Los panameños votan este domingo 5 de mayo para elegir a 1 presidente de la República, 71 diputados, 81 alcaldes, 701 representantes de corregimiento y 11 concejales.
Politólogos y analistas políticos plantean que este es el torneo más inédito y complejo desde que se restauró la democracia en 1990.
Además de la expectativa por quién resultará electo como presidente de la República, el foco también está puesto en la Asamblea Nacional, poder del Estado donde se toman muchas de las decisión relevantes para el país, y órgano que ha sido cuestionado por su poca transparencia, planilla abultada y el millonario gasto en contratos secretos.
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El 84% de los diputados de los actuales diputados buscará la reelección.
A diferencia de la campaña de 2019, cuando el “no a reelección” de los diputados jugó un papel crucial, en este torneo ha estado presente la frase “No vas”, pregón que nació en medio de las protestas sociales del año en contra de la minería.
Los tres distritos con el mayor número de personas que están en capacidad de votar son: Panamá (724,406), San Miguelito (251,303) y Arraiján (191,551).
El centro de votación con más electores es el Centro de Convenciones Atlapa, ubicado en el corregimiento de San Francisco en la capital. Allí 25,886 panameños podrán ejercer su voto.
El desempleo, la corrupción, el alto costo de la vida, la pérdida del grado de inversión y la minería, son temas que marcaron el proceso electoral y los tres meses de campaña política.
El Tribunal Electoral habilitó 7 mil 577 mesas de votación, distribuidas en 3 mil 37 centros.
De acuerdo con expertos consultados, algunos de los desafíos que tendrá el próximo presidente de la República son: la desaceleración del crecimiento económico en 2024 a un 2% o 2.5%; las consecuencias económicas del cierre de la mina; la escasez hídrica que afecta al Canal; la crisis de la Caja del Seguro Social; el crecimiento a casi el doble de la deuda externa, el gasto público descontrolado; la disminución de los flujos de inversión extranjera y la pérdida del grado de inversión por parte de una calificadora de riesgo (Fitch).