Renovación de la cocina presidencial en el Palacio de las Garzas costó $133,897

Renovación de la cocina presidencial en el Palacio de las Garzas costó $133,897
Presidente José Raúl Mulino.


La renovación de la cocina presidencial en el Palacio de las Garzas, en el Casco Antiguo de la ciudad, costó $133,897.

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Mulino habla del deterioro en la Presidencia: Mi despacho está lleno de comején y las cocinas, un asco

Así lo revela un informe del Despacho Superior de la Presidencia de la República. Dichos fondos públicos salieron de la Partida Discrecional autorizados por el presidente José Raúl Mulino.

De hecho, el mandatario había adelantado la semana pasada que había utilizado esa partida para renovar esa área que “parecía una fonda”.

“De verdad, era un asco... Gracias a Dios nunca me llevaron a verla porque a lo mejor no hubiera comido ahí”, sostuvo.

La empresa elegida para los trabajos de reemplazo de cocina fue Pancook, S.A.

En su sitio web, la compañía se describe como una empresa 100% panameña, líder en la venta y mantenimientos de equipos de cocinas industriales de excelente calidad, con técnicos altamente calificados y certificados.

El mandatario también autorizó la compra de uniformes para salonería y cocina por $23,308.

Restauración el Palacio

El mandatario también desembolsó $69 mil para la restauración de ciertas áreas del Palacio de las Garzas.

Por ejemplo, para la restauración de la estructura y mobiliario del Palacio de la Presidencia destinó $41,516.

En tanto, para la adquisición y reemplazo de mobiliario del despacho superior pagó $11,160.

En la adquisición de artículos para el despacho superior gastó $3,210.

Los trabajos de restauración del Palacio de las Garzas, realizados por José Ángel Escartín, costaron $7,811.

Mientras, la confección e instalación de un cobertor visual para las ventanas del despacho superior, a cargo de Compañía de Tejidos, representó un gasto de $1,846.26

La compra de mobiliario para el despacho superior, en Smart Furniture Panama, S.A, fué por $3,486.06

Mulino había revelado que el edificio presenta serios problemas de mantenimiento y descuido.

“El salón Los Tamarindos y mi despacho están llenos de comején”, expresó Mulino en su momento.

“Hay filtraciones que afectan los bonitos frescos que están allí”, añadió.


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