El director del Instituto de Medicina Legal, Humberto Mas, reiteró ayer que son dos los muertos en los disturbios de Bocas del Toro, y no ocho como dice Javier Víquez, de la Unidad de Lucha Integral del Pueblo.
Mas detalló que Antonio Smith y Virgilio Castillo murieron por heridas de perdigones en el tórax. El resto de los fallecidos en esos días, dijo, fue por otras causas.
“Hubo un infarto, dos casos de problemas respiratorios y otros decesos por causas naturales, que no tienen relación, pero serán las investigaciones las que lo determinen”, dijo.
Ayer, el director de la Policía, Gustavo Pérez, dijo que no hubo exceso de fuerza por parte de los uniformados.
El fiscal auxiliar, Ángel Calderón, dijo que el expediente fue enviado al fiscal de Bocas, Ernesto Silva. En la refriega se aprehendieron unas 180 personas (muchas de ellas heridas), y a todas se les formularon cargos por incendiarismo y delitos contra la seguridad colectiva.
El procurador encargado, Giuseppe Bonissi, descartó crear una fiscalía especial para investigar el caso.