contra la Delincuencia Organizada, puesto que fue creada en 2008, pero no fue incluida en el presupuesto de 2009 y tampoco en el de 2010. Yo hablé con el Presidente 10 ó 15 minutos en un aparte, puesto que en ese momento había una reunión en la Presidencia con el fiscal Luis Martínez, el fiscal Caraballo, el entonces fiscal Edwin Guardia y unos asesores israelíes en materia de seguridad. Aproveché y le hablé sobre el crédito extraordinario , y ahí fue donde me pidió el número de teléfono. Se lo di. Si el Presidente me está pidiendo mi número celular no se lo puedo negar. En la tarde le informé a la Procuradoras lo que había ocurrido, y ya.

La tercera vez fue en agosto de 2010. Como fiscal manejé el expediente del intento de secuestro del Presidente y fui a informarle que la fiscalía iba a solicitar en la vista fiscal el archivo del expediente. Me escuchó, me dijo que si eso era así, confiaba en lo que hacía el MP, y ya. No creo que de ahí se pueda percibir que hay un acercamiento o una relación íntima o una amistad. Para mí era una relación de trabajo oficial de un subalterno del MP con el Presidente de la República.

¿Con quién sí tiene acercamiento o amistad íntima?

Con mis compadres. Yo tengo tres. Bauticé a la hija de un amigo de la infancia de Colón, que vive en España hace más de 15 años. El otro compadre es un comerciante de Colón, no es abogado y no tiene nada que ver con cuestiones legales. Y el otro compadre es mi hermano.

A no pocos les preocupa la amistad entre usted y el magistrado José Abel Almengor, y que esa relación pueda extenderse al MP... ¿Qué se puede esperar de eso?

Nosotros fuimos fiscales de Droga, trabajamos muy bien siendo fiscales y luego cuando yo estuve en la DIJ, pero no sé cómo se puede calificar una amistad si yo no conozco dónde vive... José Abel se casó y yo no fui a la boda, porque no fui invitado y no me siento ofendido por eso. No ha puesto un pie en mi casa, nunca. Creo que ni sabe dónde vivo.

Ya se escuchan voces de personas que dicen que no va a pasar nada en relación con Nedelka Díaz, Eva Lorentz y la “narcoavioneta”.

El expediente llegó hace dos días. El secretario general está preparando un resumen ejecutivo para el Procurador. Vamos a practicar unas diligencias y veremos si asignamos eso a una fiscalía o lo tramitamos acá. El expediente está en apelación, hay una solicitud de fianza, si el asunto se va a resolver en Las Tablas o Panamá y sobre la cuantía de la fianza para Lorentz. Eso no nos compete a nosotros. Escuché un rumor que se iba a presentar un incidente contra la orden de indagar a Nedelka Díaz. Ya el Juzgado Cuarto de Panamá y el Segundo Tribunal están conociendo estos asuntos. Nosotros no vamos a hacer pronósticos ni predicciones ni avisar de las diligencias que haremos. Vamos a presentar resultados.

En relación a Ramón Ricardo Martinelli, detenido en México por lavado de dinero, ¿hay alguna investigación en Panamá?

La investigación está en la Fiscalía Primera de Droga. Me actualicé con el fiscal Caraballo. Me dijo que lo último que hay es que se va a reiterar una asistencia judicial para pedir una información que aún no ha llegado.

¿Cómo quedó la oficina de Proyectos Especiales?

Son como 10 proyectos. No vamos a aceptar una ejecución de presupuesto menor de 80%. Se pondrá ahí a María Chanis de Acevedo, que tiene una maestría en manejo de proyectos y administración pública, y que antes trabajó en la Corte.

¿Se están haciendo las auditorías?

Cada jefe, cuando va a recibir el despacho, tiene que auditarlo. Cuando salí de la Fiscalía de la Delincuencia Organizada, la secretaria tenía lista la auditoría para entregarle el despacho al que fue designado, el fiscal Marcelino Aguilar. Le entregué casi 100 expedientes, con 20 y tantos detenidos y dos excedidos del período de seis meses o del período que dice la ley, uno es un caso de secuestro y otro es un caso de blanqueo.

¿Cómo encontró el despacho superior?

Hay cosas que se hicieron, decisiones que se tomaron, que aún no entiendo. No significa que estén mal. Un manejo del recurso humano un poco sui géneris, y estoy procurando ponerlo como debe ser. Se publicó que había fiscales a cargo de fiscalías con mucha responsabilidad, pero que cobraban como si fueran fiscales de menos responsabilidad. A mí me ha pasado que me han encargado de algún despacho de mayor responsabilidad por una semana o dos, y no me pagan, pero asumo el reto, porque es una forma de que noten que existo y cómo puedo trabajar. Pero dejar a alguien dos, tres, cuatro meses... No lo entiendo, porque la persona está asumiendo más responsabilidad y no está cobrando.

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