El 13 de agosto de 2018, el país quedó conmocionado cuando Kenia Porcell, entonces procuradora general de la Nación, reveló detalles de una conversación sostenida el 30 de julio con Hernán De León, quien era presidente interino de la Corte Suprema de Justicia en ese momento.
Durante dicha reunión, De León confesó que el caso de los pinchazos telefónicos, en el que el expresidente Ricardo Martinelli estaba siendo procesado, “se va a caer, se va a anular, lo van a remitir a la Procuraduría”. Estas declaraciones desataron un escándalo nacional, avivando el temor sobre posibles manipulaciones judiciales en uno de los casos más emblemáticos de corrupción en Panamá.
Además, De León le confió a Porcell que había sido grabado y que, por esa razón, el caso sería anulado. “Me repetía: ¡Me grabaron!, ¡me grabaron!”, insistió De León a la procuradora.
Desde aquel incidente, y luego de haber dejado su puesto como magistrado, poco se conocía públicamente sobre su vida. Sin embargo, ahora figura en la planilla del Municipio de Panamá como asesor I del alcalde Mayer Mizrachi, con un salario de $5,000.
Según información publicada por la Autoridad Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (Antai), De León ingresó al municipio el pasado 5 de julio, apenas tres días después de que Mizrachi asumiera el cargo de alcalde. Además, aparece como empleado permanente.
Detalles de una polémica conversación
En 2018, Porcell detalló que el primer contacto que tuvo con De León fue el 27 de julio, cuando él le solicitó una cita, enfatizando que la reunión sería de carácter informal. El encuentro entre el expresidente interino de la Corte Suprema y la procuradora se realizó a las 3:00 p.m. en las oficinas de la Procuraduría General de la Nación.
Durante la conversación, Porcell le aclaró a De León que el caso de los pinchazos no pertenecía a la Procuraduría General de la Nación. No obstante, De León insistió en que el caso sería anulado y remitido a la Procuraduría. “Si ustedes hacen eso, el país los va a linchar; la sociedad está confiando en la Corte Suprema de Justicia”, le advirtió Porcell al magistrado.
La procuradora también instó a De León a que presentara una denuncia contra las personas que lo habían grabado. El magistrado le explicó que las grabaciones se encontraban en Estados Unidos e Italia.
En otro punto de la conversación, Porcell le recordó a De León la importancia de no jugar con el destino del país y que ese caso era competencia exclusiva de la Corte Suprema. “Ustedes tienen que asumir su rol histórico, porque el Ministerio Público está cumpliendo con su trabajo”, enfatizó Porcell.
Negó presiones
Tras el incidente de 2018, la Secretaría de Comunicación del Órgano Judicial emitió un comunicado atribuido a De León, en el que señalaba que la visita a la oficina de la procuradora había sido “una reunión privada” dentro del contexto “de la amistad profesional que mantenemos”.
Según el comunicado, De León lamentó que Porcell hubiera divulgado “una pequeña parte” de lo conversado. Reiteró que los magistrados no aceptan presiones de ningún tipo y subrayó que sus decisiones judiciales están basadas en la Constitución y la Ley.
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